Claimed - Tom Holland

Capítulo trece.

Punto de vista de Jessica.

— ¿Cómo te trata Tom? — Preguntó Maia y me tensé —

¿Qué le cuento?

— Él es- él es uhm... — Luché por buscar las palabras apropiadas y Maia me sonrió —

— No te preocupes. No diré nada — Estoy agradecida de que he conseguido la confianza de esta chica en un nivel mayor —

— Bueno, es muy mandón. Tiene reglas, me azota, no está bueno como te crees — Suspiré, sentándome de nuevo en la cama —

—¡Jessica! ¡Maia! ¡Bajar! — La voz de Blake corrió por la mansión y Maia negó fuertemente con la cabeza —

— No, por favor, no quiero ir — Gimió y me agarró del brazo. La miré y le acaricié la espalda —

— Vale, iré a hablar con ellos —

Corrí escaleras abajo y vi a Tom y Blake sentados en el sofá, pasándo películas. Ambos me miraron cuando escucharon mis pasos. Tom sonrió cálidamente mientras que Blake se levantó con pánico.

— ¿Dónde está Maia? — Dijo frenéticamente, saltando el sofá rápidamente—

— Está arriba en el dormitorio de Tom. Se ha quedado dormida y no quería levantar. Lo siento — Dije tranquilamente, mirando al suelo —

— Oh — Se relajó instantáneamente — Iré a verla, no puede dormir aquí mismo —

—¡No! — Dije rápidamente y ambos me miraron en confusión — Uh- quiero decir, yo la traigo — Me cubrí y corrí escaleras arriba —

Abrí la puerta de par en par y Maia me miró. Sus ojos azules se llenaron de miedo de nuevo.

—Maia, lo siento pero tienes que venir y sentarte con nosotros — Murmuré disculpándome, pero me dio una pequeña sonrisa —

— No, está bien, gracias — Murmuró y yo asentí, cogiendo su pálida y fría mano —

—¡Cariño! — Gritó Tom mi nombre excitadamente y me agarró en un abrazo, balanceándose nervioso —

Fruncí el ceño. ¿Por qué estás tan feliz?-

— ¿Adivina que ha llegado en el correo? — Rebosaba de felicidad y me encontré con la curiosidad creciendo en mi interior —

— ¿Qué? — Sonreí, alcanzándolo y cogiéndolo con mis manos —

—¡Nuestros vuelos para Disney! — Exclamó, agarrándolos fuertemente entre sus manos —

—¡No puede ser! —

Pensé que era una broma.

—¡Sí! ¡Nos vamos en una semana! — Me besó la cara varias veces y no pude evitar reír —

— Qué bien verte actuar como un niño — Sonreí y él entrecerró los ojos. Me dio un apasionado guiño y corrió a su habitación a dejar los vuelos —

— Así que Disney, ¿eh? - Preguntó Blake, sentándose en sofá y poniendo a Maia en su regazo. Ella gimió y él le miró duramente —

— Uhm- sí —

—Tom está cambiando mucho por ti, Jess. No sé si es para mejor pero está cambiando — Peinó el pelo de Maia detrás de su oreja y jugó con las puntas —

— Bueno, creo que es para mejor — Dije en respuesta. Estaba siendo realmente maleducado y sin duda no lo aprecio —

Blake me entrecerró los ojos. —Tom debería ponerte un lazo más fuerte, estás fuera de línea, Jessica — Gruñó mi nombre como si le diese asco —