Soñaba contigo antes de conocerte. (Amor entre chicas)

Mil luces y dos algodones de azúcar

Katherine tocó el timbre. Katherine lucía una camisa manga larga de mezclilla clara abotonada hasta el último botón, unos pantalones negros muy ajustados y unas botas negras brillantes con un estilo militar. Katherine siempre estaba pendiente de las últimas tendencias de moda, su estilo era un poco andrógino, un poco masculino, pero siempre era muy agradable de ver pues su cabello largo, brillante y lacio, su rostro serio y sus rasgos definidos hacían muy buen juego con su ropa. Katherine siempre estaba actualizada. Su modelo preferida era Cara Delevingne y siempre trataba de basarse en el look tomboy de la rubia. Katherine estaba un poco nerviosa. Solo habían pasado 30 segundos desde que esperaba que Candy abriera la puerta y empezaba a entrar en pánico. Sacó de su bolso de cuero (también negro) su perfume Out Wood de Tom Ford, una fragancia deliciosa con elementos como maderas exóticas del Oriente. 

Candy salió. Los ojos de Katherine brillaron y su boca se abrió ligeramente, Candy lucía esplendida. ¡Candy siempre lucía hermosa! ¡Jamás pensó que podía lucir incluso más hermosa! Candy percibió la mirada perdida de la pelinegra y lanzó una risilla infantil. Bajó las pocas gradas que la alejaban de Katherine y al estar a su lado la tomo del brazo y beso su mejilla. Katherine tomó posición frente a ella, la tomó de la cintura y con una sonrisa coqueta exclamó:

-Yo no quiero un beso en la mejilla, quiero uno aquí....

Los labios de Katherine se acercaron confiadamente a los de Candy, inclinando un poco su cabeza la miró a los ojos, alzó provocativamente una ceja y exclamó ''Que bonita te ves cuando estas nerviosa'' Candy intentó decir algo, y Katherine presionó rapidamente sus labios contra los de ella, abrió su boca ligeramente y se adueño del labio inferior de Candy...

Al separarse Katherine, Candy aún tenía los ojos cerrados y los labios en posición de besar, entonces abrió los ojos torpemente y miró a Katherine con las manos en los bolsillos y una sonrisa burlona y una mirada cargada de ternura. 

Candy se pusó muy roja y soltó una risilla.

-¡No me mires así! -Exclamó con las mejillas muy rojas.

Katherine rió y seguidamente tomó de la mano a Candy y exclamó: 

-Vamos amor. Tengo que llevarte a un lugar que creo que te gustará conocer.

-Es contigo, así que así será -Dijo timidamente Candy mientras acomodaba uno de los mechones de su cabello.