Capítulo 30

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–Tú ya sabías que esto pasaría, ¿verdad?–Le preguntó el menor en un susurro.–Por eso me has dicho que pasaríamos más tiempo juntos.

–En efecto, lo sospechaba.–Confesó Taehyung.–Pero creía que tardarían más tiempo en llegar.

–Ustedes dos llevan quince años realizando crímenes y poniendo en peligro a todos nuestros habitantes.–Dijo el juez.

–Eso no es cierto.–Le interrumpió el mayor.–Vuestros habitantes han estado a salvo gracias a nosotros, pues jamás hemos matado a nadie inocente.

–El simple hecho de matar a alguien es delito, por no hablar de los robos que ha hecho el Señor Jeon y los daños físicos.

–Está bien, aceptamos las consecuencias a cambio de algo.

–¿Qué pretendes?–Le preguntó Jungkook.

–Iremos a prisión el tiempo que nos mande a cambio de la libertad de Park Jimin y de Wong Yukhei. También, nada de espiar a mi familia ni a la de mi compañero, ¿entendido? Kim Thomas, Kim Tiffany, Kim Sunwoo y Jeon James no son culpables de nada y lucharé por su privacidad.

–No puedo permitir la libertad de dos criminales, Señor Kim.–Le interrumpió el juez.

–¿Está usted seguro, Señor Harry?

–¿Cómo sabe mi nombre?

–Lo sé todo, ¿cree que no sé nada de lo que esconde el Gobierno? Estoy más que despierto, señor, así que le conviene hacerme caso.

–Park Jimin y Wong Yukhei serán libres y vuestras familias no serán observadas, trato hecho.

–Una última cosa... Busquen información acerca Lee Minho, su hermana desea conocerle. La información debéis mandársela a mi hijo.

–¿Algo más?

–Eso es todo.

–Bien, cumpliremos con lo acordado. Ahora, disfruten de sus cinco años en la cárcel.

Los dos hombres se levantaron de sus asientos y siguieron a los guardias hasta la salida del edificio. Miles de personas estaban fuera esperando a que pudieran sacar fotos de los criminales más buscados finalmente siendo arrestados, sus historias pasarían a ser conocidas alrededor del mundo. Eran completamente distintos, pues uno usaba la razón y el otro empleaba la pasión. Trabajaban de manera totalmente opuesta, pero cooperaban de maravilla juntos. La prensa no dejaba de gritar sus nombres junto a todas las personas allí presentes.

–Volveremos a vernos, ciudadanos.–Gritó Taehyung con una sonrisa antes de entrar en el coche de la policía.–No os libraréis tan fácilmente de nosotros.

Minutos después, ambos estaban compartiendo celda. Estaban sentados uno frente al otro, mirándose sin saber bien qué decir, hasta que el menor decidió romper el silencio entre ellos.

–¿Cómo no has visto venir esto?–Preguntó.

–A veces el más fuerte no es tan fuerte y el más inteligente tampoco lo es tanto.–Respondió el mayor.

–En realidad, admiro la manera en la que has conseguido fingir tu muerte sin que nadie se diera cuenta.

–¿Si?

–¡Por supuesto! ¡Ha sido alucinante! ¡Y encima intimidas a todos con tu labia!

–Yo intimido con mi labia, pero tú lo haces con tu fuerza.

–Ya no soy tan fuerte, Amber me ha ayudado con eso.

–Es un ángel.

–¿Ya sabías que era hija de Jolene?

–¿Tú qué crees?

Ambos rieron y trataron de ponerse al día contándose mutuamente sus vidas, pues estarían años metidos ahí juntos. Qué irónico era, han pasado quince años separados por un malentendido y ahora pasarían el tiempo gastado en la misma celda. Probablemente Taehyung llegaría a pensar en ello algún día, pero Jungkook jamás lo habría pensado.

