Amelia se graduó y ahora desea ahorrar para poder abrir una galería para expresar su arte y necesita un trabajo urgente para poder lograrlo y cumplir su anhelado sueño.
Matt esta desesperado porque no sabe qué hacer con los gemelos, sus padres se re...
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Narra Ame
Había llegado desde temprano a casa para tratar de regresar pronto a la mansión, bufe al ver todo lleno de polvo por lo que empecé limpiando, mi madre siempre contrataba a alguien para no descuidar la casa cuando yo me quedaba pero supongo que esta vez lo olvido, hice muchos movimientos y tuve que ordenar algo de comer y luego de terminar, subí a mi habitación y suspire encontrando el relajo que había dejado desde que me mude temporalmente con los gemelos, ordene y revise algunos correos y algunos encargos.
Entre a mi estudio y sonreí viendo todas mis obras favoritas, recogí algunas cosas y prepare algunos que ya estaban listos para entregar, los empaque y los dejaría en la paquetería para que los entregaran.
Al terminar con todo me tome una foto en el pasillo y se la envié a mi madre, la extraño mucho y deseaba poder verla pronto, tome lo que me iba a llevar y era hora de ir a visitar al señor Rufus, tome un taxi y deje los lienzos en la paquetería.
Respondí algunos mensajes pero me pareció extraño no recibir ninguno de los gemelos o Matt, de seguro estaban ocupados pasando un tiempo entre ellos, toque la puerta y a los minutos mi sonrisa se borró.
-Ame, hola- saludo Theo cruzándose de brazos y suspire
-hola Theo, no sabía que trabajabas aquí-solté mirando a todos lados menos a él, era incómodo
-lo sé, pero bueno pasa-dijo quitándose de mi camino y sin dudarlo entre -el Señor Rufus a estado bien, aunque a veces se pone un poco deprimido por lo que le doy frutilla y lo saco a caminar afuera- añadió y me gire a verlo sorprendida, aun recordaba cuando caminábamos en la tarde con el señor Rufus no siempre, pero fueron momentos lindos.
-oh, gracias por el detalle-dije continuando con mi camino, mire a el Señor Rufus acostado en un sofá junto a un cachorro, este levanto su mirada encontrándose con la mía, abrí mis brazos y el perrito de mi madre con el que siempre peleábamos llego a mis brazos
-oh, ¿Cómo estás? -pregunte con voz empalagosa, estar solos sin mamá nos hizo sensibles, acaricie su lomo y carita -has crecido más-dije soltando unas risitas al momento que lamio mi rostro. Tome asiento ahí mismo y empezamos a jugar.
-vaya, jamás lo había visto tan feliz-dijo Theo llegando a mi lado
-cuando esta mi madre es mucho más feliz-respondí tratando de ser distante
Pase un largo tiempo en la guardería hasta que me despedí del Señor Rufus con un puchero, lo iba a extrañar a pesar de no llevarnos bien siempre, tome mi bolso y debía de regresar.
-espero volver a verte, aunque bueno ahora tienes novio-dijo Theo atrás de mi al acompañarme a la salida, bufe y lo mire
-adiós -conteste ignorando todo lo anterior que dijo.
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