Capítulo X

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[Narra Jungkook]

Decir que me encontraba in shock sería poco, no sabía que era lo que me tenía más sorprendido.

Si saber que había tenido razón, si el hecho de haber visto a mi angelito transformarse ante mis propios ojos, si ver lo inhumanamente hermoso que es, o el hecho de ver que está completamente desnudo frente a mi, mientras que llevo rato con una bendita erección.

- ¿Y ahora te quedaras callado? - me preguntó, pero estaba perdido y embobado observándolo detenidamente, el hermoso rostro enrojecido que estaba frente a mi.

No se cuanto tiempo estuve admirando la belleza deslumbrante delante de mi, él seguía hablándome y solo me limite a mirarlo por completo.

Toda su piel estaba sonrojada y cubierta por una fina capa de sudor. Es más bajito y delgado que mi persona, sus manos pequeñas, hermosos y rasgados ojos color ámbar, y poseía los labios más hermosos que jamas había visto, tan gruesos y rosados, se veían tan suaves, eran muy tentadores, que placía probarlos, lamí mis propios labios tratando de controlar las ansias que sentía por querer probar los ajenos.

- ¿Tu cabello no era rubio-naranja? - le pregunté al ver su rubia cabellera blanquecina.

- ¿He? ¿mi cabello? Este cambia de color cada vez que regreso a esta forma. . . - él siguió hablando, pero me perdió por completo cuando paso sus pequeños dedos por su cabellera.

Consciente o inconscientemente, me acababa de lanzar la mirada más sexy que he visto en toda mi parrandera vida, pero cuando paso su lengua por sus labios para humedecerlos, me tuvo a mi y mi completa atención llendo directo hacia él.

- ¿Mi hombre, me estas escuchando? - me preguntó cuando ya estuvimos frente a frente. - ¡Mi hombre!

- Si, soy todo tuyo. - le dije, lo sujete de la cintura, lo pegué a mi cuerpo y lo besé fogosamente.

Él trató de corresponderme el beso, pero al parecer no sabia como hacerlo, tampoco sabia que hacer con sus manos, así que solo las tenía levantadas as la altura de sus hombros, y no las movía de ahí.

- Si nos saber que hacer, te guiaré. - le dije mientras colocaba sus brazos alrededor de mi cuello, y al levantarlo del piso por instinto envolvió sus piernas alrededor de mi cintura. - Muy bien, ahora abre tu boca para mi, y saca la lengua.

Mi angelito asintió y sumisamente obedeció a mi petición, regalándome una imagen tan obscena, que hasta lo hizo poner más erecto.

Sus mejillas sonrojadas, junto a sus belfos rojos e hinchados y, una mirada llena de deseo y lujuria, provocando en mi unas incontenibles ganas de poseerlo.

Decir que me comí su boca era poco, la devoré, era esquisito sentir como sus pequeños gemidos eran ahogados por nuestro acalorado beso.

Subí las escaleras, lo llevé a mi habitación y lo recoste sobre la cama. - Te enseñare muchas cosas, mi pequeño angelito. - le dije antes de volver a besar sus suaves y esponjosos labios con hambre.

. . .

[Narra la autora]

Luego de una apasionada noche, en donde Jimin se entregó por completo a Jungkook, dándole a éste su joya más preciada, ambos se sumieron en un profundo sueño, para después a la mañana siguiente despertar el uno alado del otro.

Al despertar Kook lo primero que vio fue el hermoso rostro de JM, el cual aun dormía plácidamente a su lado, pero entonces Jeon recordó que literalmente no sabia nada del 'chico' que estaba acostado junto a él.

Los Hijos de la Diosa Bastet: KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora