Capítulo XXII

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Tres Horas Después.

Jimin y los tres chicos ya se encontraban en su nuevo vehículo, prestado por los contactos que Taemin tenía en dicho lugar, e iban en dirección a la Sierra Ecuatoriana.

Tenían que alejarse lo más podían de la costa, y buscar otro aeropuerto, y, que mejor lugar que la capital de dicho país.

Pero en cuanto empezaron a subir las montañas, JM comenzó a sentirse mal, estaba mareado y con constantes náuseas.

'Le agarro la altura' decían las personas que lo veían con pena, cada vez que paraban para que el pequeño Jimin vomitara.

Por suerte antes de empezar su nuevo viaje, compraron abrigos para soportar el frío.

Y el de JM lo pidieron con capucha para que pueda ocultar sus orejitas, ya que éste quería ir apreciando el paisaje.

Así que no tuvieron ningún inconveniente cuando tenían que parar de imprevisto para que éste vaciara su estómago, otra vez.

- ¿Te encuentras bien? -le preguntó Jay a Jimin, mientras se voltea en su asiento, mirando hacia atrás para observarlo mejor, pero se sintió un completo tonto preguntando eso al ver lo pálido que se veía el pequeño.

- Siento que me voy a morir... -contestó, haciéndose bolita sobre el regazo de Jeon, aferrándose a él como si hacer eso pudiera aliviar su malestar, y escondía su rostro en el cuello de éste, para no mirar el paisaje de aquellas inmensas montañas, las cuales dejaban de parecer hermosas cuando su vista de desviaba hacia abajo y veía un inmenso abismo.

- ¿No será que le hizo daño algo de lo que comió? -consultó SB, mientras lo miraba através del retrovisor, sintiéndose un inútil por no poder ayudarlo, cuando JM los ayudó mucho en su primer robo, pero al ser éste un 'Ser' del que no tiene ni el más mínimo conocimiento de su origen o anatomía interna, no sabía si unas simples pastillas le podrían ser de ayuda o empeorar.

- También pensé en eso, pero si fuera así, estaría igual que él ya que comimos lo mismo. -contestó JK, con notoria preocupación en su rostro y en su timbre de voz, mientras abrazaba a Jimin y le daba suaves caricias en la espalda.

- Entonces el viaje y el cambio de clima le están pasando factura. -señaló Jay aún buscando un origen más exacto para la causa del malestar de JM, ya que si todo aquello era ocasionado por el viaje y el clima, al llegar a su destino el pequeño podría empezar a mostrar mejoría.

- Mierda... Y aún faltan cuatro horas más de viaje. Y si continuamos haciendo estás paradas será aún más tiempo. -mencionó Soobin aún más preocupado.

Ya que si Jimin continuaba así seguiría perdiendo líquidos, y podría enfermar gravemente por deshidratación, además de que sus ácidos estomacales podrían dañar su esófago.

Y el problema principal de todo eso, era el hecho de que no podían llevarlo a un hospital.

- No sobreviviré a eso... Antes de llegar me les muero... -dijo rompiendo en llanto, no pudiendo soportar el gran malestar que sentía.

JM solo quería dormir, pero por el constante movimiento del auto no lograba hacerlo y eso lo molestaba mucho, porque se sentía muy cansado.

- Jimin, no digas eso. En algún punto del viaje te has de acostumbrar a ésto y te empezarás a sentir mejor. -le aseguró Kook, mientras lo consolaba y dejaba esporádicos besos sobre su cabellera, por ahora, azabache.

- Eso espero... Ruego porque sea así... -murmuró, mientras sorbia por la nariz y se secaba las lágrimas.

Cuando llegaron a Quito las náuseas de JM cesaron, pero los mareos continuaron. A causa de eso, se vieron obligados a quedarse en dicho país un día más. Esperando que el pequeño minino mejore aunque sea un poco más.

Los Hijos de la Diosa Bastet: KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora