En búsqueda de respuestas

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Con Milo.

Milo: ¡Mamá!, ¡Abuelo!, ¡Aurora!, ¿Manigoldo? - llamaba mientras caminaba, viendo lo verde del césped y a los pajaritos en los árboles - él templo desapareció - Susurro mientras veía hasta que vio algo familiar - ¡El árbol sagrado!, Que bien entonces estoy cerca de casa - dijo animado mientras se acercaba, pero grande fue su sorpresa al ver a un joven ahí él cuál parecía estar durmiendo, pero lo extraño era que tenía una flecha atravesada en el pecho - es un muchacho - pensó mientras se acercaba - eh... ¿Disculpa?, ¿Que haces ahí? - pregunto mientras se subía a la raíz del árbol para verlo mejor pero se dió cuenta de algo - santo cielo, pero que hermoso rostro tiene, me gustaría tocarlo - dijo mientras lentamente acercó sus manos y tocó el rostro del otro - Hm... Creo que no es buen momento para hacer esto - dijo algo rojo por lo que acababa de hacer.

Xx: ¡Oye!, ¡¿Que estás haciendo ahí?! - le preguntaron de un momento a otro le lanzaron un montón de flechas provocando que se acercará a abrazo al chico para después ver cómo esos hombres con armas se le acercaban.

Horas después...

Milo se movía incómodo porque aquellas cuerdas que lo ataban de manos le estaban lastimando sus muñecas y ni hablar de sus piernas.

Milo: ¡Oigan que fea manera de tratar a los visitantes! - grito indignado - pero que forma tan extraña de vestir y su cabello, todos están así - pensó Milo.

Xx: ese muchacho utiliza una ropa muy extraña - decía uno.

Xx: ¿Creen que habrá otra guerra? - Pregunto otro hombre.

Xx: claro que no. Todos saben que estamos en épocas de cosechas si una guerra se a vecinara no podriamos seguir - dijo otro.

Xx: ¡Abra le el camino al patriarca Hakurei! - grito uno mientras un hombre se acercaba.

Milo: otra persona extraña apareció - pensó Milo, él hombre paro de caminar justo enfrente de él, de su jarrito saco un poco de tierra y se lo hecho en la cara - ¡Oiga!, ¡Basta! ¿Pero que está haciendo? - pregunto molesto.

Hakurei: pensé de que se trataba de un espíritu maligno que había visitado él bosque de los dragones - dijo él.

Manigoldo: ¿Entonces es un espía? - pregunto.

Hakurei: ¿Y que ganaría con venir a atacar nuestra aldea?, Apenas si conseguimos para sobrevivir - dijo mientras veía aquel joven directamente a los ojos y él lo veía también algo molesto hasta que su rostro se relajo, entonces vio algo muy familiar en él, cosa que lo hizo tomarle la cara para verlo mejor - muchacho muestranos tú rostro - dijo mientras le movía la cabeza de un lado a otro - muestra una cara con gestos llenos de astucia - dijo mientras Milo lo vio confundido.

Milo: huy... - dijo molestó.

Hakurei: pero si se parece a mi querido maestro Kardia, y sus ojos son los mismo que los del maestro Mystoria - dijo sorprendido.

Milo: ¿Eh?... - dijo confundido.

En la noche.

En la cabaña de Hakurei.

Hakurei: toma... - le dijo mientras le ofrecía comida.

Milo: a... Muchas gracias. Gracias por la comida - dijo súper feliz.

Hakurei: discúlpanos por nuestro atrevimiento, cómo estamos en espoca de guerra tenemos mucho miedo de que vengan a espiarnos, aunque les digamos que no tenemos nada para darles ellos siguen insistiendo en venir es algo muy triste - dijo.

Milo: disculpé, ¿Usted sabe si está región es Grecia? - pregunto.

Hakurei: ¿Grecia?, Nunca había oido hablar de ese lugar ¿Acaso es ahí donde naciste? - le pregunto.

Milo: si y estaba planeado regresar pronto - le respondió - aunque aún me preguntó ¿cómo podré hacerlo? - pregunto mientras comía.

Él hombre por su parte sólo lo veía mientras lejanos recuerdos de dos personas se venían a su cabeza aún estaba triste, ya casi eran setenta y cinco años de lo ocurrido con sus maestros. Derrepente empezaron a escuchar disturbios afuera así que ambos se decidieron a salir de ahí pero al hacerlo vieron a una manada de lobos los cuales atacaban sin piedad la aldea, Hakurei agarro su arma y dijo.

Hakurei: Milo por favor corre y pase lo que pase no mires atrás ¿Entendiste? - le pidió mientras se acercaba para ayudar a su gente.

Milo: ¿Pero que dice? - pregunto preocupado.

Entonces vio cómo tres lobos lo veían mientras se acercaban a él lentamente, los vio por breves momentos mientras ellos cada vez se acercaban más a él y cuando se le tiraron Milo los esquivo y después comenzó a correr con más de cinco lobos siguiendolo.

Milo: ¿Pero que demonios? - pregunto al ver el tamaño de esas cosas y también ver cómo se le acercaban, cada vez más y más - No, no quiero morir, ¡Mamá, abuelo! salven me. Por favor ¡Que alguien me ayude! - grito desesperado y lleno de miedo.

En él bosque.

Mientras tanto el bosque enteró se estremeció al escuchar un corazón que hace más de diez años había dejado de palpitar, él joven que yacia durmiendo en aquel árbol por fin había despertado y estaba estirando un poco sus extremidades.

Camus: Puedo sentirlo, puedo sentir el aroma de aquel hechicero que nos mató - dijo sonriendo pero cuando trato de quitar aquella flecha que lo unia al árbol pudo notar que el sello aún no había desaparecido - maldición - Susurro molesto.

Con Milo cerca de donde se encontraba Camus.

Xx: ¡Jajaja!, ¡Ya no corras!, ¡No puedes esconderte amiguito! - le dijo uno de los lobos.

Xx: ¡más vale que no sigas resistiendote no te servirá de nada, sólo entreganos la perla y no te haremos daño! - le gritó otro mientras Milo subía una pequeña montaña con todos ellos detrás de él.

Milo: ¡Se equivocan!, ¡Yo no sé nada de ese objeto! - les respondió sumamente sorprendido y confundido.

De un momento a otro más lobos salieron de la nada en él bosque haciéndolo caer cerca de aquel mismo árbol, dónde se llevó la sorpresa de su vida.

Camus: ¡Oye Kardia!, ¡¿Porque desafias de esa forma tan lamentable a esos hombres lobos! - le gritó mientras Milo lo veía confundido.

Milo: ¿Eh?, ¿Sigues vivo? - pregunto.

Camus: ¿Porque pones esa cara de tonto?, ¿No me digas que te haz vuelto loco jovencito? - pregunto burlonamente - acaba los de un sólo golpe como lo hiciste conmigo - le dijo sonriendo.

Milo: Oye tonto me estas confundiendo, por si no lo sabías mi verdadero nombre es... - Camus le interrumpió.

Camus: ahí vienen - le dijo mientras que de un momento a otro Milo fue derribado.

Camus se divertía mucho al ver a ese muchacho tratar de quitarse aquellas bestias de la forma más patética posible aunque se le hacía extraño que siento un hechicero de alto mando se defendiera cómo niña, aunque ahora que veía bien los otros tres que siempre le acompañaban estaban cerca pero aún no los veía. Curiosamente vio cómo él chico llegó nuevamente hasta él y cuando los lobos trataron de jalarlo de nuevo al suelo el chico lo agarro del cabello para evitar que se lo llevarán.

Milo: ¡Sueltenme! - gritaba.

Camus: ¡Eso es lo mismo que te digo suéltame! - le gritaba mientras se aguantaba el dolor que le producía que le jalaran del cabello.

Albafica: señor Hakurei, Camus está hablando - dijo mientras todos veían aquello asombrados.

Hakurei: ¿Cómo puede ser eso posible?, Si la flecha que tiene se supone que jamás perdería su efecto - decía asombrado.

Mientras veían cómo los lobos jalaban a Milo y Milo para evitar ser arrastrado al suelo jalaba del cabello a Camus quien a lo lejos se veía que le dolía el jalón que le estaban dando.

Continuará...

Él Dueño Del Dragón (Camus x Milo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora