Pov: Violeta Rivera
Me había dormido, después de tanto trabajo que había hecho. Han pasado unos meses desde que me fui de aquella casa donde mis padres me refugiaron alguna vez. Ahora ando estudiando y... estoy embarazada. Si como lo escuchan estoy esperando un hijo de Emanuel. Lo cuál se que no es agradable, pero así es. No es solo de Emanuel si no también mío lo cual lo hace especial.
Miro la hora en el reloj que esta al lado de mi cama, era bastante temprano las 7Am últimamente desde que estudio y tengo un hijo puedo estar así tan normal. Ya no me estaba escondiendo de Emanuel. Se preguntaran ¿por qué? Simple, decidí tener libertad y vivir en paz. Aunque él no me ha visto o eso creo yo.
Me levanto de cama con una panza de unos 4 a 5 meses. Me acarició mi panza y sonrió mientras tenias unas ganas muertas de ir al baño así que fui rápidamente a hacer mis necesidades. Al terminar baje la cadena y me limpié poniéndome mi ropa interior y mi pantalón más cómodo. Miro el espejo cual era uno chiquito pero funcionaba para ver mi cara de dormida. Me cepillo los dientes y me lavo la cara cuando voy saliendo de mi baño. Voy hacia la cama ya que la había dejado sin recoger. Así que suavemente hago la cama con mucho cuidado y voy hacia mi pequeña y humilde cocina. Actualmente no tenía mucho dinero así que opte por quedarme en una casa de dos cuartos tres baños una pequeña sala y cocina. Mis padres me ayudaron a comprarla por lo mismo. No tenia mucho dinero para hacerlo. Actualmente trabajo en una mini cafetería. Toda mi vida a cambiado, a una vida llena de lujos a una tan normal y simple. Saben que estoy estudiando y voy ya por mi tercer termino. Eso quiere decir que estoy haciendo laboratorio y también tomo unas clases muy buenas. Como anatomía y biología y mucho más.
Estaba encontrando las cosas para hacer unas tostadas francesas con mantequilla de maní. Cuando estaba cocinando siento un leve escalofríos. Mi rostro se pone pálido sabía que era raro que yo tuviera unos escalofríos tan fuertes. Me volteó con cuidado. Viendo a alguien que no quería ver pero sabía que volvería a verme. Emanuel estaba parado en la parte oscura de la cocina, yo doy un paso hacia atrás viendo como da un paso al frente con una mirada llena de seriedad.
—Hola muñequita.
Escucho una vos mucho más ronca, suavemente me acarició mi panza mientras estaba asustada. No quería que me hiciera daño, solo quiero vivir en paz.
—Hola Emanuel.
El me mira sorprendido pues realmente la manera en que le hable no fue con miedo. Si no con amabilidad. No quiero peleas solo quiero una vida normal.
—¿Qué has hecho sin mi pequeña? ¿Por qué estas en esta casa? Mereces mucho más que esto. Déjame llevarte a mi hogar.
—Estoy bien aquí Emanuel, no quiero irme de aquí.
Digo bajando un poco la mirada mientras siento una leve patada de mi hijo. Sorprendida miro hacia mi panza y sonrió.
—Estas embarazada de mi Violeta. Quiero que hagas lo que te digo no quiero ser malo contigo.
—Solo te pido por favor déjame aquí.
Lo miro de nuevo con una mirada suplicante mientras huelo a que se estaba quemando las tostadas y yo me volteo para quitarlas fuera del salten y ponerlas en un bonito plato. Cuando me iba a voltear de nuevo siento como me abrazan la espalda y me acarician la barriga.
—Me encanta verte tan así, tan linda. Me encanta verte embarazada. Violeta de verdad quiero que estemos bien.
Me separo un poco del abrazo y lo miro negando suavemente, parece que el no entendía y yo le iba a explicar.
