Juliana formó una perfecta "o" con sus labios y abrió los ojos con sorpresa. Sus mejillas se sonrojaron al instante.
—¿Q-qué estás diciendo? —Preguntó avergonzada, apartando la mirada.
Valentina sujetó su mentón, obligándola a mirarle de nuevo.
—Mi loba lo supo desde antes de verte por primera vez, te dije que tu olor nos llamó, y es cierto. Pude oler el aroma de mi compañero a distancia. Por eso quería hablar contigo, Juliana. Mi calor se ha adelantado, y es porque mi loba sabe que mi pareja está en el suyo. Quiere reclamarte, marcarte para hacer oficial la unión.
—¿Marcarme?
—Los lobos formalizamos los emparejamientos con una marca. Los alfas muerden el cuello de los omegas mientras están haciendo el amor, es una manera de unirse física y espiritualmente. Las almas se enlazan de manera irreversible.
Juliana sentía su pulso temblar, su corazón acelerado. Las palabras de Valentina la marearon, ¿ella quería que se unieran de por vida? La expectativa de un futuro junto a Valentina era realmente prometedora, debía reconocerlo. Sonaba loco, apenas hacía unos meses que se conocían, pero Juliana no podía imaginárselo de otra manera.
—¿Estás diciendo que tú quieres marcarme... a mí?
Valentina asintió.
—Necesitaba hablar contigo, porque tú no eres como yo. No sé muy bien cómo funcionan los sentimientos humanos y, si te marco y tú no sientes lo mismo... no habrá vuelta atrás. No quiero forzarte, ni obligarte a hacer nada que no quieras. Podría soportar no estar unida a ti, sería lo más difícil que he hecho nunca, pero lo prefiero antes de hacerte pasar una vida infeliz a mi lado. Porque, una vez que te marque, nos necesitaremos como el aire para respirar.
Valentina parecía tan nerviosa, tan afligida, que Juliana pensó que se veía realmente adorable. Sus dudas le parecían tan absurdas. ¿Que si quería pasar el resto de su vida con ella? En cualquier otro momento, en cualquier otra circunstancia, con cualquier otra persona, su respuesta habría sido no. Pero se trataba de Valentina, una mujer lobo que la volvía loca y que aseguraba ser su otra mitad, mientras Juliana ardía en lo que ella había llamado "su calor". ¿Alguien le creería si dijera que no estaba enamorada de Valentina? Incluso, yendo más allá, sus sentimientos eran tan intensos que no parecían reales. Si la loba sentía la mitad de lo que sentía Juliana, era suficiente para creer que verdaderamente la amaba.
—Realmente, no haría demasiada diferencia. —Dijo Juliana, sonriendo tímidamente.
Valentina la miró confundida.
—Parece que ya nos necesitamos como al aire para respirar.
Y ambas sonrieron, sonrisas tan sinceras que iluminaron la habitación en penumbras. Todo el peso que Valentina había sentido oprimiendo su pecho desapareció en un instante.
—¿Estás segura de esto, Juls?
Juliana asintió, aun sonriendo tan dulcemente que el corazón de Valentina podría derretirse. Por fin, se permitió unir sus labios en un suave beso. Un ligero contacto, tan delicado como el aleteo de una mariposa, pero tan perfecto como su amor.
Como cada vez que sus labios chocaban, sintieron un centenar de granadas de éxtasis detonar en su interior. Se querían, se amaban, e iban a unirse para siempre.
Las manos de Valentina repartieron suaves caricias sobre los costados de Juliana, mientras alzaba lentamente la única prenda que le cubría a parte de su ropa interior. Se tomó un momento para admirarla, sería estúpido si no lo hiciera. Juliana era hermosa, tan perfecta que parecía irreal. Etéreo. Valentina nunca se sentiría lo suficientemente digna para estar en la presencia de una criatura idílica como Juliana, sentía que podría hacer cualquier cosa por ella. Suspiró. Mierda, moriría por ella. Juliana temblaba bajo la yema de sus dedos, su piel se erizaba a su paso. La reacción a su tacto del cuerpo bajo el suyo la estaba volviendo loca. Juliana suspiraba, arqueaba su espalda y se movía deliciosamente sobre su regazo. Valentina llevó sus labios al cuello en el que más tarde hundiría sus dientes. Se le hizo la boca agua.
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Alpha's Owner | ✓
Roman d'amour˗ˏˋ 𝐉𝐔𝐋𝐈𝐀𝐍𝐓𝐈𝐍𝐀 ˎˊ- 𝐀𝐎| ❝¿Puede un humano entender los sentimientos de un lobo que ha encontrado a su alma gemela? ¿Puede una manada aceptar una unión poco convencional? Quizá no todo es lo que parece, y el pasado siempre vuelve para mord...