Estaba tumbada en el sofá, con papel y bolígrafo en cada mano, con la cabeza de Delgato encaramada en mi regazo y Chain tumbado encima de mi pie.
— Universal Studios... — Me dije a mi misma, bajando por la pantalla del teléfono que Tom me había dejado, mirando diferentes atracciones —
Sólo había un número en él, el suyo. No podía llamar siquiera al 911 desde aquí. ¿Qué clase de programa tenía éste teléfono?
Garabateé en el papel las atracciones que quería montar y qué día estaríamos en el Universal. Tenía casi todo planeado básicamente y creo que me merezco un descanso. El reloj decía las 5 en punto y por experiencias anteriores, era la hora de comer de los perros.
— ¿Tienen hambre, chicos? — Todas las cabezas se levantaron y corrieron a la cocina, siguiéndolos yo después — Si fuese Tom, ¿dónde pondría la comida de los perros? — Susurré, abriendo todos los armarios —
Finalmente la encontré y la eché en los cuatros comederos, pronto todos metiendo sus cabezas para comer. El móvil empezó a sonar de repente desde el sofá y corrí a cogerlo.
— ¿Hola? — Pregunté —
— ¿Cómo lo llevas, cariño? —
— Estoy bien, acabo de darle de comer a los perros — Le expliqué, cerrando el bolígrafo —
— Bien, bien, estaré en casa en 15 minutos. ¿Has planeado ya todo? —
— Sip — Dije pronunciando fuerte la p —
— Genial. No me extrañes mucho — Dijo descaradamente —
— No es probable — Rodé mis ojos —
— Adiós, pequeña. — Y con eso colgué el teléfono —
Solté el teléfono y me estiré en el sofá, Killer vino corriendo y saltó encima de mi.
—¡Ah! ¡Killer pesas mucho! — Reí, acariciando sus costados —
Delgato empezó a ladrar y a mover la cola, corrió hacia mi y me lamió la cara.
Empecé a reír incontrolablemente y finalmente me saqué a Killer de encima.
—¡Dios, chicos me van a matar! —
Tank corrió de repente hacia la puerta, sus patas rascando la maderas y empezó a gemir. Probablemente tenga que usar el baño.
— Tank, ¡no sé que hacer! Tom puso alarmas en las puertas —
Tank siguió gimiendo y tenía miedo de que se hiciese pipí en en suelo.
— Me susurré a mi misma, yendo y viniendo. Rápidamente cogí el teléfono y marqué el número de Tom —
— ¿Estás bien, cielo? — Su voz consternada habló por el teléfono —
— Sí, sí, estoy bien — Escuché como suspiraba de alivio —
— ¿Entonces qué pasa? —
— Tank tiene que salir pero no quiero poner ninguna alarma ni nada — Le expliqué, mordiéndome el labio inferior —
— Oh, déjales salir al jardín. No hay alarma ahí, pero las vallas son eléctricas —Que inteligente pensé. —
— Vale, bueno, gracias, supongo —
— Estaré en casa en 5 minutos. — Dice antes de colgar —
Llamé a Tank para que viniese a la puerta de atrás y la abrí. Los cuatro perros salieron corriendo hacia fuera. Di paso afuera, respirando aire fresco. En el jardín había una piscina, sauna, un patio con una barbacoa y toneladas de espacios abiertos.
ESTÁS LEYENDO
Claimed - Tom Holland
General FictionClaimed "Si me deshago de mis demonios, perderé a mis ángeles."