Décimo segunda rosa.

183 28 14
                                    

Era sábado y debido a las insistencias del rizado sobre que Louis no debía darle una rosa todos los días, este sólo le dio -contra su voluntad- tres rosas en toda la semana. Faltaban unos cuantos minutos para las doce del mediodía y un sonido lo hizo removerse en su cama. Tenía un nuevo mensaje, y por la melodía pudo deducir que era de Louis.

Nuevo mensaje de Boo Bear <3

¡Despierta dormilón! En una hora iré por ti y más vale que estés despierto porque sí no, así te sacaré de tu casa y no creo que quieras ir por un rico helado con tu cabello hecho bolas y baba seca en tu rostro. ¡UNA HORA, HARRY! Te quiero <3.

Nuevo mensaje > Boo Bear <3

¡Ni mi madre me despierta en sábado! Eres odioso... pero así te quiero. Estaré listo, no te preocupes, señor gruñón. Te quiero más <3.

Tomó una ducha y se colocó un pantalón de mezclilla, junto a un suéter guinda que le quedaba un tanto grande y sus converse blancas. Alborotó su cabello y tomó su cartera junto a su celular para bajar y prepararse un sándwich en lo que esperaba a Louis.

A la una de la tarde, en punto, escucho como tocaban a su puerta y después de avisarle a su madre que saldría, salió, encontrándose con Louis, quien cargaba una canasta.

-Iremos por mi helado ¿verdad?- preguntó, fingiendo un puchero

-Claro que sí, pero también tendremos un súper romántico y cliché pic nic, ahora, ya que presumes ser más fuerte que yo, toma- Louis extendió la canasta hasta Harry -tú llevaras eso- Louis se dio media vuelta y caminó, volteando a ver al rizado ¿Dónde está mi chico feliz? Se preguntó internamente.

Louis estaba con su cabeza sobre las piernas de Harry, admirando lo lindo que era desde ese ángulo (de todos los ángulos), y como sonreía al ver a los niños jugando. Habían comido unos sándwiches que Louis preparó, fruta y bebieron juego. Algo sencillo, pero bien dicen que la intención es lo que cuenta ¿no?

-¿Te gusto mi súper original idea?- preguntó Louis, riendo y abrazándose a la cintura de Harry, sintiendo como estaba más delgado.

-Me ha encantado, enserio- Harry acarició el cabello de Louis, sintiendo como él levantaba un poco su suéter y dejaba un beso en su panza, haciéndole reír por las cosquillas.

-Harry- le llamó Louis, y Harry bajó su cabeza para verlo -¿has estado bien?- preguntó, esperando que le dijera la verdad, por más triste que pudiera ser.

Harry se quedó callado unos segundos, como tratando de pensar su respuesta, y a cada segundo Louis sentía pánico. Harry bajó su cabeza y le dio una sonrisa triste a Louis -no... sé que te vas a enojar con esto que te diré pero... no he comido mucho- confesó e inmediatamente quitó su mirada de la de Louis -tampoco he dormido mucho, tengo pesadillas y lloro por las noches- finalizó. Louis se sentó, viendo como Harry evitaba su mirada, y entonces por instinto llevo su mano a las muñecas de Harry, rezando internamente por no encontrar ninguna sorpresa. Y gracias a Dios no lo hizo.

Una lágrima se escapó por del ojo de Harry, y Louis la limpió con el torso de su mano -es por tu padre ¿verdad?- cuestionó Louis, y Harry solamente pudo asentir, dejando escapar otras lágrimas -él me ha dicho que no entiende cómo puedes estar conmigo- Louis frunció el ceño y se acercó a Harry, levantando su rostro, obligándole a verle -¿por qué?- preguntó, y Harry nuevamente bajó la mirada -porque dice que soy gordo, y tengo granos, que mis dientes son feos y mi risa es horrible, que soy tonto, dice que puedes conseguir algo mejor... y él tiene razón- Harry se permitió soltar unas lágrimas más, mojando sus pálidas mejillas -ese hijo de puta...- murmuró con rabia Louis -él es un estúpido que sólo quiere hacerte sentir mal, no le hagas caso, tú eres perfecto, tal vez no para los demás pero para mí no hay ser más bello y perfecto que tú ¿ok?- Louis beso la frente de Harry, después sus mejillas y finalmente sus labios. Un beso lento y cálido, lleno de sentimiento -eres perfecto- murmuró después de separarse, para abrazar a Harry.

Se mantuvieron así por un rato, cuando finalmente decidieron ir a la casa de Louis. No sin antes pasar por el helado que Louis le prometió a Harry, y mientras Harry esperaba por los helados Louis decidió escabullirse a una florería que miró. Volvió con una rosa nueva y con una sonrisa de pena se la entregó a Harry, quien dejó escapar una pequeña lágrima al leer la nota -Tu felicidad es la mía, por esa misma razón tu dolor también lo es- dijo Louis en el odio de Harry, dejando un beso en su mejilla y caminado junto a él. Ambos tomados de la mano, disfrutando de su helado, Louis pensando cómo hacer feliz a Harry, y Harry pensando cómo hacer feliz a Louis.

"Tu piel luce más pálida, y tus ojos han perdido el brillo. Mi ángel, me estas matando."

Rosas Azules.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora