Soñaba contigo antes de conocerte. (Amor entre chicas)

Previo a la sorpresa

Katherine y Candy caminaban juntas tomadas de la mano, al llegar a la casa de Candy, Katherine se despidió de ella con un dulce besos en los labios y la soltó lentamente de la mano. Mientras seguía caminando, se giró para ver una vez más a su chica, quien también estaba viendola con las mejillas sonrojadas y la mirada enamorada. Katherine soltó una dulce sonrisa y le dijo adiós con la mano para finalmente seguir su camino. Al llegar a su casa, notó que no había nadie en la sala, lo cual le pareció bastante extraño pues su hermana Megan debería estar ahí, viendo tele o mejor dicho durmiendo con la boca abierta y el control del televisor deslizandosele por la mano. No le importó mucho, quizá Megan había ido a comprar algo o quizá estaba en el jardín. Katherine pensó en dirigirse a la cocina para lavar los platos que problamente Megan había dejado sucios. Sus padres la regañarían si se daban cuenta que había salido dejando tal tarea pendiente. Katherine odiaba el hecho de tener que lavar y hacer todo cuando Megan llegaba, según sus padres, la pobre Megan debía descansar y mantenerse tranquila y sin preocupaciones para poder volver con todas las energías a la universidad. Katherine normalmente hacía estas tareas de Megan con el peor de los humores pero hoy no tanto, su felicidad era grande, el tener a Candy en su vida hacía que todo aquello que normalmente era un fastidio se convirtiera en actividad normal, en la que tendría a Candy en sus pensamientos. En la casa de Katherine, al costado izquierdo de la cocina, existe un angosto pasillo bastante escondido que lleva a una habitación extraña (en realidad esta habitación es igual de angosta que el pasillo, lo único que divide al pasillo de esta parte es una pequeña puerta rosada) no estaban seguros acerca de cual era la idea original de los anteriores dueños, pero su familia actualmente tenía muchas cajas y cosas que nadie nunca usa. Katherine escuchó unos extraños ruidos... ¿Gemidos? La pelinegra agudizó su sentido auditivo y si, por supuesto que aquellos eran gemidos. Su estúpida hermana Megan se habría metido con algún chico aún más estúpido. Katherine se acercó realmente fastidiada a la puerta de la habitación y le gritó fuertemente:

-¡Megan, no seas tan estúpida! ¡Deberías tener más respeto por esta casa, a algunas personas no les interesa escucharte teniendo sexo!

-¡Joder! ¡Eres tú Katherine, bendita suerte la mia que eres tú y no nuestros padres,joder se me ha pasado la hora!

Katherine se sintió asqueada, odiaba el descaro de su hermana.

Megan salió de la habitación con la cara muy roja y el pelo hecho un desastre, llevaba de la mano a una extraño chico, muy alto y delgado con un gran sueter que no dejaba definir muy bien su figura. Megan le sonrió picaramente a su hermana, le echó una mirada al fregadero y exclamó:

-¡Oh! ¡Buena chica, ya has lavado los platos!

Katherine estaba realmente fastidiada, esto superaba los límites de lo aceptable.

-¿Sabes que, Megan? ¡Me tienes HARTA! No volveré a lavar ni un solo plató tuyo y mucho menos recogeré los desastres que haces cuando intentas cocinarte, tampoco levantaré tu maldita ropa sucia y espero que te JODAS MUCHO, ¡Eres una perra insoportable Megan, las cosas siempre están bien hasta que tú llegas!

El chico levantó la mirada y Katherine pudo ver mejor aquel rostro. Era un rostro bastante extraño, Katherine le gritó a el también.

-¿y tú que me ves sin verguenza!?

-Nada. -Respondió secamente el chico.

Su voz era también bastante extraña. Todo era extraño en aquel chico.

Megan no dijo nada, aunque se notaba bastante que estaba furiosa. No dijo nada porque sabía que Katherine podía meterla en problemas, sabía que ahora debía hacer todo.

Katherine se alejó de los dos. Se encerró en el cuarto y trato de olvidar tan desagradable encuentro. Debía concentrarse en lo importante, tendría una cita con Candy, y a aquella cita debía presentarse alegre y con mucha disposición, no podía llegar estresada ni con mal humor, aquella cita debía ser perfecta y haría lo que sea porque así fuera.