Corazones latientes

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  Habían pasado ya tres meses, las cosas seguían muy bien, era un día tranquilo y veraniego, sin embargo, algo en el aspecto del cielo hacia dudar de sí realmente permanecería así. Candy y Katherine caminaban juntas por la calle del comercio, decidieron entrar a una confitería. La tienda se llamaba Candy world. 

 -Está tienda se llama justo igual que tu- Exclamo Katherine 

 -Es cierto, lleva mi nombre. Es raro llamarse confite. 

-Tu nombre va mucho con tu personalidad, Candy, Confite... Eres dulce. Por eso va contigo. 

 -¿Y porque mis padres me pusieron así? Es decir, ¿que tal si me convertía en una muchacha ruda, llena de tatuajes, cabello corto, vocabulario grosero y aspecto tosco? ¿No crees que hubiera sido raro llamarme Candy? 

 Katherine asintió. 

 -Tienes razón, la verdad, sería bastante raro, ¿que dices, prefieres gomitas azules o rosas?

 -Las rosas lucen más apetitosas, pero puede que no sea así, mejor lleva ambas, es justo darle oportunidad a las azules.

 -Que generoso de tu parte, darles equitativamente las oportunidades de impresionar a tu paladar. Candy rió. 

-Kath, ¿a ti te gusta tu nombre? 

 -Creo que si, no me quejo, pero la verdad, este nombre de origen irlandés y significado "la que es pura" no me convence del todo. ¡La que es pura! ¿qué tipo de significado es ese? Entonces, ¿a quien deberías ponerle este nombre? ¿A niñas destinadas a la santidad para siempre? ¿A futuras monjas? ¿A personas que sueñan con la canonización? No lo se, me gusta el nombre, bastante, pero su significado me parece bastante lelo.

 -¡Lelo! Suena tan gracioso. Entonces Katherine, ¿eres pura? 

 -Pura maldad, quizá. 

 -Eres una exagerada, yo veo en ti mucha bondad.

 -Lo se, hoy hice una cosa buenísima por el mundo, iba caminando hacia la pulpería y el tipo más feo que te puedas imaginar, me sonrió y me levanto una ceja, en lugar de hacerle una mueca de desprecio, le devolví una sonrisa un poco perturbada, creo que ha sido la mejor buena acción de mi mes. 

-Posiblemente has hecho de los días de ese tipo feo, mejores días, ¡eres tan pura de corazón! Katherine rió. 

 -Basta con el sarcasmo niña. 

 Candy le sacó la lengua juguetonamente. Ya llevaban una buena ración de dulces y decidieron ir al parque. El parque estaba en frente de la iglesia principal de la ciudad, era una iglesia con un estilo gótico, se veía reflejado en esas altas puntas que parecían rozar el cielo. 

 -La arquitectura de esta iglesia me parece muy intimidante- exclamo Candy. -Es el estilo gótico. -¿Estilo gótico? Crei que lo gótico estaba relacionado con tipos vestidos de negro, algo así como los emos.

 -Oh no, el arte gótico es el más religioso de todos, casi todas sus obras son iglesias, de veras, además, este tipo de arte se dio en tiempos del teocentrismo.-Dios como el centro se las cosas. 

 -Así es, bueno, ahora que hablamos de esto, al ver hacia las puntiagudas torres de esa iglesia, noto que el cielo se está poniendo más oscuro. 

 -Parece que lloverá muy pronto.. Tal vez deberíamos irnos de acá. -Sugirió Candy 

-Será aburrido regresar a casa, yo pienso que debemos quedarnos un poco más... 

 De repente se vieron relámpagos en el cielo y pronto se escuchó el trueno de un rayo. Candy vio a Katherine en señal de "te lo dije" y Katherine exclamo:

 -Bueno, cierto, deberíamos irnos, dame tu mano. 

 Se pusieron en pie y caminaron rápido hacia casa.

 -¡Camina un poco más rápido! ¡Nos alcanzará la lluvia Katherine! 

