HÄEL.
La sangre.
Corre por mis manos hasta caer en el sucio suelo, el color oscuro tan intenso y el olor a metal casi imperceptible, llena mis fosas nasales.
No me desagrada.
Disfruto ver como se les escapa la vida de los ojos a cada una de las personas, y almas que intentan desafiarme.
Los disturbios siguen causando conflicto entre los demonios, sigo sin entender porque mierda se me revelan. Siempre goberné de la mejor manera, podía ser muy duro y no dejaba que nadie pasara por encima de mí sin tener un castigo, pero, nunca llegaron a esto hasta ahora.
Deus está detrás de todo, no tengo duda.
No puedo creer que después de desterrarme sin explicación alguna, también quiera arruinar lo que estoy construyendo en el averno.
Me parecía un acto soberbio y lleno de altivez, ¿quería dar a entender que seguía siendo el rey de todo? ¿Qué él me mandaba?
Está muy equivocado, podía ser todo lo que quisiera en sus malditas nubes.
Aquí abajo el rey era yo y no me iba a redimir como hace unos siglos.
—Veo que no perdiste el tiempo en venir a castigar.
Observo de reojo a Exen entrar al purgatorio, donde miles de almas deambulan de un lado a otro dejando un chillido de fondo.
—Ya me hacía falta. Además, no quiero tener nada que me ate mucho tiempo aquí, necesito estar libre para darle toda mi atención a Alya y Rean.
—De eso me he dado cuenta, aunque siempre hay trabajo —se revuelve el cabello— diario llegan demonios y almas.
—Eso lo sé. Me mantienen más ocupado los demonios aferrados a verme caer, que las millones de almas que ingresan día con día.
—Mira el lado bueno, es mejor que estés aquí ocupado a caminar de un lado a otro en la oficina.
—Estoy inquieto, es todo —limpio mis manos con agua, la sangre corre diluyéndose con el agua— me estresa no tener todo listo a tiempo.
—¡Si vas muy bien! Solo falta que nazca tu primogénito, Alya es una buena mujer. No tuve el placer de conocerla más a fondo, pero, te aplaudo el hecho de que supiste manejarlo bien. Te esperaste y resististe hasta donde pudiste.
—Si por mi fuera la hubiera raptado desde que era una niña.
—¿Y qué te llamara papá con el tiempo? —carcajea burlón— es mejor que la dejarás con su familia.
Bufo revolviendo mi cabello negro, me acerco al demonio cruzado de brazos en la puerta.
—Si me contuve fue porque Abrahel me jodía con que no era tiempo.
—Le aplaudo, es el único que te ha soportado más tiempo. —palmea mi espalda cuando paso por su lado.
—Y mira donde quedo el idiota.
Los pasillos de mi castillo se encuentran iluminados con antorchas, se mantiene el ambiente tétrico, como debe de ser en el infierno. Algunas llamas se tornan verdes al pasar, Exen me sigue los pasos.
—Hasta yo que me ausente años de tu vida, sé que no sigues ordenes de nadie. Vivía poniéndote reglas como si fuera el mismísimo rey del infierno.
Gruño al escucharlo decir lo último, ¿cómo mierda se atreve a insinuar tal aberración?
Me detengo de golpe haciendo que también se detenga, en lo único que hice caso es en no ir por Alya cuando aún era una cría, me dio una buena razón para esperar y lo hice. Ahora venía en camino mi heredero y tendrían que pasar por encima de mí para cumplir con la mierda que se supone debía pasar.
ESTÁS LEYENDO
HÄEL ↯
Paranormal❝ El rey del infierno necesita un heredero ❞ Obra registrada en Safe Creative. Código de registro: 1710053706307 NO SE ACEPTA NINGUN TIPO DE ADAPTACION NI PLAGIOS. Portada realizada por, IG: @nddes_ing