Capítulo 2

61 6 0
                                    

Miro de reojo a Sean y aparto la mirada cuando descubro que él me estaba mirando.

—¿Qué miras? —pregunta Sean haciendo que yo dejé de disimular que estoy haciendo algo en el móvil y lo mire.

—Nada. ¿Qué miras tú?

—Yo nada.

—Pues ya está.

Vuelvo mi mirada a mi móvil y el hace exactamente lo mismo.

Varios segundos después noto su mirada y lo miro. Ambos apartamos la mirada como dos tontos.

Suspiro y me levanto dejando mi móvil en la cama con un poco de demasiada fuerza, diría yo.

Entro al baño y me encierro ahí.

Suspiro otra vez. No sé cómo actuar delante de él. Quiero abrazarlo porque, joder, lo he echado mucho de menos, pero a la vez es como que... No quiero abrazarlo.

Doy un brinco cuando alguien llama a la puerta.

—¿Estas muerta? —escucho la voz de Sean a través de la puerta.

—Más quisieras.

—Tu madre nos ha llamado para comer.

—Vale, ya voy.

Se hace el silencio y pienso que se ha ido, pero me doy cuanta que no es así cuando lo vuelvo a escuchar.

—¿Estas bien? —me sorprendo al reconocer un poco de preocupación en su voz.

—Si.

—Ah... Vale, te... Esperamos... Abajo.

Escucho sus pasos alejarse de la puerta y suspiro. ¿Por qué tengo que ser tan idiota? ¿Por qué coño me he encerrado en el baño? ¿Por qué actuo así? ¿Y por qué sigo aquí metida en vez de bajar a comer de una maldita vez?

La única respuesta que tengo es; Sean. Volver a ver a ese chico me ha revuelto toda.

Salgo del baño después de lavarme las manos y bajo a la cocina donde Sean está colocando la mesa para los tres. Lo ayudo y nos sentamos a la mesa cuando mamá coloca la comida en el centro de esta.

Empezamos a comer y mama me explica que pronto volverá a su trabajo, ya que el verano ya casi ha acabado.

Odio eso, saber que voy a tener que volver a las clases. Pero adoro saber que junto con las clases vendrán Hanna y Aitor.

Hanna es mi mejor amiga desde que estamos en tercero de primaria. Recuerdo el día en que hablamos por primera vez como si fuera ayer; estábamos en clase de gimnasia y ella sin querer me dio un balonazo en la nariz, supe que sería mi mejor amiga desde que empezó disculpándose por el balonazo y terminó hablándome de la película que había visto la noche anterior a ese día.

Es un poco rara, pero yo tampoco me considero una persona normal. Por lo que encajamos a la perfección. Además, lo normal aburre.

Y Aitor es... Su hermano mayor... Y un papucho que está muy bueno. Recuerdo cuando Hanna me lo presentó hace varios años, desde el principio nos llevamos super bien, pero todo cambió cuando en una fiesta de cumpleaños de un primo de Hanna a la que ella me llevó, él me besó. Desde entonces... Tenemos una relación rara.

Ambos llevan de vacaciones todo el verano. Y no es lo mismo hablar con ellos por teléfono que en persona.

Vuelvo a la realidad cuando mama me llama.

—Hija, te has quedado en trance. —se burla mi madre y  Sean no tarda en seguirle el juego y reírse.

Son horribles por separado, pero juntos... Son aún peor.

Volveré a verte ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora