Soñaba contigo antes de conocerte. (Amor entre chicas)

El nuevo brillante día

Llegaron juntas a la secundaria, felices y radiantes, caminando tomadas de la mano, muchos las miraron un poco sorprendidos, pero la mayoría quiso creer que aquello solo era cosa entre amigas.

Sebastian las miró a la distancia, su rostro tomó un gesto de extrañeza y alzando una ceja fijó la mirada en Katherine como tratando de sacar una respuesta que aclarara aquello. Las chicas lucían mucho más unidas y felices que de costumbre. Algo en ellas dejaba claro que la amistad que tenían no era en realidad una simple amistad. Katherine besó la mejilla de Candy.

Cuando al fin se encontraron de frente, Sebastian y Katherine se quedaron solos, Candy se fue, pues ese era uno de los días en que tenía una clase distinta a la de Katherine.

La pelinegra tenía los ojos realmente brillantes y con la mirada clavada en Sebastian se reía. Sebastian también reía, un poco nervioso y confuso pregunto:

-¿Hay algo que quieras contarme, amiga mía de toda la vida? -Y al decir esto rodeo con su brazo a Katherine.

-Pues, solo debo decirte que no te pases de cariñoso conmigo, porque mi chica se pondrá celosa.

Sebastian abrió la boca de forma un poco exagerada por la sorpresa, sus ojos exclamaban ''¡QUE!''

Katherine rió más. Volvió a intervenir diciendo:

-Vamos, Sebastian, solo era una broma, mi chica Candy no se enojara, no es tan celosa como yo.

-¡Espera, Katerina! No vayas tan rápido, ¡por favor! ¿Qué te pasa? ¿Acaso crees que puedes soltar las cosas de forma tan confusa? ¡Dime más detalles! ¡Jesucristo!

-Pues, ¿que más quieres que te diga? Nos besamos, sí, nos besamos ayer, en mi casa...Y ahora estamos juntas, o bueno, eso creo, no hubo ninguna preposición, lo cual...es extraño, no lo había pensando. ¡Ah! Estas cosas entre chicas me confunden pero, nos besamos, Sebastian, ella me ama como yo a ella, lo sentí en mis labios.

-¡Dios, Katherine! ¡No tengo palabras! En serio, no puedo creerlo, no puedo digerir esta impactante noticia pero wow, ¡estoy muy feliz por ti Kath! Felicidadeeeees -Y mientras decía esto con un tono muy emocionado rodeaba con sus brazos a Katherine y recostaba la cabeza de la pelinegra contra su pecho.

-Gracias Sebastian, es raro que te alegres de esto, bueno, no es raro, si no que ya sabes, tenía mucho miedo pero...no tendré miedo de ahora en adelante. ¿Sabes? Quiero ser feliz con ella, digo, soy feliz con ella, así que no perderé mi tiempo temiendo y escondiendo esto.

-Así se habla Kath, y recuerda, eres una de las chicas más grandiosas, guapas e inteligentes, así que esto, el hecho de que te gusten las chicas, ¡no cambia nada! Sigues siendo GRANDIOSA, nada más que, pobres chicos, se pierden de una belleza como tú.

-Eres un encanto Sebastian, si no fuera porque nos conocemos desde toda la vida y eres como un hermano y sería como incesto, sabes que me habría enamorado de ti. Claro, eso añadiendo el hecho de que ahora estoy enamorada de una chica, la chica más preciosa del universo, la mejor de todas, ¡santo Dios! Jamás creí que me escucharía alguien hablando así, jamás he sido tan cursi.

Sebastian rió a carcajadas.

-¡Eso es lo que hace el amor! ¿Hey, no teníamos que ir a clases de química organica?

-Diablos, si. ¿Recuerdame porque escogimos ese curso de ingeniería en alimentos? Ni siquiera somos buenos en química.

-Lo sé, pero en el panfleto se veía divertido.

-Lo sé, todo se ve divertido en los panfletos.

-¡Apúrate!