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Grupo: BTS. Advertencia: Omegaverse. Relación: Amorosa. ■Segunda parte del OS anterior.■
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-Nos vemos mañana.-Sonrió _______ soltando finalmente la mano de Hoseok frente a su casa.
-Si...-Susurró y eso causó que el más alto frunciera levemente el ceño.
El comportamiento del omega lo tenia en verdad confundido, había estado todo el día distante y con mala cara, por supuesto trató de averiguar que le pasaba, quería ayudarlo, porque lo amaba.
Pese a eso, siguió obteniendo la misma respuesta una y otra vez, nada, no le pasaba nada, estaba bien y normal justo como todos los días, entonces ¿por qué no se sentía así?
Decidió no insistir más, la situación le estaba molestando, ¿estaba enfermo? Él podría comprarle los medicamentos, ¿enojado? Él podría hablar con él sobre eso, incluso si estaba embarazado, él se haría cargo sin dudarlo, porque lo amaba, y en ese momento era todo lo que importaba.
Pero Hoseok no lo hizo, se mantuvo callado hasta que el alfa se fue, se mantuvo guardando el secreto, guardando el silencio que no debió de guardar, o tal vez si.
Al darse la vuelta y entrar a su casa se encontró con la mirada decepcionada de su madre.
-¿Le dijiste?-Preguntó manteniendo los brazos cruzados sobre su pecho.
-No mamá, ni siquiera lo pensé, ¿sabes que ocurriría con su carrera? Algo así lo destruiría, yo no quiero ser quien lo destruya.-Respondió Hoseok, dejando su abrigo en el perchero justo a su izquierda.
-Lo harás de algún modo, si él se entera mañana o incluso después de dos años, no se quedará con los brazos cruzados, así que no importa Hoseok, porque de todas formas ya lo destruiste aún si no querías hacerlo.-Se marchó a su habitación, estaba molesta, ella sabía que el alfa de su hijo se haría cargo sin dudarlo, porque era un alfa bueno y respetable, sin embargo, no quería meterse en donde no la llamaban, era un asunto de pareja en la cual ella no formaba parte, aún sabiendo que la decisión de Hoseok estaba mal.
El omega suspiró recargándose en la pared detrás de él, poco después camino hasta su habitación, mirando con miedo el boleto de autobús que permanecía escondido entre una de sus libretas, ¿huir? claro, esa era la salida más "fácil" en un momento como ese, estaba temblando de miedo, no tenía a quién acudir, ni siquiera n lugar al que llegar, aunque pese a todos esos obstáculos, estaba decidido a darle una buena vida a su cachorro.
Sus padres se encontraban durmiendo, así que bajó con cuidado las escaleras frente a él, repitiéndose a si mismo una y otra vez que aquello estaba bien, al menos lo haría hasta que lo creyera, porque definitivamente no estaba bien.
