Capítulo 5: El corazón. La estrella que guía tu destino.

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Los dioses no acostumbran mandar grandes emisarios en caballo blanco,

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Los dioses no acostumbran mandar grandes emisarios en caballo blanco,

El destino, en todas sus versiones, utiliza siempre heraldos humildes.

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Algunas personas nacieron para brillar, solo tienen que sonreír y el cielo se despeja, las aves cantan y el sol es más radiante. No es exagerado.

Existen humanos con tanta magia, que su sola presencia mejora tu día. Debemos valorarlas cuando se nos cruzan enfrente.

David era uno de esos humanos. Radiante, lleno de vitalidad y ansioso de emociones intensas.

A veces debemos tener mucho cuidado con las cosas que deseamos.

— Ya déjalo así Ari ¡No me va a dar tiempo! —

— Deja de quejarte, si te da tiempo, anda desabotónate la camisa ¡Anda! —

— Tenías que ser tu David, no puedes fallar. — Sebastián se burlaba del infortunado David.

A decir verdad todos se reían, pues estaban por salir a cuadro en el programa de "Good Morning Family"

Todos los chicos estaban perfectamente instalados en sus trajes color azul marino de la colección general de un almacén italiano de venta en tiendas departamentales.

Sencillos, pero elegantes y adorables.

Sí. La orquesta aun no ganaba tanto dinero para vestir a más de ochenta musicos, pero los trajes de almacén también los hacían lucir esplendorosos.

Aunque David jamás se podía mantener quieto.

Se le ocurrió probar uno de los bocadillos que les ofrecieron previo al programa y su falta de pericia le provocó un pequeño incidente que la asistente de vestuario intentaba arreglar.

Un chico moreno se asomó tras la cortina.

— Un minuto para cuadro. — Les indicó.

Todos comenzaron a reír más al notar la expresión de preocupación de David.

— Olvídalo Ari ¡No va darme tiempo! — Dijo impaciente.

Ari, era una chica dulce y a decir verdad muy paciente. Ella era la encargada del vestuario e imagen de la orquesta. Nada era usado en el escenario sin que ella lo verificara y aprobara, aun así, en ocasiones pasaba grandes malos ratos, principalmente porque los integrantes de la orquesta, al ser tan jóvenes, tenían en su mayoría una personalidad inquieta y muy dinámica, pero ninguno le había dado tantos dolores de cabeza como David.

En más de una ocasión habían estropeado el atuendo previamente designado, así que no era raro ver de pronto a todos con un traje negro y a uno con una camisa diferente o un pantalón o un saco o en algún caso, el traje completo.

Hielo y Pesadillas ♠ Libro 1 - YazzelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora