Park Jimin + Min YoonGi

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LA HISTORIA ESTÁ PUBLICADA EN MI PERFIL :)

Min YoonGi + Park Jimin + Reader

Advertencia: Au Omegaverse. Maltrato físico y psicológico. Mención de tca. Mención de violación. Maltrato infantil. Por favor, leer con discreción.

Nota: He estado pensando mucho en si traer esta historia o no, al final voy a dejar que ustedes decidan. No será un "one shot", será una historia de varios capítulos totalmente independiente a este libro en dónde nuestro rayito también será protagonista. Y no será tan triste como parece, ¿o sí?




Seo Y/N.

-¿Un alfa? No quiero ser un alfa papá.-Puchereó el pequeño pelinegro, aferrándose con fuerza a la almohada entre sus brazos.

-¿Por qué no cariño?-Cuestionó su padre, agachándose a su altura y prestándole atención a las palabras de su hijo.

-Los alfas dan miedo, en cambio, los omegas son lindos y chiquitos.-Sonrió el niño.-Quiero ser igual de lindo que tú.

-¿Qué? Pero si eres incluso más lindo que yo.-Bromeó.-No te dejes engañar, los omegas somos más que sólo "chiquitos y lindos", somos muy fuertes y capaces de hacer lo que nos propongamos, sin embargo, no podemos evitar sentir gusto por los alfas apuestos, como tú o tu padre. La jerarquía no hace ni más ni menos a nadie, ¿lo entiendes Y/N?

El pequeño asintió, acariciando la mejilla de su padre con dulzura.

-Siempre debes de estar orgulloso de quién eres, no importa lo que te digan los demás. Busca ser feliz, no busques hacer feliz a los demás; sé un alfa respetuoso, amable, amoroso, trabajador, honesto, siempre recordando que todas las categorías merecen el mismo respeto.

-Tampoco olvides darte tu lugar, busca el mismo respeto que le das a los demás.-Interrumpió su padre alfa, dejando su abrigo en el perchero.

-¡Sí!-Saltó el niño emocionado, dejando caer la almohada.-Quiero ser como tú papá.

Señaló al alfa con una sonrisa.

-Traidor, hace un minuto dijiste que querías ser como yo-El omega fingió decepción.

La mirada del pequeño saltaba de un padre a otro, teniendo un debate consigo mismo por cómo quién quería ser.

-¡Seré cómo los dos! Fuerte y decidido como mi papi Baek, cariñoso y trabajador como papá Sehun.

Ambos hombres se acercaron al niño, abrazándolo con amor.

-Si eso te hace feliz entonces está bien, estoy seguro de que más adelante conseguirás tu propia forma de ser.-Sonrió Baek, acariciando la mejilla de su hijo con la punta de su nariz.

-¿Yo solito?-Hizó una mueca, haciendo reír a sus padres.

-Siempre estaremos aquí para orientarte Y/N, siempre.-Aseguró Sehun, revolviendo su cabello suavemente.

Era un niño realmente afortunado. Lástima que no todos los niños de su edad tenían las mismas oportinidades.




Park Jimin.

Lo intentó, pero no logró mantenerse de pie cuando la mano de su madre impactó en seco contra su mejilla, haciéndolo tropezar con sus propios pies para luego caer de espaldas contra el duro, frío y sucio piso. El pequeño no pudo evitar emitir un quejido de dolor, sintiendo su tobillo punzar y su mejilla arder, ¿cómo es que su madre podía ser tan cruel?

-¡Deja de quejarte inútil! Nunca conseguirás un buen alfa si sigues siendo un omega incompetente, sólo mírate, has subido de peso, tu forma de vestir es repugnante, no sabes cocinar y mucho menos limpiar de manera decente, ¿acaso sirves para algo?-El omega mordió el interior de sus mejillas, evitando soltar un sollozó luego de las palabras de su madre.

Sabía que si se atrevía a llorar su tobillo sería la menor de sus preocupaciones.

Aún así lo estaba intentando, en verdad lo hacía, pero no importaba que tanto se esforzara, nunca era suficiente; su madre seguía golpeándolo y corrigiéndolo al mínimo error, recalcando una y otra vez su inutilidad junto a su forma de ver.

No había comido nada en las últimas 48 horas, sin embargo, le seguían llamando cerdo.

No había dejado de practicar sus pasos de baile, sin embargo, le seguían llamando inútil.

No había dejado de estudiar para obtener diez, sin embargo, le seguían llamando idiota.

¿Qué querían de él entonces?

-No lo entiendes ¿cierto?-Habló de nuevo su madre.-Tienes que ser el omega perfecto Jimin, así un buen alfa querrá casarse contigo, un alfa con mucho dinero y poder social ¿lo imaginas? Salvarías a nuestra familia de la pobreza, así que deja de ser un maldito egoísta y esfuérzate más. Después de todo, no hay nada bueno en ti, así que tendrás que esforzarte el doble, ¡incluso el triple!

Tras esas palabras la mujer salió de la habitación, ignorando los lamentos y quejidos provenientes del pequeño omega.

Ese fue el día en que Jimin se prometió salir de ese lugar, no importaba el costo, sólo quería poder vivir de manera digna sin golpes e insultos constantes. Park Jimin sólo quería vivir la vida de un niño de 10 años, uno que si fuera amado por sus padres.

Daría todo por dejar de ser un omega, después de todo, los alfas siempre parecían tener todo más fácil.



Min YoonGi.

-¿¡Un omega!? No puedo creer que mi primogénito sea un asqueroso omega, la clase más baja en nuestra jerarquía, ¿sabes lo que dirá la gente sobre nosotros? Acabas de sepultar a tu familia YoonGi.-Gruñó su padre molesto, apretando las mejillas del niño entre una de sus manos, haciendo que el pequeño se encogiera en su lugar debido al miedo.-Y ni siquiera eres uno bonito, sólo mírate, eres horrendo, no hay manera de que encuentres una buena pareja. Hasta en eso vas a fracasar.

-Puedo cambiarlo padre, yo tampoco quiero ser un omega.-Murmuró luego de haber sido empujado.

-No seas estúpido, las jerarquías nunca se pueden cambiar, ¿no te enseñaron eso en la escuela? Que lamentable, parece que ni siquiera tienes un cerebro que retenga y procese información.

-Entonces puedo ocultarlo, fingir ser un alfa-Insistió, no queriendo molestar más a su padre.

-¿Sí? ¿Qué pasara cuando te enfrentes a un verdadero alfa? Si te va bien, te violarán y dejaran embarazado, si te va mal, te violaran y matarán, ¿eso es lo qué quieres?-El pequeño negó rápidamente, completamente asustado por aquellas palabras.-Mala noticia YoonGi, eso es lo que los alfas hacemos con ustedes los omegas, eso fue lo que hice con tu madre y eso es lo que haré contigo si no despareces de mi vista en este instante.

El niño corrió lejos de su padre, encerrándose en su habitación. Las lágrimas se habían escapado de sus ojos hace tiempo, sus pequeñas manos temblaban y por sus piernas escurría orina, producto del momento traumático que acababa de vivir.

Odiaba ser un omega, odiaba a su padre, odiaba su casa y sobre todo, se odiaba a sí mismo.




¿En verdad merecían eso? Después de todo, sólo tenían 10 años.

ᵒⁿᵉ ˢʰᵒᵗ'ˢ ᵃˢⁱᵃⁿ ᵇᵒʸˢ •ᵐᵃˡᵉ! ʳᵉᵃᵈᵉʳ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora