Capítulo 42 ♡

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Narrador

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Narrador

Mientras Amelia estaba en el asiento de conductor inconsciente y herida los gemelos lloraban y gritaban asustados en crisis al verla y no tener respuesta, trataban de quitarse el cinturón de seguridad pero era imposible, Amelia los había asegurado muy bien, sin ningún rasguño, la puerta fue abierta y ellos empezaron a llorar más fuerte al ver a quien menos pensaban.

-¡Mami! Despierta-grito Ben al momento que era liberado del asiento, pero antes de poder toca el hombro de Amelia fue tomado por uno de los sujetos sacándolo del auto -no me toquen-chillo aterrado, pero al ver Nick era igualmente tomado y se miraron con lágrimas, estaban solos.

-espero que hagan silencio o nunca la van a volver a ver-amenazo mirándolos con frialdad

-¡déjennos aquí con nuestra mamá!-grito Nick forcejeando pero era inútil ellos son apenas unos niños frente a esos gorilas

Se escucharon las sirenas de ambulancia por lo que sin pensarlo llevaron a los niños a una de las camionetas que estaba en dirección opuesta sin dejar rastro, sujetaron a los niños de manos y pies, y cubrieron sus bocas pues nunca dejaban de gritar llamando a Amelia y Matt.

Eran observados detenidamente con odio.

Narra Ame

Abrí mis ojos con dificultad al momento que un palpitante dolor de cabeza se hacia presente, todo daba vueltas a mi alrededor, podía sentir como cada musculo de mi cuerpo estaba adolorido, el sonido de patrullas y ambulancias se hicieron presentes y antes de que pudiera procesar bien la puerta fue abierta de golpe y un paramédico se acercó.

-¡Señorita!-exclamo mirándome -¿Qué sucedió?-pregunto y yo tan solo trataba de calmar mi respiración, el sabor metálico de la sangre estaba en mi boca y reaccione recordando a los gemelos.

-¡Nick, Ben!-grite con todas mis fuerzas girándome sin importar el dolor de mi cuerpo, ellos estaban conmigo pero al ver solo estaban los asientos vacíos, sentí como todo se venía sobre mi.

¿Dónde están?

-¿Qué sucede?-pregunto un oficial acercándose y observándome detenidamente mientras las lágrimas empezaban a rodar por mi rostro.

-¡Mis niños no están!-exclame levantando y saliendo del asiento con dificultad, todo mi cuerpo temblaba, mi respiración era cada vez más rápida y una presión en mi pecho me hizo tambalear pero al abrir la trasera ellos no estaban tan solo sus juguetes.

¿Dónde estaban? Y ¿si estaban heridos?

-señorita, trate de calmarse-dijo el joven paramédico evitando que me caerá, pero yo tan solo necesitaba ver a mis gemelos

-mis hijos no están, ellos venían conmigo-solté pasando mis manos por mi cabeza, pero un fuerte dolor me hizo caer a el pavimento de rodillas mientras miles de lágrimas caían por mi rostro -una camioneta nos venia siguiendo-añadí recordando todo.

¿Yo?, ¿Mamá? ¡SUSTITUTA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora