Claimed - Tom Holland

Capítulo Once

-Jessica. - Una profunda voz me llamó, mi pequeño cuerpo estaba temblando y estaba en la esquina de una habitación. Escuché pasos que provenían desde arriba, después a mi lado, después delante. Las lágrimas caían por mi cara y dejaba salir sollozos rotos.

— Sal, es hora de jugar... — Cantó, su voz hizo eco por la habitación —
Comencé a correr, a correr un gran hall negro que parecía que nunca acabaría. Grité cuando un par de brazos  me envolvieron.
— Oh, cielo, no corras de mi — Gurñó, besándome bajo la oreja. Lloré, intentando escapar de sus brazos —
—¡Para! — Lloré, cuando juntó sus caderas a mi espalda. Su entrepierna rozándose con mi trasero —
— Esto es lo que pasa, cuando no sigues las reglas — Gruñó y grité en agonía —
*

Me desperté, gritando tanto como podía para que alguien viniese a ayudarme. Unos brazos me envolvieron en segundos, acercándome a su pecho.

—¡N-no! ¡Aléjate de mi! — Grité, pegando a Tom en el pecho —

— Shhh, cielo, para. Fue solo un mal sueño, ¿sí? — Me dijo silenciosamente , moviéndome de un lado a otro,como un bebé—

—¡Para! ¡No me hagas daño! — Lloré sin poder hacer nada, temblando como una hoja en sus brazos. Los dientes me chasqueaban de lo nerviosa que estaba. Tenía el pecho encogido y el corazón me iba a mil por hora —

— No voy a hacerte daño, princesa. Por favor, para de retorcerte — Murmuró, presionando sus labios suavemente en mi cuello. Gruñó contra mi piel, pasando sus dedos por mi espalda —

Sus actos poco a poco me relajaron y paré de moverme. Mi respiración era extremadamente desigual y temblaba levemente.

— ¿Quieres decir que ha pasado? — Dijo, reforzando sus brazos alrededor de mi, mostrándome que estaba ahí para mi —

— Estaba en una habitación y luego estaba corriendo por el hall y me cogiste y-y me ibas a hacer daño — Gemí, llevándome las rodillas al pecho —

— Entonces, ¿era por mi? — Tom se veía casi dolido por ello. Sus ojos marrones se tiñeron de depresión y preocupación. Ese terrible sentimiento de culpa brotó de mi corazón cuando le asentí —

Escondió su cara en el hueco de mi cuello e inhaló un fuerte respiro. Su pelo castaño claro me hizo cosquillas en la barbilla a la vez que posaba su cabeza ahí.

— Por favor, no me tengas miedo —

¿Muy bipolar? Ayer él quería que le tuviese miedo...

— Lo siento, no puedo evitarlo — Susurré, posando mi mano suavemente en su espalda —
Asintió débilmente y me miró a los ojos.

— Ve a dormir, es tarde — Murmuró sin ninguna expresión. Asentí y me acurruqué bajo las sábanas, mis ojos ya casi cerrándose —

Tom cogió mi cuerpo y posó su cabeza en mi pecho, su pesado brazo alrededor de mi y sus piernas entrelazadas con las mías.

— Te quiero —Susurro —

****
Me senté en frente de Tom en el sofá, viéndole vaguear con la mirada alrededor de mi.

— No puedo permitirme traerte conmigo — Murmuró, suspirando profundamente — Pero confío en que estés sola —

Rodé mis ojos.

—Tom, solo vete —

Entrecerró los ojos hacia a mi haciéndome agujeros en lo alto de mi cabeza.

— ¿Estamos intentando escaparnos? —

— ¿Es eso lo que crees? — Le puse a prueba, levantando mi cabeza para encontrarme con sus ojos color chocolate—