Capítulo 08.- Sentidos.

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Jade.

Nos tumbamos en lo ancho de aquel sofá, exhaustas por el arduo trabajo de poner de cabeza el estudio, pero eso sí, había quedado más presentable y elegante que cuando llegue.

-Estoy tan cansada. –dijo Karen volteando a verme.

-Yo también, lo único que nos faltó mover, fueron las ventanas. –ambas reímos. Solo que, le hace falta mucha luz a este estudio.

- ¿Tú crees? Aunque, te doy la razón... ¿Ves aquella lámpara? –me señaló su lámpara de escritorio a lo que asentí. Cada uno de nosotros, tenemos una de esas en los escritorios porque ese foco, alumbra muy poco.

-Ahora que recuerdo, por aquí cerca, hay un lugar en donde venden unas lámparas de luz led que son ahorradoras, pero alumbran mucho. –dije mientras llevaba mi mano a mi barbilla, tratando de recordar exactamente dónde. Creo, que se ve de aquí.

Me encaminé hacia la ventana que estaba tras el escritorio de Karen, abrí un poco esta para asomarme por ambos lados y si, la tienda estaba tres calles atrás del edificio donde estábamos, lo reconocí por aquellas luces neón de color amarillo, azul.

-Ven, es esa tienda. –le indique a Karen que se acercara mientras le señalaba dicha tienda.

-Ah sí, sé de qué tienda hablas, mi prometido M... -fue interrumpida por Foggy quien apenas salía de la oficina de Matt.

- ¡Wow! Hasta parece que nos mudamos a un nuevo estudio. –comento Foggy. Le hace falta un poco de pintura, pero, fuera de eso, quedo muy bonito.

-La verdad si, Jade me estaba comentando que por aquí cerca, hay un local en donde venden unas lámparas de luz led que alumbran mucho y son ahorradoras. Al estudio le hace falta algo de luz, por si no te has dado cuenta.

-Es verdad, es muy oscuro, me parece genial, compremos una entre los 3 y si resulta, compramos más. ¿Les parece?

Asentí junto a Karen mientras veía a Matt alejarse atendiendo el teléfono, platicamos unos segundos más en lo que Matt volvía, se pusieron de acuerdo con respecto al dinero para luego lanzarse miradas para ver quien iría a confirmar dicha información.

-Puedo ir yo, prometo no huir con el dinero. –dije a lo que Foggy y Karen rieron con culpa, temerosos a que me ofendiera.

-Jade, no es por la desconfianza, es solo que no quisiera que fueras sola. –agrego Karen viéndome.

Narradora.

Jade se detuvo frente a la puerta, abrió esta y antes de salir del edificio, asomo su cabeza para ver si aún llovía, solo lloviznaba.

-Esta lluvia no moja, pero si enferma. –comento Matt mientras Jade lo guiaba para salir del edificio.

-Probablemente el que enferme seas tú, te mojarías doble vez. –ambos sonrieron.

Matt se detuvo en la acera, era algo noche y él tenía que ser guiado por alguien ya que, cuando oscurecía era mucho más complicado para el andar por la calle, dudaba de preguntarle a Jade si podía tomar de su brazo o de su hombro para guiarse, no quería incomodarla.

Jade se paró a su lado mientras tomaba la mano de Matt para colocarla en su hombro y poder caminar a la par sin que el tropezara, Matt, volteo a verle confundido mientras en su cara, se dibujaba una pequeña sonrisa, seguido de esta acción, Jade palmeo repetidas veces la mano de Matt sobre su hombro, transmitiéndole a Matt, confianza.

-Yo te guio. –dijo mientras Matt sonrió por tales palabras, tal acción.

En la ventana del estudio, los veían Foggy y Karen encaminarse hacia su destino.

-Congenian tan bien, que me aterra. –comento Karen.

Luego de la perdida de Elektra, Matt no volvió a ser el mismo. Los primeros meses, evadió dicha perdida centrándose en acabar con el caos que había en Hell's Kitchen en esos momentos, luego de salir victorioso de aquella guerra contra Wilson Fisk, Matt se encerró por meses en una burbuja de depresión de la cual, le fue muy difícil salir.

Tanto Foggy como Karen fueron testigos de dicha depresión, del ver a Matt perderse en aquel abismo de tristeza por largos e interminables meses, temían que la inestabilidad de Jade lo llevara al límite, al grado de terminarlo de destruir.

-Lo sé.

Foggy quería ver a su amigo feliz y se rehusaba a interponerse en esos nuevos sentimientos que Matt desarrollaba hacia Jade, pero temía, temía que esta vez, el dolor de una perdida pudiera acabar con él, para siempre.

- ¿Y cómo es que conoces de esa tienda? –pregunto Matt.

-Hace un tiempo, le ayude al chico que trabajaba en ese lugar a vender precisamente esas lámparas, si vendía todas las que él me daba, compartíamos el dinero, yo lo utilizaba para comer o para mi vicio... Fue un buen chico, me quito tantas veces el hambre.

-Años en este edificio y jamás coincidimos, de haberlo hecho, aquel día te hubiera reconocido al instante. –agrego Matt a lo que Jade lo volteo a ver con intriga.

- ¿Cómo podrías reconocerme si no puedes verme?

Matt al sentirse cómodo con Jade, le confesaría acerca de sus sentidos mas no de su doble vida, ya había hablado de mas, no podía mentirle.

-Cuando perdí la vista, mis otros sentidos se hicieron más fuertes, el oído y el olfato siempre desde ese momento, han sido mis mejores aliados.

-Desde que te conocí, imaginé que habías nacido así, me apenaba preguntarlo. –se detuvieron al borde de la acera esperando su turno para cruzar la calle.

Ambos guardaron silencio, Matt para concentrarse y Jade porque era algo inevitable lo ruidosa que era la ciudad, finalmente cruzaron la calle, quedando a una cuadra de distancia de llegar a dicho establecimiento.

-No, tuve un accidente a los 8 años, evite que un abuelo fuera atropellado por un camión y la sustancia que traía el mismo, provoco mi ceguera.

-Gracias por hacérmelo saber, -giro a verle mientras sonreía.

-No agradezcas, es parte de conocernos.

Jade.

Estábamos por llegar a dicho establecimiento y las cosas se empezaron a poner feas. El simple hecho de recordar que probablemente ese chico siguiera trabajando ahí, me reconociera y se molestara por haberme robado aquellas lámparas me ponía algo de nervios.

Las manos me empezaron a sudar seguido de agitar un poco mi corazón, disminuí la velocidad de mis pasos, algo de lo que notoriamente Matt se dio cuenta.

- ¿Estas bien? Podemos regresar si no te sientes cómoda. –pregunto.

-Estoy bien, solo son nervios.

Antes de entrar, tomo una bocanada de aire, soltó el mismo y empujo la puerta adentrándose en dicha tienda.

- ¿Jade?

-Mierda. –susurro aquella chica mientras se percató de que aquel individuo la vio.

Narradora.

Jade tenso su cuerpo de inmediato, la sensación de sentirse sumamente expuesta y en peligro, la mantenía de nervios volviéndola vulnerable ante cualquier individuo.

-No te alejes de mí, no me dejes sola Matt. –susurro al ver cuán cerca se encontraba el tipo.

-Me quedo a tu lado, descuida. –Matt tomo ligeramente de su muñeca, erizando todos y cada uno de los vellos corporales de Jade.

Esbozo una sonrisa, seguido de sentir como sus mejillas ardían, ruborizándose al instante.

Sombra de Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora