Tom Pov's
—Gracias, Kat. Voy a ponerme unos pantalones cómodos y estaré de vuelta—dije, volteándome hacia las escaleras. Rápidamente miré hacia atrás, enviándole un guiño a Jessica. Ella se sonrojó, rodando sus hermosos hacia mí.
Corrí escaleras arriba, suspirando mientras el agua confortablemente tibia se esparcía por mi piel sudorosa.
Jessica es probablemente la persona más increíble del mundo entero. Por supuesto no porque me hizo venir frente a mi hermana, pero también por el hecho que ella... actúa como si se amase.
No me importa una mierda que ella no me diga esas tres palabras en la cara. Es la manera en que actúa, la manera en que se preocupa por mí lo que significa mucho más que esas palabras.
Ahora, no me malinterpreten, el día que ella diga que me ama será el mejor día de mi vida. Pero por ahora, sólo con que Jessica esté aquí, siendo parte de mi vida, es indudablemente suficientemente bueno.
Traté lo mejor que pude por mantener mi cabello seco, sólo lavando mi cuerpo. Principalmente mi región inferior por lo que estaba bastante pegajosa.
Salí de la ducha, secándome. Me sentía extremadamente caliente, así que me puse unos pantalones sin camisa. Caminé dentro de la habitación, sintiendo mi estómago empezar a retumbar. Era porque tenía hambre?
Tomé una respiración extremadamente fuerte mientras una ola de dolores agudos atacaban mi estómago. Me doblé adolorido, agarrando justo debajo de mis costillas. ¿Qué mierda? Por qué estaban volviendo los dolores?
Tomé asiento en el borde de la cama, un ahogo saliendo de mi garganta mientras sentía que iba a vomitar. Mi estómago se sentía como si un millón de cuchillos fueran apuñalados a través de este.
Traté desesperadamente de levantarme, solo para ser recibido con más pinchazos de dolor. Ya podía sentir el sudor corriendo por mi frente. Todo lo que quería era a Jessica, todo lo que necesitaba era a Jessica.
Traté de trotar escaleras abajo y ver como se sentía, y me terminé ganando vibraciones en mi pecho.
—Vamos, Holland, no pudiste al menos ponerte una camisa?— Kat se quejó. No pude ni responderle. Si abría mi boca, tenía miedo de vomitar en el piso de madera.
Afortunadamente, mi hermosa gatita notó que estaba adolorido, y me apresuró hacia mí. Su brazo rápidamente rodeó mi cintura.
—Qué pasó?— preguntó.
—Me siento terrible, de repente, estos dolores agudos atacaron mi estómago— expliqué, mientras otra ola de nausea me azotaba. —Y mi nausea volvió también.
Sus ojos destellaron con simpatía, dirigiéndome hacia el sofá.
—Ok, sólo recuéstate—ella lentamente me alcanzó las pastillas y el agua, que devoré rápidamente. Corrió hacia la cocina, y Kat tomó asiento en el sofá al lado de mi estómago. Ella frunció el ceño, sintiendo mi frente.
Sus ojos se abrieron.
—Demonios, tu frente está ardiendo. Cómo te sientes?
—Como mierda— contesté ceñudo mientras intentaba sentir mi frente.
Jessica volvió a la sala, una toalla en su mano.
—Está sudando, y tiene una fiebre elevada— Kat parecía preocupada, mordiendo su labio.
—Fiebre?— Jessica preguntó, sus propias cejas juntándose. —Eso es nuevo... — su delicada mano descansó en mi frente, sintiendo mi temperatura. El dolor en mi estómago aumentó su intensidad, causando que mis ojos se llenaran de lágrimas. No me importaba una mierda si iba a llorar, Jessica no me juzgaría, nunca lo hace.
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Claimed - Tom Holland
General FictionClaimed "Si me deshago de mis demonios, perderé a mis ángeles."