Un par de meses antes.
Harry se encontraba rejuntando hojas secas que el otoño había dejado, pisándolas y una aplastando las de vez en cuando. Hacía más tiradero pero para él era divertido. En una bolsa negra para basura había puesto todas las hojas cafés, y la llevaba al basurero frente a su casa. Al quedar sobre la acera logró ver como un gran camión entraba a su calle, haciéndole sentir curioso. El gran camión de color blanco se acercaba cada vez a él, quedando a unos cuantos metros de distancia, justo al frente de la casa de al lado. Tenía nuevos vecinos.
Del camión bajaron 2 hombres uniformados, una mujer de cabello largo y muy linda, y un chico de estatura pequeña (a comparación de él), un cabello alborotado y por lo que pudo ver, una hermosa sonrisa.
Al ver que los hombres comenzaban a bajar muebles él inmediatamente se ofreció, y después de presentarse con los nuevos vecinos ayudó a bajar algunas cosas. Él junto a Louis —su vecino nuevo— sacaban las cosas del camión y las dejaban dentro de su casa.
Cuando el camión quedo vació ambos salieron, y se encontraron con sus madres hablando entusiasmadamente, así que ellos hicieron lo mismo. Fue una conversación normal, hablaron sobre la ciudad de Louis, la escuela a la que asistiría, y algunas cosas sobre hobbies.
La noche cayó y Harry se encontraba recostado, pensando en todo y en nada, cuando recordó a su nuevo vecino. Él realmente era agradable, y aunque parecía ser tímido, sabía que era un gran chico. Y que tenía una hermosa sonrisa, y hermosos ojos. Él en verdad era realmente lindo, pero un chico como él no podía ser como él. A Louis no podían gustarle los chicos. Él era perfecto.
Y por otra parte estaba Louis. Un chico nuevo en una nueva ciudad. Había dejado toda su vida atrás. Sus amigos, sus estudios, su hogar. Todo. Pero todo parecía nada comparado con los ojos verdes de Harry, su sonrisa, sus hoyuelos, sus rizos cafés. Todo era nada comparado con Harry.
Y entonces pensó que ser nuevo no era tan malo, porque había conocido a Harry, y vivía al lado de su casa, y estudiaba donde él estudiaría. Y pensó que tal vez las cosas serían mejores. Sin humillaciones, sin golpes, sin gritos, sin bullying, sin odio. Tal vez las cosas serían mejores para Louis, y él quería que Harry estuviera involucrado en eso.
Tal vez en ese momento Louis y Harry eran unas rosas recién plantadas. Necesitaban algo de sol, agua, aire y cuidado, para así poder crecer y convertirse en hermosas rosas azules.
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Rosas Azules.
FanfictionRosas azules y pequeñas notas. Así empezó su historia de amor.