Capítulo 10

30 5 0
                                    

Taehyung llevaba días sin hablarme, ni si quiera quería mirarme y yo me preguntaba cómo podía existir una persona tan orgullosa como él lo era. Entendí el motivo de su enfado, pero no quería que siguiera ignorándome de tal manera. Traté de hablar con él cada vez que nos cruzábamos por la casa y él simplemente se alejaba lo antes posible de mí, con esos gestos lo que conseguía era que mi pecho ardiera de dolor. Estaba arrepentida, quería que volviera a abrazarme y a cuidarme como solía hacerlo, pues me sentía segura entre sus brazos y también cuando me hablaba con su ronca voz característica.

El último intento que tuve para hablar las cosas con él fue esa misma mañana, en la que entré en la cocina y él estaba fumando apoyado en la mesa. Me acerqué y le pregunté algo nerviosa si podía hablar conmigo, pero se marchó y me dejó sola una vez más ahí en medio. No podía más, fui a la habitación de Garnet corriendo y me desahogué.

-Amber, no te preocupes.-Me animó mi amigo.-No es tu culpa, al fin y al cabo quieres disfrutar un poco de tu tan ansiada libertad y a él le cuesta ver eso por el pánico que le tiene a Jungkook.

-Ese hombre ni me conoce.-Respondí entre sollozos.-Es imposible que venga a matarme sin saber quién soy.

-Él suele tener a mi padre vigilado, no des por hecho que no te descubriría.

-Si le hubiera hecho caso desde el principio, esto no estaría pasando.

Garnet me miró con pena, para él tampoco era fácil que Taehyung tuviera esos cambios bruscos de humor, pues unos días podía ser la persona más amable del mundo y otros el hombre más tóxico que pudiera existir. Imaginaba que por ese motivo él era tan buen criminal, por eso y por la gran astucia que tenía y que a Garnet le fascinaba. Todos los años en los que estuvimos juntos en prisión siempre mencionaba que la astucia e inteligencia de su padre era fuera de otro mundo, él podía tener ya resuelto un caso cuando los policías apenas estaban empezando a investigarlo.

Una vez terminé de hablar con mi amigo fui al jardín a sentarme en uno de los columpios y seguí llorando, mi intención no era agobiar al mayor de los hermanos cada día con la misma historia, prefería también soltar lo que tenía dentro en mi soledad. Las lágrimas cada vez caían con más cantidad, lo que hizo que mi llanto se hiciera algo más escandaloso, pero no tuve problema con ello porque estaba sola.

-Amber.-Me llamó una voz, era Taehyung.

-¿Si?-Pregunté intentando limpiar mis lágrimas con rapidez.

-Vamos a hablar.

Su mirada me transmitía compasión, no cabía duda de que quería hablar conmigo por pena y para que dejara de ser una llorona. Me levanté del columpio y le seguí hasta llegar a su habitación, me dejó pasar primero y cerró la puerta una vez nos metimos los dos dentro. Él se acercó a mí y colocó sus dos manos en mis mejillas, quitando mis lágrimas con sus pulgares.

-No llores más, ¿vale?-Susurró.-No tuve que haber reaccionado de esa manera, perdóname.

-Yo también lo siento por no haber seguido tus normas.

Él se alejó de mí para acomodarse en la cama y tiró de mi brazo para que me sentara sobre sus piernas y, de esa misma manera, juntó su frente con la mía cerrando los ojos.

-Solo quiero protegerte, Amber.-Siguió susurrando.-Me mataría a mí mismo si te pasara algo malo, no podría soportarlo.

-Confía en mí, soy una chica muy fuerte.

-Sé que eres fuerte, cielo... Tu vida no fue fácil.-Añadió volviendo a abrir sus ojos para mirar a los míos.

-¿Cómo lo sabes?

-Puedo verlo en tu mirada, en tus ojos se ve reflejado todo lo que tuvo que sufrir tu alma.

Con una mano acarició mi mejilla y acercó sus labios a los míos. En ese momento, la locura que llevaba dentro de mí fue la que tomó el control sobre mi cuerpo y mis acciones, pues salté sobre él con desesperación. Poco después, él me tumbó en la cama y nos dejamos llevar por la pasión, a medida que la temperatura del lugar iba subiendo cada vez más. Por primera vez en mi vida me sentí querida, con cada caricia y con cada beso que dejaba sobre mi piel sentí amor infinito, él sabía a la perfección qué hacer para que cayera rendida a sus pies. Las ventanas de la habitación se empañaron y nuestra ropa quedó perdida a los pies de la cama, quedando como buenas pruebas de lo que había ocurrido entre él y yo esa noche.

Taehyung abrió la ventana para que la habitación pudiera ventilarse y empezó a fumar mientras miraba las calles mojadas de la ciudad, había estado lloviendo y nosotros ni nos habíamos dado cuenta de lo que pasaba a nuestro alrededor.

-¿Estás bien?-Preguntó sin apartar la mirada del paisaje.

-Sí...-Respondí seguido de un bostezo.

-Ya eres oficialmente una mujer.

-Qué honor.-Dije con ironía.

-Eso es lo que me había dicho mi padre en su día, "enhorabuena, te has vuelto finalmente un hombre".

Solté una pequeña risa ante sus palabras y cerré los ojos, pesaban demasiado por el sueño que tenía. Fue ahí cuando empecé ser verdaderamente consciente de lo que había pasado y un sentimiento de culpa invadió mi cuerpo, ¿cómo iba a explicarle a Garnet todo lo que había pasado con su padre? No sabía bien si lo que acababa de hacer podría considerarse un error, pero lo que tenía claro es que en su momento lo había disfrutado. Traté de alejar ese arrepentimiento lo antes posible de mi mente, ya había tenido suficiente con las diferentes emociones que había sentido a lo largo de todos esos días, los cuales fueron como una montaña rusa para mí.

Lentamente, caí en un sueño profundo en el que pude sentir cómo Taehyung se acercaba a mí y cubría mi cuerpo con la sábana, evitando así que el frío me impidiera descansar bien.

-Buenas noches, cielo.-Escuché susurrar a Taehyung en mi oído mientras mi cuerpo caía rendido ante el cansancio.

GLASS {JJK & KTH}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora