Claimed - Tom Holland

Capítulo Tres

Noté la cálida luz del sol en mi cabeza, causando que abriese los ojos. En el momento en el que los abrí, fui bienvenida con la cara de Tom, durmiendo en paz.

Suspiré y traté de alejarme de él, o al menos llegar lo más lejos posible dentro de su agarre. Tom soltó un gemido y me empujó de nuevo contra su pecho, acurrucándose contra mi.

—Tom — Susurré empujando su pecho suavemente —

Gimió de nuevo, abriendo un ojo lentamente. Cuando sus órbitas marrones coincidieron conmigo, sonrió.

— Buenos días, Cariño — Besó mis labios rápidamente y desenvolvió sus brazos de mi— Vístete, vamos a salir — Me ordenó, levantándose de la cama y estirándose —

— ¿Dónde? — Pregunté, moviendo mis piernas al lado —

— A comer — Responde simplemente, cogiendo sus prendas para el día —

— ¿Qué se supone que debo llevar? — Fruncí mi ceño, y él sonrió —

— Cogeré algo para ti — Salió abruptamente de la habitación y vino con un par de jeans, una camiseta y una chaqueta que ponía 'Holland' en la espalda —

—Nunca te quites esa chaqueta cuando estemos fuera. — gruñó, lanzándome mi 'outfit'—

Rodé mis ojos y me metí en el baño, cerrando y echando el pestillo.

— Oh y cariño, te puedes dar una ducha mientras estás ahí dentro — Me ofreció, antes de oír sus pies alejarse —

Una ducha suena relajante así que me desnudé y me metí en ella, sintiendo el agua caliente golpearme la espalda.

-¿Jessica? — Tom me llamó a través de la puerta —

No esto de nuevo.

— ¿Si? — Dije en un tono de zorra. No pude evitarlo, me está tratando como una cría —

— Háblame, pequeña — Dijo, posando su cabeza contra la puerta —

— Estoy en la ducha y me estoy lavando el pelo — Murmuré, dejando salir un chorro del champú de coco en mi mano —

— Acaba en 10 minutos — Dijo en un tono demandante —

— Vale —

Me aclaré el champú y puse algo de acondicionador, no sé de que tipo es, pero parece ser caro.

Salí de la ducha y me sequé entera. Me puse los boxers de Tom y me puse el sostén de ayer. Miré a los jeans que me ha dado y aunque eran de chico, se veían pequeños.

Me los puse y me quedaban perfectos. Me encogí dentro de la chaqueta la cual era larga para mi, pero cómoda.

—¡Cariño! ¡Se acabó el tiempo! —Tom gritó tocando la puerta —

—¡Ya voy! —

Anduve hacia la puerta y la intenté abrir, pero estaba atascada.

—¡Tom! — Lo llamé frenéticamente, girando el pomo más fuerte —

—¿Cariño? Cielo, ¿qué está pasando? —Tom también estaba intentando abrir la puerta —

—¡Tom, no se abre! — Lloriqueé golpeando mis puños en la puerta —

— Vale, vale, para de empujarla, ¿sí? — Dijo silenciosamente y paré, dando un paso atrás de la puerta —

— Estaré de vuelta ahora mismo, voy a por la puerta —

Espero sobre unos 5 minutos antes de que Tom metiese la llave en la cerradura y la puerta se abriese.

— Ohh, pequeña, ¿estás bien? Me has asustado a morir — Respiró, viniendo hacia mi y acunando mi cabeza en sus grandes manos, ¿Qué clase de tipo es este? Pensé —