Décimo quinta rosa.

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Mark siempre había sido un hombre interesado en su propio bien, y nunca le había importado pisar a los demás para él conseguir lo que quisiese, o hacer sufrir a la gente que lo quiere de verdad. Sí algo o alguien le estorbaba no pensaría dos veces en quitarlo del camino, y ahora Louis le estorbaba.

Y lo lastimaría en donde más le duele: Harry.

Eran las 12:36 del mediodía de un sábado con un clima muy agradable, pero eso no le importaba a Harry, él estaba durmiendo muy plácidamente en su cama, entre cobijas y unas cuantas almohadas. Un ruido lo hizo despertar y en 2 de sus 5 sentidos logró reconocer que era el sonido de su puerta siendo tocada, así que con la voz ronca que lo identificaba cada mañana le avisó a la persona que podía pasar, y para su sorpresa era Mark, quien le avisó que ese día no podría salir con Louis, pues pasarían un día de "familia" y antes de que incluso pudiera preguntar sí Louis podía acompañarlos, él ya se había negado.

El día fue prácticamente comer comida chatarra, ver películas, juegos de mesa y platicas. Al llegar la noche Anne ya había soltado unos cuantos bostezos, señal de que en poco tiempo abandonaría el lugar e iría a dormir. Harry, Mark y Ed y Fred (los medios hermanos de Harry) estaban viendo lo que quedaba de una película. Harry no recordaba el nombre pues no estaba prestando mucha atención. Sólo había algo en su cabeza, o mejor dicho alguien: Louis.

En todo el día había sido imposible comunicarse con él. Mark le había quitado el celular a Harry, así que no podía enviarle algún mensaje o llamarle, y no hablemos de ir a su casa. Harry intento ir a verlo y Mark lo regañó, diciendo que aquel día era sólo para pasarlo en familia. Linda "familia" la suya, pensaba Harry.

Anne se levantó del sillón y avisó que iría a dormir, dejó un beso en la frente de Harry y junto a Mark subió las escaleras. Harry estaba planeando salir de casa sin ser descubierto pero incluso antes de que pudiera levantar su pequeño trasero del sillón ya había sido advertido con un "ni lo pienses, Harry" por parte de Ed.

Mark bajó las escaleras y en sus manos tenía varias chaquetas. Aventó una a cada chico y miró a Harry –vamos a salir a tomar una cerveza a un bar, tu madre dejó que te lleve, anda- sus hermanos se levantaron y caminaron a la puerta. Harry dudó si ir con ellos pero realmente no tenía opción.

La noche era algo helada y con una ligera brisa y la luz de la luna iluminaba las obscuras calles, quitándole algo de tristeza a la noche. Realmente deseaba estar con Louis, abrazados y bebiendo algo de chocolate caliente. Él no quería una cerveza y por supuesto que no la tomaría.

(...)

El coche negro se aparcó frente a un pequeño bar el cual tenía un letrero con la palabra "abierto" escrita e iluminada en la ventana del local. Los cuatro hombres bajaron del  auto y se adentraron a aquel lugar. Había pocas personas y la música sonaba bajo, permitiendo una conversación sin necesidad de gritos. Harry agradecía aquello. Mark jaló de brazo al rizado, acercándolo a la barra, donde ya estaban sentados los otros dos chicos –yo no quiero nada– avisó Harry –¿cómo  que no quieres nada? – Mark soltó el delgado brazo de su hijo y le dio una sonrisa de ironía –tu madre no dirá nada, he hablado con ella, además un par de cervezas nunca han matado a nadie– soltó una falsa risa y Harry sólo intentó responder sin ser muy grosero.

Contra su voluntad ya tenía una cerveza frente a él. Sus hermanos y padre ya estaban bebiendo y jugando billar, dejando a Harry sólo en los taburetes. El chico que les había entregado las cervezas se acercó a él y le dio una pequeña sonrisa –hola, soy Braden– se presentó. El chico era unos pocos centímetros más pequeño que él, de cabello negro, ojos azules y un piercing en su labio. Era atractivo, pero no más que Louis.

Tuvieron una breve platica en la cual Braden habló sobre su música y Harry sobre Louis –ese chico suena realmente maravilloso, espero algún día conocerlo sí tú me lo permites– Harry sólo rio y asintió –¿me creerías sí te digo que aquel chico que acaba de entrar encaja perfectamente en la descripción de tu novio? – Harry giró su cuerpo para lograr ver de quién hablaba su nuevo amigo. Efectivamente aquel chico era Louis. Su Louis que estaba con otro chico. Hablando muy cercas. Tocando sus brazos. Definitivamente aquel era su Louis besando a otro chico.

Sus ojos comenzaron a picar y se levantó de su lugar, caminando rápidamente hasta la salida, pasando entre Louis y el chico desconocido. Realmente tenía la esperanza de que Louis saliera corriendo tras de él, pero eso no paso.

Lágrimas saladas bajaban por sus mejillas y su nariz estaba helada por el frío de la noche. Caminó unos minutos hasta que encontró un taxi disponible. Una vez en casa ya estaba algo más tranquilo, pues sabía que no debía hacer ruido pues su madre estaba ahí. Pagó al taxista y entró a su "hogar". Entró a su cuarto y busco aquel objeto en el cual no dejo de pensar ni un segundo durante su trayecto a casa. Busco en algunas cajas y efectivamente estaba en una de ellas. Sacó el pequeño pedazo de metal y sus ojos comenzaron a picar nuevamente. No quería hacer aquello. No más.

Dejó la navaja en la mesa y tomó un pantalón de pijama y un bóxer para darse un baño y tratar de relajarse. Lo cual funciono. Sus ojos le dolían a causa del llanto y necesitaba descansar, así que no fue sorpresa que al tocar la almohada se quedó dormido.

Al despertar se llevó un susto que casi le saca el corazón del pecho. Frente a él estaba Louis. Sentado en una silla y dormido. Era algo gracioso y tierno, pero después recordó lo que sucedió anoche y dejó de pensar eso. Observo detenidamente a Louis, posiblemente sería la última vez que le vería, y no porque Harry lo fuera  a dejar, no, sería porque Louis había encontrado a alguien mejor y dejaría a Harry.

Observó sus pestañas, sus delgados labios, sus mejillas ligeramente rosadas. Observó la forma en que su pecho subía y bajaba con cada respiración, como tenía pequeños temblores, y después observó aquella rosa azul en sus manos. Se preguntaba sí esa sería la última rosa que recibiría. Trató de quitarla de las manos de Louis pero al intentarlo él despertó, provocando que Harry se maldijera internamente.

Louis hizo puño su mano libre y la llevo hasta unos de sus ojos, tallándolo un poco y dando un gran bostezo. Al darse cuenta de donde estaba y porque estaba ahí, inmediatamente se abalanzó sobre Harry, abrazándolo fuertemente y besando su rostro. Harry realmente quería responder aquel abrazo y esos besos, pero su estúpido orgullo no se lo permitía. Louis se alejó de él al percatarse de su actitud, y bajó la mirada, entregándole la rosa a Harry, sin verlo.

Harry tomó la rosa y su piel choco con la de Louis, haciéndole sentir una corriente por todo su cuerpo y su corazón se achicaba y latía muy rápido. Abrió el pequeño sobre y leyó la corta nota: "Te prometo que la navaja dejará de ser tu amiga." Harry inmediatamente busco con la mirada la navaja y al no encontrarla miró a Louis –la escondí, no la necesitas– Louis seguía con la mirada baja, jugando con sus dedos.


Harry lo amaba, y sería capaz de perdonarle todo, y no le importaría que Louis lo destruyera. No importaba sí Louis lo engañaba. Pero él quería saber la razón. Louis decía que él era perfecto, entonces ¿por qué lo engaño? –Louis... ¿por qué besaste a ese chico? –. 



Rosas Azules.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora