Daniel Pov's
—¿Ya se fue a casa?—Suspiré, pasando mi mano sobre la ligera barba en mi cara.
—Sí, no sé tío, están unidos— Dave contestó por el altavoz.
Me quejé.
—¿Por qué siempre consigue todo?
—Daniel, sé que te preocupas por Jessica pero creo que la deberías dejar ser. Ella es feliz, encontrarás a otra reclamo— Dave me aconsejó. Claro que quiero que Jessica sea feliz, pero quiero que sea feliz conmigo.
—Tengo que irme—susurré. Pulse la tecla para finalizar la llamada, tirándome contra mi sofá.
Por qué siempre tiene que volver a Tom, después de todo lo que le ha hecho. No es justo. Quiero una oportunidad con ella, quiero ver cómo se sentiría estar con ella.
Nunca he tenido un reclamo antes. Hace mucho tiempo, que pueda recordar, encontré una chica que pensé que sería mi reclamo. De cualquier modo, trajo mi lado oscuro. Sentí la necesidad de matar y arruinar las vidas de las personas cuando estaba con ella. No quería eso. Quería a una mujer con quién podría ir para quererme y cuidarme, y ser mi ángel.
Jessica ya era un ángel.
Pero era el ángel de Tom.
Ya ha hecho un gran impacto en su vida. Está más tranquilo, no se preocupa demasiado por la vida de las bandas, y ya no sale de fiesta nunca más para emborracharse cada noche.
Entonces otra vez, Tom siempre había querido una reclamo. Me decía sus fantasías sobre tener una, pero sus fantasías no se parecían a la vida real. Me contaba historias donde la chica iría a casa con él, voluntariamente , y le querría directamente. La llevaría a citas y serían la pareja que todo el mundo envidiaría.
Solo una de esas cosas pasó. Los envidio, mucho. Quería ser el que hacía a Jessica sonreír. Quería ser el que la sujetaba cerca por las noches y le susurraba cosas dulces en su oído.
Pero como siempre, Tom tiene que ser el jefe. Él ganó el premio que yo quería.
Quería a Jessica. Pero ella quería a Tom.
Me levanté del sofá, y me metí en una chaqueta de cuero oscura. Salí por la puerta, cerrándola y bloqueándola, antes de entrar a mi coche. Conduje por la conocida carretera y paré justo delante del bar local. Suspiré, entrando por la gran puerta doble.
Tomé un asiento en el bar, pidiendo un whisky. Esto es lo que necesitaba.
Necesitaba relajarme y beber algo de alcohol, y quizás incluso hablar con algunas chicas. Inmediatamente tomé un sorbo de mi bebida cuando me fue dada, dejando la amarga bebida quemar bajo mi garganta.
—Mierda—me susurré a mí mismo. Esta era una bebida extremadamente fuerte.
—¿Un poquito demasiado fuerte para ti, chico guapo?—Un camarero se burló.
Reí ligeramente, sacudiendo mi cabeza.
—Solo no me lo esperaba— Dije, tomando otro sorbo. El camarero río y se giró, yendo a atender a otro cliente. Incliné mis codos en la barra, encogiendo mis hombros.
—Um, perdona, ¿está este sitio ocupado?—Una tranquila, pequeña voz sonó detrás mía. Lentamente giré mi cabeza, viendo una linda morena incómodamente moviéndose en sus dos pies cubiertos de Vans.
—No, en absoluto— Le sonreí. Tomó el asiento, mirándome tímidamente de vez en cuando.
—¿Te gustaría tomar algo?—le pregunté. Ella mordió su labio, sus mejillas sonrosadas en un claro rosa. Linda.
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Claimed - Tom Holland
General FictionClaimed "Si me deshago de mis demonios, perderé a mis ángeles."