Capítulo 13.- Gripe.

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Jade.

Detuve sus manos evitando la acción de sacarse el casco frente a mí, sus manos un poco temblorosas e inseguras por lo que estaba a punto de hacer solo me confirmaron algo, Matt hacia esto desde el corazón y no por gusto.

-No, aun no. –apoye mis manos sobre las suyas mientras lo veía fijamente.

-Estoy listo, -dijo seguro, pero con la incertidumbre de si era o no, una buena idea.

-Quiero que sea mágico, especial... El revelar tu identidad no es cualquier cosa.

Esbozo una sonrisa para luego darme un pequeño beso en la nariz, me ruborice al instante.

-Gracias... -susurro para luego yo asentir.

Rodeo mi cintura con uno de sus brazos mientras me atraía a su cuerpo, suspire aliviada de la seguridad que sentía en brazos de este "desconocido". Su calor me abrazaba la piel y el alma, no intercambiamos ninguna palabra, solo respiraciones, suspiros y una que otra sonrisa.

Sobre nosotros aun caía la fuerte tormenta que parecía no cesar pronto. Su respiración sobre mis labios me tentaba a besarle, pero, era tímida. Me acerque ligeramente hacia su boca, él lo hizo por mí, se lo agradeceré toda la vida.

El ya no podía negarlo, sus besos eran inigualables. Era Matt.

Pase una de mis manos sobre su nuca dejándola ahí, la otra la deje en su espalda, apreciando con las yemas de mis dedos, la piel en la que se metía cada noche para salir a combatir el crimen. Sus manos sobre mi cintura y espalda, estremecían mi piel, seguido del frio que sentía por estar sumamente empapada por la lluvia.

En sus brazos termine de confirmar cuan enamorada estaba de Matt y ahora, de Daredevil.

Todas y cada una de las emociones que en estos precisos momentos desarrollaba, eran completamente nuevas para mí, nunca antes, que yo recuerde, un hombre me había hecho sentir así de bien, contenta... Feliz.

El, se aferraba a mi cuerpo como yo al de él, no quería salir de sus brazos nunca. Su intimidante traje y aura me daban la paz que, en años, no pude tener.

Por un momento no me sentí aturdida por mis demonios internos, los cuales eran severamente molestos al encontrarme en este tipo de situaciones. Hoy, cesaron sus voces, me permitieron disfrutar del bello momento que ambos nos regalábamos.

La vida, el destino se las ingeniaron poniendo todo a nuestro favor para crear este momento. Este bello momento en donde ambos, confirmábamos lo verdaderos que eran nuestros sentimientos.

Sonrió a mitad del beso mientras apoyaba su frente en la mía, mi corazón latía de felicidad pura, lo quería... Adoraba a Matt en toda la extensión de la palabra, ya no tenía más dudas de eso.

Al día siguiente...

Luego de aquella majestuosa e inolvidable noche, desperté con escurrimiento nasal, algo de irritación en la garganta y dolor de cuerpo, estaba por darme gripa...

Tocaron a mi puerta y con la voz completamente ronca por las molestias de la garganta, le pedí a Karen que pasara.

-Buenos días dormilona, al parecer la lluvia si te enfermo. –dijo mientras se recargaba en el marco de la puerta viendo hacia mi cama.

Me entrego un pañuelo luego de ver como buscaba algo con lo que sonarme la nariz.

-Gracias, no creí que esa llovizna me haría tanto mal. –soné mi nariz.

Cuan sarcástica había sido, pero, ni loca le contaba, me prohibiría salir e inclusive ver a Matt si le contaba todo lo que había pasado anoche.

-Apuesto que siquiera te has bañado, anoche prepare la cena y te llame un par de veces, entre, te vi dormida.

Sombra de Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora