CAPÍTULO 12

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ALYA.

Han pasado unas cuantas semanas desde aquel día en el que me entere que estaba embarazada y de quien lo estaba. Hay días en los que me siento tan cansada que solo llego de la universidad y me quedo dormida, eso ha sido un problema ya que mis tareas no se hacen solas. También he estado comiendo demasiado, muchos antojos. 

Todos y cada uno de ellos me los ha conseguido Horns, aunque hay algunos que no me atrevo a decírselos ya que se me han llegado a antojar cosas de las que me dan asco hasta decirlas y que nunca en mi vida me atrevería a comer. Pero cada noche que llega Häel y trae consigo esas cosas asquerosas que he estado reprimiendo en todo mi día, es imposible que no me las coma al instante. Siento que huelen demasiado bien y aunque mi cerebro me diga que no coma esa cosa viscosa e incluso a veces llena de sangre, no puedo evitarlo. 

Quisiera poder echarle la culpa al bebé, porque sí lo es, pero no puedo hacerlo, todo es obra del embarazo. 

Y del maldito rey del infierno, que visita mi casa todas las noches cada vez que pienso en algo que se me antoja. 

Ahora voy de camino a la universidad, he llegado una hora tarde debido a que no quería levantarme, tenia tantas ganas de quedarme en mi cama debajo de las colchas calientitas, pero no quiero darme el lujo de faltar, le prometí a mi mamá ponerle todas las ganas del mundo y es lo que haré. 

He de decir que ahora me siento diferente, tal vez rara, como si estuviera inflamada a todas horas, yo sé que no es solo inflamación sino que que mi estomago comienza a tomar forma debido a que el bebé está creciendo muy rápido.

Todo lo que he aprendido estos años estudiando lo que tanto he soñado lo pondré en práctica conmigo misma, nos han mostrado como es que se hace un parto pero en sí nunca lo hemos puesto en práctica y siendo sincera no me gustaría pensar en eso ahora mismo.

Entro al salón sin mirar a nadie y me siento hasta el fondo, saco la libreta de mi mochila y algunos marcadores de colores. La siguiente clase la tengo con Rosie y realmente no sé como la veré a la cara, tal vez me haga preguntas que yo no pueda responder. No solo porque no puedo hacerlo sino porque no tengo las respuestas, camino a ciegas entre la penumbra que me rodea ahora mismo. Todo en mi vida se encuentra tan oscuro, sin darme cuenta voy de la mano de Häel y no estoy segura si eso traerá consecuencias consigo. He llegado sentir que puedo ver el mundo con otros ojos, que existen seres he incluso mundos diferentes al mío de los cuales no tenía ni la más remota idea. He conocido al diablo como muchos lo llaman en la tierra, a Satanás como esta escrito en la biblia, al rey del infierno del cual llevo un bebé dentro de mi.

Bajo la mirada a mi estomago que aún no tiene el suficiente volumen para distinguirse y mucho menos con la sudadera holgada que llevo encima. 

Trato de poner atención a mi clase y de hacer los apuntes correspondientes para mis exámenes que serán en dos semanas. Quiero terminar pendientes lo antes posible antes de vacaciones, si mis cuentas y fechas no me fallan según mis cálculos vendría dando a luz en vacaciones y siendo sincera me quita un peso de encima sabiendo que no tendré que faltar por eso y volver después totalmente agotada y aun peor distraída por saber como estará el bebé.

Son tantas cosas que tengo en la cabeza que no me extrañaría que trajera el cerebro un poco inflamado.

En el momento en el que termino la clase antes de entrar a la siguiente donde me encontraría con mi amiga, decidí pasar por un yogurt y unas galletas a la cafetería, tenía ganas de algo dulce y privarme de alguno de los antojos durante el embarazo no estaba en mi lista de tareas por hacer. Por más asqueroso que fuera es algo que me terminaría comiendo.

Camino rápidamente hasta la siguiente clase mientras voy comiendo las galletas de colores con malvavisco, pequeñas tiritas de coco confitado y una ligera bolita de mermelada en el centro. Al momento de girar en una esquina hacia el pasillo donde se encontraba la puerta de mi próxima clase me detengo de golpe al encontrarme el pasillo oscuro, frunzo el ceño totalmente confundida, ¿por están las luces apagadas? trato de dar un paso más adelante pero me detengo al sentir un calor inexplicable, bajo la mirada a mis pies y abro los ojos espantada al ver el pasillo cubierto por serpientes, pego un saltito hacia atrás asustada, no entiendo que esta sucediendo, esto no es un sueño, ¿o si? Hace un momento lo sentía tan real. Y esto también se siente así.

HÄEL  ↯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora