Con Milo.
Doce del medio día...
Milo se resistía a entrar a aquella cueva dónde se supone llevarían acabo la ceremonia.
Milo: ¡Sueltenme no quiero ir! - decía mientras obligaba a los lobos a tratar de meterlo por la fuerza sin éxito alguno.
Myu: sólo metan lo ya - pedía.
Caronte: créeme que e comido cosas que no se quejan tanto - decía él - ¡Vamos entra ya! - grito molesto.
Milo: ¡no lo haré! - le respondió para después darle una patada en la entre pierna e irse corriendo.
Myu: ¡Oye regresa! - le gritó mientras lo seguía.
Caronte: tranquilos todos estoy bien - dijo aún tirado en él suelo.
Con Milo.
Él continuaba corriendo todo lo que podía, bajo rápidamente la montaña, corrió hasta que ya no pudo más así que se quedó recostado en un árbol cansado solo dijo una cosa.
Milo: tengo que encontrar a Camus y rápido - dijo para después comenzar a correr más.
Con los dragones.
Shaka: ¿Sentiste eso? - pregunto Shaka a Camus.
Camus: Si, tal parece que Milo logró escapar por sus propios medios - dijo mientras seguían él rastro - está muy cerca de aquí - les dijo a sus hermanos para después bajar por uno de los barrancos.
Con Milo nuevamente.
Por alguna extraña razón había llegado al pozo vacío, suspiró aliviado para después dejarse caer ahí. Ya se había alejado bastante y muy rápido del lugar tal parece que había tomado un atajo sin darse cuenta se puso de pie para después ver hacia abajo y escucho una voz.
Xx: ¿Así que tú eres él famoso Milo? - pregunto, Milo volteo rápidamente para después ver a un castaño quien lo veía seriamente.
Milo: ¿Y tú eres?... - pregunto confundido y un tanto asustado, ¿ahora que?, ¿Acaso ese hombre tambien lo va a secuestrar?.
Xx: mí nombre es Aioria, soy él cónyuge del cuarto de los hermanos líderes del clan dragón, su nombre es Shura es uno de tus cuñados es un gusto conocerte - dijo mientras hacia una pequeña reverencia.
Milo: Aioria, ¿Tú sabes dónde puedo encontrar a Camus? - pregunto rápidamente.
Aioria: se supone que está buscandote en esta zona ¿Porque? - pregunto confundido.
Milo: es que los lobos vienen siguiendome - susurro preocupado, entonces una vez más se vieron rodeados.
Aioria: ¡Hay dioses! - grito preocupado.
Los lobos una vez más se pusieron en posición de ataque y se abalanzaron en contra de Milo y Aioria él primero lo único que pudo fue entrelazar sus manos con los ojos cerrados fuertemente mientras suplicaba poder salir vivo de ahí, sintió una fuerte brisa enfrente de él entonces abrió los ojos sorprendiendose al ver que nuevamente aquel dragón negro había aparecido una vez más en su rescate, sonrío a lo grande al ver cómo él animal le hacía frente a los lobos mientras estos comenzaba a retirarse despavoridos de ahí, sólo algunos se quedaban a pelear con él de un momento a otro sintió cómo alguien lo tomó de la mano y se lo llevaba corriendo de ahí.
Milo: ¿Y tú eres?... - pregunto.
Xx: perdón por no presentarme, habrá tiempo para hacerlo después ahora tenemos que salir de aquí - le dijo el de cabello verde, él preocupado volteo a ver mientras era jalado por él hombre.
Algunas horas después...
Siete de la noche
En él castillo de los dragones.
Milo estaba sentado en la cama, un tanto nervioso y preocupado porque se había enterado de que aquel dragón no era nada más y nada menos que Camus, y ya habían pasado más de dos horas y no daba señales de vida, aún no se lo podía creer Kiki se mantenía a su lado, por si acaso, unos minutos más escucharon cómo la puerta sé abría ambos sé pusieron de pie y vieron cómo Camus entraba a la habitación, Kiki al verlo rápidamente se despidió de Milo y salió del lugar Milo por su parte sólo veía a Camus aún manteniendo distancia.
Milo: o-oye... - intento hablarle pero vio cómo él chico cayó de rodillas al suelo - ¿Estás bien? - pregunto preocupado mientras se acercaba.
Camus: no debí confiarme - fue lo único que dijo.
Milo: tranquilo te ayudaré - le dijo mientras le ayudaba a ponerse de pie y lentamente lo llevo a la cama donde lo acostó y rápidamente busco algunas cosas para desinfectar y curar las heridas en su cuerpo y haciendo uso de su nulo conocimiento en medicina procedió a curarlo.
Una hora después.
Lo más delicadamente posible, trataba de limpiar la sangre de la herida de su brazo izquierdo con agua tibia y un trapo que encontró por ahí, aunque cuando lo puso en la herida vio cómo se quejo.
Milo: ¿Te lastimé? - pregunto preocupado.
Camus: - negó -
Milo: perdón esto es todo culpa mía, si tan sólo no hubiera salido no me hubieran secuestrado así cómo tampoco hubiera puesto tú vida y la del niño por mí culpa - dijo triste.
Camus: no tienes nada de que disculparte - le susurro.
Milo: ¿Hm?... - pregunto confundido.
Camus: si no te hubiera dicho aquello ayer que te trajeron nada de esto hubiera pasado, todo es mí culpa tranquilo - le dijo.
Milo: ¿Puedes decirme que hice para enojarte así? - pregunto.
Camus: no hiciste nada, lo que sucede es que verte vestido a así... Me hizo recordarla a ella - le dijo.
Milo: Hablas de esa mujer llamada Dánae ¿No es así? - pregunto mientras Camus lo volteó a ver.
Camus: ¿Cómo lo sabés? - pregunto.
Milo: es que... Ese sujeto llamado Radamanthys, el que me tuvo secuestrado me dijo que ese era él nombre de la mujer causante de tú sufrimiento, así cómo también me dijo que yo era ella - le confesó.
Camus: ese tipo siempre será un imbécil - susurro molestó.
Milo: pero si está ropa me hace recordarte a ella, entonces... ¿Es cierto que ella es la responsable de tú sufrimiento?, ¿Eso quiere decir que mi presencia en este lugar te incómoda? - pregunto.
Camus: esa ropa te hace parecerte mucho más a ella. Eso es cierto - le dijo mientras Milo bajo la mirada - pero aunque se parecen físicamente, se que ambos son personas sumamente diferentes - le dijo - escuchá, creo que debemos hablar seriamente sobre lo que sucederá si continuamos con esto - dijo mientras se sentaba en la cama y ambos sé veían a los ojos.
Continuará...
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Él Dueño Del Dragón (Camus x Milo)
Fanfictionmuchos se preguntaban él cómo harían para poder calmar a semejante bestia, la cuál sé encargaba de atacar el pueblo cada vez que se les apetecía angustiados buscarón durante mucho tiempo a alguien capaz de domarlo pero ninguno pudo hasta que una hec...