Claimed - Tom Holland

Capítulo Cinco

— Cariño, despierta — Una voz dulce entró por mis oídos a la vez que gruñí, rodando hacia mi lado —

— No me hagas que te castigue, vamos, levántate — Dijo Tom, sus labios corriendo por mi oreja —

Abrí mis órbitas y me encontré con un cuello. Empujé su pecho, no quería que me tocase tan temprano.

— Llevo horas intentando despertarte — Dice, ignorando mi gesto maleducado — Son casi las 1:30—

— ¿Vamos a algún lado? — Pregunté frotándome los ojos —

— No, pero yo sí, me iré sobre las 2— Dijo, acariciándome el pelo —

— No te metas en problemas, estaré de vuelta a las 5— Me dijo —

— Vale, adiós. — Dije ansiosa por verle marchar —

— Ni se te ocurra intentar escaparte, tengo los perros sobre ti las 24 horas, los 7 días de la semana y la alarma del sistema está ya conectada — Me besó en la frente, antes de deslizarse en mi lado —Ven abajo, te haré algo de comer — Asentí ansiosa y me cogió de la mano, sacándome de la cama — ¿Qué te gustaría, princesa? — Me preguntó, yendo hacia la encimera para quedarse delante de la hornilla —

— Libertad — Respondí entrecerrando mis ojos hacia él —

— Hmmm, lo siento, no sé hacer eso — Sonrió, sacando algunos ingredientes del estante y de la nevera —¿Qué tal tortitas? ¿Eh? —

Me encogí de hombros, sin importarme mucho. Pero en realidad, tenía una relación madre-hija bastante fuerte a cerca de las tortitas.

— Vale, ¿te importa ayudar? —

— Arrugué mi nariz — No —

— Qué feo. — Murmuró, mirándome a los ojos — Porque quién sabe qué le echo a ésto. Quizás otro rastreador o a lo mejor algo mejor como un tipo de medicación que haga que me quieras —

— Vale, vale, ¡ayudo! — Gritó poniéndome de pie —

— Crédula — Susurró, recordándome la vez que yo se lo dije a él —

Saqué los huevos y la leche, mezclando los ingredientes húmedos primero.

Los brazos de Tom envolvieron mis caderas y apoyó su cabeza en mi hombro, girando un poco su cabeza de forma que sus labios quedasen bajo mi oreja.

— Esos ingredientes están tan húmedos como yo te voy a poner — Hundiendo sus dientes bajo mi oreja y haciendo un remolino con su lengua—

— Para. — Murmuré débilmente, ignoró mi súplica y continuó asaltando mi cuello —

Finalmente se alejó pero se inclinó y capturó mis labios en un beso. Me quedé en shock e intenté empujarlo lejos, pero bloqueó mis caderas contra la encimera. No le besé en respuesta y empezó a molestarse por mí.

— Bésame — Susurró, presionando más en el beso —

Le besé vacilante en respuesta y me cogió por los brazos, bloqueándolos detrás de su cuello.

Se separó y apoyó su frente contra la mía, sonriendo, un verdadera y genuina sonrisa.

— Bésame otra vez — Demandó, presionando sus caderas contra las mías—

— No puedo —

— Hazlo — Me ordenó, cogiéndome por la parte de atrás de mis muslos — Ahora salta —

No salté así que hundió sus dedos en piel y me subió, envolviendo sus caderas con mis piernas.

— Bésame — Dijo de nuevo, empujando su nariz contra la mía —