GLASS {JJK & KTH}

Capítulo 26

–¿Cómo has conseguido reservar esta habitación para los dos?–Le pregunté al criminal mientras observaba la habitación de hotel en la que nos quedaríamos esa noche.

–Bajo el nombre de "Diamond".–Respondió con una sonrisa.

Me acerqué a él para abrazarle con fuerza y él besó mi mejilla. Me sentía muy agradecida por tener la suerte de contar con su ayuda en la búsqueda de mi hermano perdido, su apoyo me hacía sentir muy segura conmigo misma.

–¿Quieres ir a cenar algo?–Me preguntó en un susurro.

–Claro.–Respondí.–Tengo mucha hambre.

–Vale, iré a por unas cosas y te recojo para ir a cenar.

Se despidió de mi con una sonrisa y salió de la habitación dejándome completamente sola. Quise dar algunas vueltas una vez más por el lugar, pues era mi primera vez en un sitio tan caro. Todo se veía extremadamente perfecto, Jungkook sabía bien en dónde y en qué gastar todo el dinero que había robado durante tantos años.

Mientras admiraba la belleza del baño, el recuerdo de Madison me vino a la cabeza de la nada. Esa chica había tenido a Jasper con Jungkook cuando yo tenía simplemente dos años pero, ¿dónde estaba esa chica en ese momento? Ese pensamiento me dio el impulso de asomarme por la lujosa terraza, la cual me regalaba unas vistas preciosas de la ciudad. El cielo estaba lleno de tonos anaranjados con unos toques rosados y no pude evitar enamorarme de lo que mis ojos veían.

Mis oídos empezaron a percibir las voces de dos personas conversando, sonaban algo alterados. Por lo que bajé mi mirada hacia dónde venían esas voces... Jungkook estaba hablando con una chica.

–¿Cómo sabías que estaba aquí?–Le preguntó el criminal.

–Sueles estar aquí por estas fechas.–Le respondió.–No te he estado siguiendo.

–Llevaba unos quince años sin verte, Madison.

–Lo sé, lo sé.

–No tienes ni la menor idea de lo mucho que te he echado de menos.

–Yo a ti también...

Fue suficiente para mí escuchar simplemente eso. Salí de la terraza y empecé a recoger todas mis cosas rápidamente, estaba destrozada. ¿En verdad creía que él se quedaría una chica de dieciocho años como yo lo era antes que al amor de su vida? Un criminal de treinta años como él lo era no podría quedarse con alguien como yo, tuve que haber imaginado que prefería a una mujer de su edad y no a una cría.

Abrí la puerta de la habitación y corrí por el pasillo. A pesar del dolor, no dejaría que ni una sola lágrima cayera por mi cara, no esta vez. Había tenido un montón de horribles experiencias a lo largo de mi vida y no iba a dejar que un hombre tuviera el lujo de joderme.

–¡Amber!–Gritó Jungkook corriendo detrás de mí al verme salir del hotel.–¿A dónde vas?

–Lejos.–Respondí fría.

–¿Qué? ¿Estás loca?

–¿Quién es esta chica?–Preguntó Madison acercándose hacia nosotros.

–Lee Agata.

–¿Cómo dices?

–Sí, esa soy yo, que tengáis una buena noche.

Me despedí de ellos y subí a uno de los taxis que había en el lugar, pude ver la cara de sorpresa de Jungkook a través de la ventana.

–¿Hacia dónde?–Preguntó el taxista.

–Lejos de aquí.–Respondí.

–¿Y eso en dónde queda?

–Oh, lo siento, todo recto.

Y el taxi arrancó dejando a ambas personas paradas en frente del hotel. Solamente podía pensar en lo traicionada y decepcionada que me sentía, estaba más enfadada que triste. Taehyung jamás me habría hecho nada por el estilo, esa era la mayor diferencia entre ellos dos. Ojalá siguiera conmigo y pudiera perdonarme por haber tomado la pésima decisión de liarme con su mayor enemigo, él no se sentiría orgulloso de mí por nada de lo que he hecho y lo comprendo.

Vi a Jay paseando por la acera de al lado y decidí llamarle para hablar con él, sin olvidar que debía usar su nombre falso para que nadie le identificara.

–Para el coche.–Le dije al taxista bajando la ventanilla.–¡Howlite!

–¿Amber?–Preguntó confuso mientras se acercaba al coche.–¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar con Diamond en el hotel?

–Estaba muy ocupado con Madison y decidí irme para dejarles a solas.

–¿¡Qué!? ¿¡Madison ha vuelto!?

–Eso parece.

–¿Estás bien?

–Perfectamente.

–¿Te rompen el corazón y te vuelves más fuerte?

–Soy Escorpio, cariño.

–No entiendo de esas cosas, guapa, pero puedes quedarte en mi casa si no tienes en dónde dormir.

–¿No crees que sería un estorbo?

–Para nada.

–Entonces acepto.

–¿Baja usted entonces aquí?–Me preguntó el taxista.

–Sí.

–Está bien, serían 4,50€.

–Paga mi amigo.

–¿¡Qué!?–Exclamó Jay.

Una vez Jay le dio el dinero al taxista, nos fuimos a su casa, la cual estaba muy escondida en el centro de la ciudad. Mi primera impresión al entrar fue un cuadro, creía que él también tendría un apartamento lujoso como los demás, pero se trataba de uno bastante común y simple.

–¿Hay alguien en casa?–Preguntó.

–¿Por qué has tardado tanto?–Preguntaron al unísono dos chicos en el salón.

–He estado ocupado... Os presento a Amber, se quedará con nosotros un tiempo.

Los dos chicos me miraron con una sonrisa traviesa, que me dio una sensación de malestar nada más verla. Algo de ellos no me daba buena espina y pocas veces mi intuición fallaba.

–Así que tú eres Amber, ¿no?–Preguntó el más alto de ellos.

–Sí, soy yo.–Respondí intentando ocultar mi incomodidad.

–Encantado, nos han hablado un montón sobre ti.

–No sé si eso es bueno o malo.

–Para nosotros es bueno.–Añadió el más bajito.

–¿Sabéis qué? Mejor me voy, seguro que preferís tener intimidad.–Dije intentando abrir la puerta, la cual estaba de golpe cerrada con varios candados.–Jay, abre la puerta.

–Abriré la puerta cuando yo quiera.–Respondió con una sonrisa maliciosa.

–¡Abre la puerta ahora mismo!

–Sabemos todo de ti, Lee Agata.–Siguió hablando el más alto.

–¡Abrid la puerta!

–Gracias por haber venido.–Continuó el más bajito.–Solamente nos has facilitado las cosas.

–¡Ayuda!