Por otro lado, yo estaba sentada fuera del edificio. Me despedí de ellos por última vez mientras entraban en la cárcel. En ese momento deseaba achucharles y decirles que les esperaría hasta que salieran de allí juntos, pero lo único que pude hacer fue mandarles unos besos voladores desde la distancia. Jungkook fue el que me devolvió el gesto, en cambio, Taehyung me guiñó un ojo con una sonrisa. Me aliviaba el hecho de que estuvieran juntos después de tanto tiempo, había esperanza de que su amistad volviera.

De todos modos, me sentía vacía. Mi ilusión por estar con Taehyung después de tanto tiempo se había roto en cuestión de segundos, justo ahora que podíamos ser felices... Lucas y Jimin salieron del edificio con unas expresiones de felicidad absoluta.

–¡Somos libres, mi piba!–Exclamó Lucas.

–Me alegro mucho, de verdad.–Respondí sonriendo.

–¿Estás bien?–Me preguntó Jimin.

–Sí... Simplemente me da pena la situación.

–No te preocupes.–Dijo una voz a mis espaldas.–Solamente cinco años y serán libres.

–¡Garnet!–Grité al tirarme entre sus brazos.–¡Estás bien!

–Estamos, no te olvides del resto, asquerosa.–Respondió Jasper uniéndose al abrazo junto con Amatista.

–Os juro que lo pasé fatal, creí que os había perdido para siempre.

–No, somos buenos actores.–Rio mi amigo.

–Un reencuentro muy bonito.–Dijo Jimin.–Pero ahora debemos buscar a tu hermano, Amber.

–¿¡Tienes un hermano!?–Preguntó Amatista sorprendida.

–Eso parece.–Dije riendo.

–¿¡Es guapo!?

–¡Kim Tiffany!–Le llamó la atención Jimin.–¡No te recordaba así de curiosa!

Así fue cómo al cabo de una semana Garnet recibió una llamada de la policía, él se había emocionado muchísimo creyendo que sería su padre, pero esa vez era una noticia que me tenían que dar a mí. Al parecer, habían localizado a mi hermano en una ciudad a tres horas de la nuestra, pero pude comunicarme con él a través de una carta que le mandé a la dirección que me habían señalado en los papeles. Era por ese motivo por el que me encontraba en la plaza sola, jugando con mis dedos para calmar los nervios que tenía por dentro.

Los hermanos Kim y Jasper me acompañaron al lugar y decidieron parase a tomar algo en uno de los locales que había al lado, así me sentiría más segura si las cosas no salían como yo las imaginaba.

–Disculpa.–Me llamó un chico alto de pelo oscuro.–¿Eres tú Lee Agata?

–Sí, soy yo.–Respondí.–¿Tú quién eres?

–Soy tu hermano mayor.–Me dijo con una sonrisa de oreja a oreja y con algunas lágrimas asomándose por sus ojos.

Le abracé con fuerza y lloré contra su pecho. Siempre pensé que entre los brazos de Taehyung o entre los de Jungkook me sentía como en casa, pero me equivocaba, ahí estaba mi verdadero hogar.

Minho y yo estuvimos charlando toda esa tarde y de rojo veía cómo los hermanos Kim y Jasper nos miraban con una sonrisa. Notaba a kilómetros que se sentían felices por mí, ¡y yo de ellos! Pues Sunwoo hizo rápidamente buenas migas con sus dos hermanos, a pesar de tener alguna que otra disputa con Jasper, estaba muy feliz de tener finalmente una buena relación con Garnet y con Amatista.

En ese momento empecé a sentir que, aunque no sería capaz de ver a mis chicos hasta que pasaran cinco años, todo empezaría a mejorar. Acepté mis errores, aprendí de ellos, también de todos los baches que la vida me puso y ahí me encontraba yo, finalmente conociendo a mi hermano mayor y rodeada de personas que me adoran. Mi vida solamente acababa de empezar.

GLASS {JJK & KTH}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora