Mil luces y dos algodones de azúcar (Continuación)

3.3K 189 21
                                    

Katherine llevó a Candy hasta el final de la calle, sacó de su bolso una bufanda roja y cubrió los ojos de Candy con ella. La tomó de la mano y doblaron hacía la izquierda, estaba bastante oscuro y habían muchos árboles, Katherine apartaba ramas y hojas hasta que llegaron a cierto punto donde Katherine desato suavemente la bufanda.  Candy observó cuidadosamente. Estaban en una feria de juegos mecánicos, ¡todo lucía tan irreal y mágico!

Habían mil luces de distintos colores que jugaban a apagarse y encenderse, o dar vueltas con el carrusel y la rueda de chicago y los otros juegos. Las personas lucían muy alegres y divertidas, pasaban jovenes del instituto donde ellas estudiaban, todos lucían grandes sonrisas y llevaban en sus brazos manzanas acarameladas, tortillas, elotes, churros, algodones de azúcar, helados y todo tipo de comidas características de este tipo de ferias. Aquellas ferias eran una completa estafa para la comunidad, montarse a los juegos eran muy muy caro y terminabas con los bolsillos vacíos, sin embargo, todos amaban aquellas ferias, porque eran mágicas y fantasiosas. Los niños las amaban porque montarse en el carrusel mientras sonreían a sus padres desde los caballitos era toda una aventura, y los padres amaban sacar sus anticuadas cámaras mientras sacaban fotografías, aunque bueno, esto último ha ido cambiando con los años, actualmente son pocos los padres que sacan anticuadas cámaras, la mayoría de los padres fashion de hoy en día cuentan con revolucionarias tabletas y smartphones, más para presumir que para otra cosa, pues la mayoría del tiempo los pequeños de la casa manejan mejor estos aparatos. Los adolescentes aman estas fiestas porque pueden ir con amigos y parejas a pasar un buen rato, ratos divertidos con un toque de melancolía, pues al ver los juegos infantiles un deseo reprimido comienza a salir, el deseo de ser un niño, una vez más. Claro, también existen las atracciones para jovenes y adultos, así que aunque extrañen cabalgar los caballitos pronto lo olvidan cuando estan en las pistas de los famosos ''carros chocones'' o más elegantemente llamados ''carros de choque'' donde puedes darle rienda suelta a toda la adrenalina y disfrutar muchísimo con tus amistades. También estan las famosas casas fantasmas, ¡donde pagas para que te asusten! ¡Los seres humanos somos extraños pero amamos estas cosas! Los adultos suelen apostar dinero en los juegos que prometen darte algunas botellas de tequila o algún otro licor si aciertas unos aros en ellas. En fin, todos aman estas ferias, eran ferias únicas, especiales, ferias llenas de folclor, color, y diversión. 

Candy estaba fascinada con aquella feria, quería subirse a todos los juegos, quería probar todas las comidas, ¡estaba tan sorprendida! Candy solo había asistido a este tipo de ferias dos veces en su vida, hacia bastantes años, ¡Y es que hay una gran diferencia entre un parque de atracciones y una feria! Los parques de atracciones son totalmente distintos. Solo funcionan durante el día, a más tardar las 7:00 pm, todo esta lleno de normas y seguridad, no hay puestos de comida tradicional, ¡solo hay comida de las grandes empresas de comida rápida como MccDonals, Burger King y Pizza Hut! Y si, todos amamos la comida rápida, no hay porque negarlo, pero lo cierto es que, eso no tiene nada de mágico.  Las ferias son especiales, funcionan mayoritivamente durante la noche, los juegos vienen desde lejos pues andan rodando por todo el país, y solo llegan dos veces al año y se quedan durante dos semanas o menos. Sí, las ferias son especiales pues la comunidad las espera. Los parques de atracciones siempre estan ahí, puedes ir cuando quieras, no se irán. Candy siempre veía este tipo de ferias en la televisión y ahora estaba en una de ellas con Katherine, ¡Que noche tan perfecta!

Katherine se sentía muy feliz, pues era notaria la felicidad de Candy. Katherine estaba un poco dudosa, pues se preguntaba si aquella era una buena idea, y ahora sus dudas se habían ido pues el entusiasmo de Candy confirmaba que aquella si había sido una grandiosa idea. 

Las chicas caminaban juntas por la feria, se detuvieron en uno de los pequeños puestos, era la boleteria, había una fila de unas 20 personas y apenas se podía distinguir un viejo rotulo con letras de neón donde se podía leer ''Tiquetes'' y después ''Aquí''. Cuando al fin solo quedaban un par de personas adelante observaron a una mujer de cabello corto y rizos rojos, delgada, torpe y exaltada contando el dinero y dando filas grandotas de tiquetes para juegos, llevaba una gorra hippie color roja que decía ''Planeta mágico''.

Soñaba contigo antes de conocerte. (Amor entre chicas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora