Soñaba contigo antes de conocerte. (Amor entre chicas)

Lo que sucede es...ella.

Sebastian estaba acostado en la cama de su habitación en el segundo piso, estaba relajándose después de un largo día, había ido a dejar a su casa a Candy, y apenas acababa de llegar, empezaba a sentir mucho, mucho sueño, y estaba a punto de dormirse cuando de repente una llamada lo despertó.

-Aló, ¿bueno?

-Estoy afuera, en la puerta, ¿puedes salir?

-Claro, lo siento si nadie abrió la puerta, mamá está concentrada en una película y desde acá arriba nunca escucho nada, voy para allá.

Sebastian bajo rápidamente por las escaleras, se puso sus tenis y abrió la puerta.

-Katherine, guapa, pasa adelante, pero antes me das un beso. -apuntó su mejilla y Katherine le besó. -Ya está, eso es.

Juntos subieron las escaleras para entrar al cuarto de Sebastián.

Katherine no podía dejar de pensar en Candy, sentía una gran atracción y esto la estaba volviendo loca. Esta era la razón por la cual estaba ahí. Sabía que él se sorprendería muchísimo, pero también sabía que Sebastian no la juzgaría. Eran amigos desde que estaban en pañales. Katherine no sabía cómo decirle lo que iba a decirle, su rostro permanecía serio, nervioso, angustiado.

-Uhm...¿todo está bien?- murmuro lentamente Sebastian, con un rostro que denotaba confusión y preocupación,

Hubo un momento de silencio. Katherine tenía la mano en la boca, sus ojos comenzaron a ponerse llorosos, y finalmente estalló.

-¡No, no lo está!

-¿Que sucede?

-Candy...eso sucede.

-¿Todo está bien con Candy?

-No seas imbécil, todo está bien con ella, el problema lo tengo yo, con ella.

-¿Se enojaron?

-No, no Sebastian. Estoy embobada con ella. Creo que...creo que me gusta Candy. No dejo de pensar en ella.

Sebastian se quedó perplejo. Katherine rompió en llanto al ver el rostro de su amigo.

-Oh, no llores, todo está bien, todo está bien cariño. No importa si ella te gusta, te atrae o te enamora. Todo está bien y así permanecerá.

-¿¡Entonces porque me pones esa cara de espanto!?-Dijo Katherine, aún entre lágrimas y sollozos.

-Bueno, sinceramente es algo que me sorprende, siempre te vi salir con chicos, es un poco extraño para mí. Pero está bien

-¡No lo entiendes, simplemente no lo entiendes!

- Te gusta esta chica, pero estas asustada, esto es algo nuevo para ti, es difícil de digerir, ahora parece como una pesadilla, si, Katherine, si te entiendo, no soy un tonto, bueno, no tanto. Yo estoy aquí para ti, y los otros chicos también, no lo olvides, no llores más, es el siglo 21, y el año 2015, no llores más. -Decía Sebastian intentando cesar su llanto, la abrazaba contra su pecho y le acariciaba la mejilla, y no sabía qué hacer para tranquilizar a su amiga.

-Ella me gusta Sebastian, me gusta mucho, no quiero que nadie me la quite, ni siquiera tú, he visto como le coqueteas, no lo soporto más, Sebastian.

-Oh, tranquila, por mí no te preocupes, no te la quitaré, ni le coquetearé, un verdadero amigo no haría eso, y sabes que eso soy para ti.

Katherine sonrió, se sentía más aliviada, aún le preocupaba el hecho de que le gustara una chica, pero al menos se había quitado un peso de encima.