—Yo quiero mi libertad, yo quiero decidir por mi ¿por qué no me puedes complacer en eso? De verdad quiero estar aquí, quiero seguir estudiando quiero que tengamos una relación sana de amigos. Quiero mi vida la que he tenido tranquila hasta ahora.
—Eso no te lo puedo cumplir Violeta simplemente con el hecho de que puedas estar con alguien más me vuelve loco.
Dice mientras veo como sujeta una de las sillas de la cocina con fuerza como si quisiera romperla.
—¿Para esto vienes? ¿Para hacerme daño? No quiero ir contigo.
Digo mientras tomo un cuchillo y le apunto con el, no quería ir. Estaba clara en eso, veo como entra mis padres a la cocina, mi hermano estaba con mi mamá, ella lo cargaba.
—Quiero que te alejes de mi hija Emanuel.
Veo como mi padre se pone a mi lado quitándome el cuchillo y poniéndome atrás de él.
—Ella no esta sola.
Escucho esas palabras y siento un alivio en mi pecho, veía como Emanuel se acerca un poco hasta que mi padre lo agarra por el cuello y lo pega a la pared.
—Deja a mi hija tranquila, sabes que soy mucho más fuerte que tu. No me hagas matarte aquí mismo.
—No me alejaré de tu hija primero muerto antes de eso.
Veo como mi padre lo suelta de mala gana y se queda viendo como respira. Buscando el aire, mi madre estaba al lado mío ahora mirando a mi padre Grabiel.
—Mi hija quiere estar tranquila si vuelvo a verte por aquí estarás muerto.
—¡Dije que no me alejaré de ella! Fuiste peor con Rose y ahora vienes aquí a pelear por que yo quiero estar con tu hija. La quiero para mi como tu mismo hiciste con Rose.
—Emanuel...
—¡No vengas con excusas Grabiel! Me estas declarando la guerra y sabes que no te conviene por tu hijo.
—¡Ya basta de amenazas!
Mi voz sale con fuerzas mientras me acerco a donde mi padre mirando seriamente a Emanuel.
—La guerra es conmigo Emanuel. No con mi padre, quiero que te vayas ahora mismo de mi casa a menos que quieras que te patee o algo.
—Hazlo no te tengo miedo. Además nuestro hijo debe estar viendo como trato a mamá.
—Tu sabes que lo que estas haciendo esta mal, no me vengas con excusas baratas o mejor dicho amenazas. Quiero que te vayas ahora mismo de mi casa, me dejes tranquila aquí con mi hijo. Déjame en paz con mi hijo.
Le dije seriamente mientras veo como mi papá estaba mirándolo con seriedad igual. Veo como Emanuel de pronto desaparece y respiro hondo mirando a mi padre.
—Sabes que volverá Violeta.
—Lo sé pero no quiero más daños y mucho menos esconderme de alguien que en cualquier momento en otro lugar me puede encontrar. Solo quiero mi vida tranquila y que nadie me tenga que detener en mis metas. La pareja que yo tenga me tiene que tratar como una reina y si no es así pues no quiero nada con nadie así de simple.
Veo como mi papá se rie un poco y me abraza después de que se separa me quedo hablando con mamá mientras me pasa a mi hermano quien estaba dormido en loa brazos de mamá y cuando pasa a mis brazos seguía dormido.
—Tan lindo.
Le comenté a mi madre y ella me sonrió mientras me hablaba de unos planes futuro cuando me este por graduar de enfermera.
Que nueva experiencia estoy viviendo.. ¿Lo estoy haciendo bien?
¿De verdad lo hago?
Autora:
Un capítulo lleno de un poco de dudas y preguntas que sé que se van a contestar en el futuro.
Violeta esta haciendo las cosas de una mejor manera...
¿Será que ahora si será feliz?
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Obsesión Daddy #2
CasualeSEGUNDA TEMPORADA "Daddy" Después de terminar todo bien en la historia de Rose Santana y Grabiel Rivera, viene la historia de su hija. Violeta Rivera Santana, quién es una adolescente de 16 años quién empieza a conocer a uno de estos grandes mafios...