Dos jornadas. Dos largas y tediosas jornadas sin dirigirse la palabra, tenían a Alexander al borde de la locura con el trato silencioso. Y Bianca no estaba de mejor humor.
Ahora sus preocupaciones se convertían de montañas a planetas en apenas unas cuantas horas. Una cosa era embarcarse en una misión casi suicida sola y otra era embarcarse en una misión casi suicida con la vida de un príncipe pendiendo de la suya. Y eso la hacía sentir culpable. No quería ser la responsable de la vida del príncipe, primero porque era demasiada presión considerando que estaba casi segura que la matarían en apenas unas cuantas semanas y, por otro lado, porque la idea de que Alex muriera le provocaba un desagradable vacío emocional. Como si le hubiesen propinado un poderoso puñetazo justo entre las costillas.
Bianca podía sentir que algo más que un simple anillo los había unido. Alsa lo había dicho con claridad: Ese anillo era un lazo, que nada tenía que ver con ser un simple pedazo de metal encantado. Habían pasado varias jornadas juntos y ella había compartido más secretos con Alex que con ninguna persona en toda su vida. Quizás excluyendo a Wolf, el príncipe la conocía mejor que cualquier otro ser humano o mágico en todos los reinos. Y eso la volvía vulnerable. El silencio entre ambos le dolía ya que, a pesar de los constantes comentarios sin sentido del príncipe, su charla habitual la sacaba de sus preocupaciones aunque fuese por algunos instantes. Con él se sentía ella, solo ella, sin tribulaciones, sin venganzas, sin miedos, sin armaduras. Pero no era tonta y sabía que el príncipe debía estar furioso. Después de todo si ella no hubiese mentido desde el principio, su vida no estaría sujeta a la de una caballera con instintos masoquistas. Mientras más mentiras contaba, mientras más verdades ocultaba, peor se sentía. Miró al príncipe de reojo mientras cabalgaba frente a él, haciendo como quien mira un árbol o las nubes.
—Si tanto deseas mirarme, podría darte un tour completo —empezó Alexander. Su tono frío aun se mantenía, pero su personalidad descarada y petulante volvía a relucir. Y Bianca decidió que necesitaba un plan.
Debía mantener al príncipe con vida de alguna manera, que aún no conseguía descubrir. Pero para eso necesitaba ganar nuevamente su confianza, al menos mientras intentaba dar con un plan que no terminara en los dos enterrados bajo doscientos metros de tierra.
—Sabes, siempre creí que los príncipes eran educados, caballerosos y misteriosos, ya sabes, con toda esa fama de salvar a princesas y esa forma de volver locas a las chicas —Alex sonrió con suficiencia ante las palabras de Bianca—, pero supongo que al final las princesas son muy buenas actrices. Porque si todos los príncipes son parecidos a ti, de educados y caballerosos no tienen nada. Y definitivamente el único misterio sobre ustedes que puede ser interesante, es cuanto oro hay en sus castillos. —Bia sonrió con malicia.
Alex miró la nuca de la chica molesto consigo mismo por no encontrar las palabras para contestarle. Y luego entendió que ella simplemente estaba rompiendo el hielo. No pudo más que sonreír, dejando que su expresión se suavizara con el intento de su acompañante de entablar conversación.
—Tu impresión sobre mí es bastante limitada Bianca. En primer lugar, además de hablar distintas lenguas, tengo amplias nociones de filosofía, historia, matemáticas, además de unos modales exquisitos —se jactó el príncipe.
—Pues nada de eso me impresiona. Conozco un montón de hombres y mujeres igual de educados en las artes que ya mencionas —respondió Bianca, mientras continuaban su cabalgata.
—Pues también soy un maravilloso intérprete —soltó Alexander a la defensiva, arrepintiéndose en el mismo instante en que las palabras salieron de su boca.
—¿Príncipe y bardo? Por todos los cielos, debes ser el hazmerreír desde Rampagne hasta Vodeler —Bianca respondió burlesca, pero en su interior le gustaba ese nuevo descubrimiento.
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De Príncipes y Caballeras - Los Seis Reinos #1
FantasyPrimera parte de la Trilogía de los Seis Reinos. Bianca White, caballera de los Seis Reinos y rescatadora de princesas, solo quiere dos cosas: Rescatar princesas con la menor dificultad posible y resolver un problema de su pasado. Por otro lado está...