Sombra de Ti.

Capítulo 02.- Asilo y Calidez.

Narradora.

Horas después de vagar por las calles con la mirada perdida, el efecto termino y Jade volvió en sí.

No recordaba en que parte de la ciudad se encontraba, siquiera el cómo regresar a aquel restaurante. Había caminado lo suficiente bajo el efecto de las drogas que no era capaz de recordar alguna referencia para volver.

Cruzo la calle para preguntarle a quien más confianza le diera si sabía de algún dispensario o refugio en donde pudieran darle asilo.

Toco el hombro de una chica, la cual destacaba de entre todas las personas por aquella boina roja que traía puesta. Esta se giró y extraña le pregunto si necesitaba algo a lo que Jade asintió temerosa.

-No soy de por aquí, estoy perdida y... Necesito saber de algún lugar en donde puedan darme asilo, aunque sea solo para darme un baño. -termino y la chica asintió.

- ¿Estas en condición de seguirme o crees grabarte la dirección que te daré?

Jade negó con la cabeza, no se quedaría la información en su cabeza por lo que opto por caminar a su lado para que la llevara hacia aquel lugar.

Ambas se sentían raras por la compañía de la una con la otra y más por cómo les miraban los individuos que topaban con ellas.

La chica puso frente a Jade una iglesia enorme de color café, con un frente precioso. Se adentraron en el lugar dirigiéndose hacia el convento que se ubicaba tras la iglesia, la chica pregunto por alguien en especial a una de las madres que se encontraba cerca, la misma las llevo hasta donde esa persona se encontraba.

-Buenos días, ¿Cómo puedo ayudarte? -se dirigió exactamente hacia la chica para luego ver a Jade.

Por otro lado...

Matt y Foggy llegaron al mismo tiempo al estudio, confiados de que Karen ya estaba dentro del estudio como de costumbre, empujaron la puerta la cual se encontraba cerrada con llave. Foggy empujo un par de veces más sin tener éxito.

- ¿Tienes llave? -pregunto Matt.

-No, ¿tú tienes llave? -lo volteo a ver.

-Tampoco, ¿y ahora?

Se quedaron callados por un momento sin tener solución alguna, uno de los dos esperando a que el otro diera la solución al problema.

-Iré por el casamentero, -dijo Foggy a lo que Matt asintió.

Minutos después llego con el cerrajero debido a que no encontró al casamentero, en un abrir y cerrar de ojos, el cerrajero con una tarjeta de presentación de su negocio, abrió la puerta dejando a ambos chicos boca abierta.

-Gracias señor nos acaba de salvar la vida,

-Y el trabajo. -complemento Matt.

-Son $10 dólares,

- ¿Qué? Pero si solo abrió la puerta con una tarjeta, no puede cobrar $10 dólares por eso,

Matt se empezó a reír por lo bajo evitando que Foggy lo viera, el cerrajero veía a ambos con su cara de pocos amigos esperando a que alguno de los dos le pagara.

Cada uno puso $5 dólares y le pagaron al tipo quien recogió su caja de herramienta del piso para luego retirarse.

-Ni mis habilidades como Daredevil nos salvó de tremendo robo, -agrego Matt para luego soltarse riendo por la situación y lo molesto que se encontraba Foggy.

-De haber sabido que así se podía abrir la puerta, hubiera utilizado la tarjeta del adulto mayor de mi abuela y ahorrarme $5 dólares.

Se adentraron en el estudio, cerrando la puerta tras su espalda, ambos dejaron sus cosas en sus escritorios. Foggy encendió la cafetera para preparar café para ambos y dejar para Karen en cuanto llegara.

Matt se recargo en el arco de la puerta, Foggy le dio su café y este asintió luego de dar un sorbo quemándose un poco la lengua.

-Es bueno, -dijo alzándolo frente a él.

-No hay cosa que Foggy Nelson no haga bien. -ambos rieron.

Intervino un silencio entre ambos, pero Matt intuía lo que Foggy estaba por preguntarle sin embargo lo dejo hacerlo sin interrumpirle.

-Matt, ¿no crees que ya es tiempo de... sentar cabeza con alguien? El tiempo no deja de pasar y desde Elektra no has vuelto conocer a alguien.

Agacho un poco la cabeza ante el comentario, para Matt no era fácil asimilar lo que había ocurrido después de 4 años, él había seguido con su vida, pero Elektra se había ido y en parte, sentía culpa por eso...

-Lo eh intentado mas no puedo, no me es fácil olvidar tan pronto todo esto... Y más por la manera en como ocurrió,

-Matt, ya pasaron 4 años hermano, -Foggy dejo su café en la barrita. Estoy por casarme, Karen ya formalizo con alguien y tú, ese dolor te ha consumido a la mala, me duele verte así... Solo.

Fue un golpe bajo, pero Foggy tenía razón.

A Daredevil le gustaba la soledad en la que vivía bajo la noche debido a que ocupaba su cabeza en evitar el mal en Hell's Kitchen, pero a Matt, Matt estaba cansado de estar solo.

Por otra parte.

Alojaron a la chica en una habitación, le dieron ropa y le permitieron tomarse ese baño caliente que tanto anhelaba.

Cuando Jade se mantenía consciente, por momentos era otra chica... La chica que anhelaba recuperarse pero que su cabeza no se lo permitía.

Le puso cerrojo a la puerta del baño sin embargo, fuera de la habitación había una que otra persona que la cuidaba, preocupadas por el estado en el que había llegado.

Encendió la regadera esperando a que el agua saliera hirviendo para poder meterse bajo el chorro de agua ardiendo, estando bajo el mismo cerro sus ojos relajando por completo su cuerpo y mente.

Después de aquel baño de 20 minutos, salió enredada en una toalla parándose frente al espejo empañado el cual le impedía ver su reflejo, lo limpio y al verse, los ojitos se le aguaron al instante.

Odiaba a esa Jade, ojerosa, maltratada por esta cruel vida. Acaricio con sus manos una de sus mejillas mientras abrazaba su cuerpo con su brazo restante.

-Te extraño. -murmuro mientras dejaba caer su cabeza hacia su hombro derecho.

Cepillo su cabello el cual estaba muy enredado, con suficientes nudos como para cortarse pero ella quería darse el tiempo de deshacer cada nudo que había en su larga cabellera negra. El cabello iba secándose conforme pasaban los segundos dejando ver aquellas ondas no tan definidas pero lindas, apenas termino, se vio al espejo y le gusto lo que vio pero su primer pensamiento fue, el verse bonita para aquellas personas que se fijaran en ella y así a cambio de su cuerpo, pudiera obtener más drogas.

Se vistió con la ropa que le habían dado, una sudadera gris, un pantalón negro y unos tenis blancos. Salió del baño mas cómoda con su persona y lista para irse pero lo suficientemente cansada como para quedarse. La habitación tenía una temperatura muy cálida lo cual la hizo sentirse abrigada por el calor de un hogar, la cama al centro del cuarto estaba tendida, pero sabía que era solo para ella... Se recostó en ella cubriéndose con la cobija que estaba sobre la misma, el sueño la envolvió luego de sentir su cuerpo abrigado por el calor de las colchas, obligándola a dormirse en un profundo sueño.