-Estoy caminando rápido, pero estos botines nuevos son un poco incómodos, creo que no debí comprarlos, me ajustan mucho los tobillos...

 -Pobres tus tobillos pero temo que debes caminar MÁS RÁPIDO. No quiero mojar estos zapatos míos... También están nuevos, ¿lo recuerdas? Si llueve se harán charcos y se pondrán muy feos, no creo que a la gamuza le haga bien el barro... 

 -¡Mi cabello se rizara, no quiero que se arruine mi planchado! -Exclamo Katherine en tono de burla.

 -Tu tienes el cabello lacio natural, Katherine, jamás te lo planchas. Katherine rio. 

 -¡Diablos! Ha sido inevitable, ¡la lluvia nos ha alcanzado! Pronto lloverá más fuerte. -Pronuncio preocupada Candy. 

 Tan sólo era una pequeña llovizna, pero era evidente que pronto lloverá más fuerte. Las chicas no se soltaban de la mano, caminaban rápido y constante, tratando de alejarse de la lluvia, sin embargo, se acercaban más y más, puesto que la lluvia venía en esa dirección.

 -¡Mira esa gran nube! -Estableció Katherine. 

 -¡Nos mojará completamente!

-Es evidente que está cargada de agua, creo que es hora de resignarse, llegaremos inundadas de agua a mi casa. 

 Candy se detuvo un segundo, miro fijamente a Katherine, se mordió el labio levemente y miró los labios de la pelinegra. 

 -Ya se lo que quieres, tu quieres un beso bajo la lluvia, no es así, ¿amor? 

 -Pues de algo nos tiene que servir está tonta llovía... Candy tomó la iniciativa, la besó rodeando el cuello de Katherine con sus brazos mientras ella la sujetaba con ambas manos en la cintura, mientras Candy se paraba de puntitas.. Se separaron.  

  Se separaron. Candy sonrió con los ojos brillantes... 

 -Amo sentir tus labios.. 

 Katherine la miraba con un rostro de perdición total, sus ojos también brillaban. La volvió a besar, una vez más. Tomaba los labios de Candy entre los de ella, de repente metió su lengua en la boca de la rubia, Candy abrió los ojos, muy sorprendía, y dejándose llevar por el beso apasionado dejaba que la lengua de Katherine se abriera paso entre su boca, rozando la suya también. Las gotas de lluvias fuertes sobre sus cuerpos. Katherine puso sus mano fuertemente en las mejillas de Candy y no pudiendo evitarlo le mordió el labio inferior, amaba besarla, se perdía entre esa sensación, no quería dejar de hacerlo... Sin embargo la lluvia se tornó tan intensa que tuvieron que separar los labios y continuar, ahora corrían, muy de prisa.

 -¡No sueltes mi mano Kath!

 -No lo haré, date prisa princesa mía.

 -¡Estoy corriendo lo más rápido que puedo, ¡casi siento que ya no puedo más! 

-Ya casi llegamos, ¡sólo una cuadra más y podremos estar tibias y cómodas!

 Al fin llegaron, Katherine metió la llave en la puerta apresuramente y consiguió abrirla de una vez por todas. Estaban completamente mojadas, hicieron un charco en la sala. Estaban solas, no había nadie más. Katherine sentía una extraña sensación en su cuerpo, aquel beso la había dejado con ganas de más, necesitaba sentir aquellos labios, pronto, de inmediato. Candy la veía de la misma forma, con los ojos muy brillantes y las pupilas dilatadas. Sus corazones latían muy rápido, se arrojaron en busca de la otra, se besaban, con fuerza, casi con violencia, se besaban de forma agresiva, totalmente guiadas por el deseo y la pasión del momento, pronto Candy estaba contra la pared, con Katherine al frente suyo, totalmente pegada a su cuerpo, respirando agitadamente y viéndola de forma desesperada. 

 -Uhm, Candy, te amo, no puedo dejar de.. Besarte, tus labios saben... tan bien, necesito probarlos una y otra vez...  




Soñaba contigo antes de conocerte. (Amor entre chicas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora