Capítulo 6: Tercer parte

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En el interior del salón, la orquesta tocaba su última pieza. Yazzel y Paola estaban de pie junto al pilar del arco de la entrada principal, ambas muy a gusto disfrutando de la música.

Mientras tanto en la mesa, Diana estaba pendiente a la hora en que terminaran para hacer su trabajo de Cupido y reunir a sus amigas con los dos humanos, algo de pronto llamó la atención de Diana.

En la mesa de atrás, se encontraba Anna, que al igual que ella había permanecido muy atenta a toda la presentación.

Pudo notar las miradas que le dedicaba a Sebastián, era evidente que el grado de coquetería de aquella chica sobrepasaba todo lo que Diana podía soportar, pero no dijo nada, no era ni el lugar ni el momento adecuado para protagonizar una escena dramática con ella.

Los chicos terminaron su presentación y fueron despedidos con una ovación. Bajaron por la parte de atrás, pero antes de eso, Sebastián volteo hacia la mesa de las chicas, vio a Diana de frente y solo susurro.

— En un momento volvemos. — La chica asintió con la cabeza y de inmediato se levantó para buscar a sus amigas, las miró fijamente y murmuro.

Es hora chicas ya vienen para acá, no tardan. — La voz de Diana resonó el tímpano de las dos chicas, se miraron y sin decir nada caminaron hacia la mesa.

— ¿Qué te dijo?— Preguntó Paola un poco impaciente

— Dice que en seguida vuelven. — Pero mientras ella decía esto, el maestro de ceremonias tomó el micrófono, solicitando otro aplauso para la orquesta que abandonaba el escenario y así fue, el público les brindo una ovación más.

No cabía duda de que la música clásica siempre podía ser mejor, si venía de instrumentistas veinteañeros de muy buena pinta.

No puedo negar que quedé prendada de la magia que los chicos creaban con sus instrumentos. El estatus del público era diverso y aun así, la orquesta los tenía a todos en la bolsa, sin excepción alguna se pusieron de pie para aplaudirles y siguieron haciéndolo aun cuando ellos ya habían abandonado el escenario.

Fue entonces que el maestro nuevamente presentó a la siguiente artista que los deleitaría con su voz. Una cantante inglesa de un género mucho más contemporáneo a la que honestamente dejé de prestar atención cuando las ovaciones de los más jóvenes le dieron la bienvenida coreando sus canciones eufóricamente.

Atrás del escenario, los chicos recibieron instrucciones por parte de Graham y felicitaciones de todos los involucrados en el evento. Ellos no solo estaban emocionados por el recibimiento, sino por la clase de público que les había tocado amenizar.

Después de que Graham los presentó con algunos ejecutivos importantes de la música, Carlos impaciente, le preguntó si podían permanecer unos momentos más en la fiesta, a lo que Graham no se negó, comentándoles que él aún tenía algunos tratos que cerrar y que además Steve no sabía bien a bien a que hora terminaría aquel evento, por lo que los chicos encantados se dispusieron a salir.

— Solo por favor chicos, no se pierdan y no causen problemas por favor. Es la primera vez que me quedó a cargo de todos ustedes y del staff, así que no me gustaría que fuera la última ¿Ok? — Les preguntó el hombre con una sonrisa enorme en el rostro, los trataba como un grupo de niños de preescolar.

— Claro. — Le contestó Carlos sonriente y fue el primero en abandonar el lugar, dirigiéndose de inmediato a la mesa donde Fernanda lo esperaba.

Mientras el resto se dispersó por todo el lugar, algunos se fueron a sus mesas para degustar postres y vino. Otros más decidieron llevar personalmente sus instrumentos al autobús, otros disfrutaron de la cantante en el escenario y de su música en la pista, donde ya bailaban y saltaban con ella.

Hielo y Pesadillas ♠ Libro 1 - YazzelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora