Capítulo 24

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Abrí los ojos a la vez que Jungkook lo hizo, este se giró a mirarme con cara de confusión y de sueño. Me acarició la mejilla y besó mi cabeza.

–Buenos días.–Dijo con voz ronca.

–Buenos días...–Susurré.

–¿Estás bien?

–Sí.

–No lo parece.

–Estoy bien.

–La verdad, creía que huirías de mi cama una vez despertaras.

–¿Por qué?

–Daba por hecho de que te arrepentirías... ¿Seguro que estás bien?

–Sí.

El criminal se levantó de la cama para vestirse, cosa que también hice segundos después. Yo estaba descolocada por dentro, tuve que apoyarme en el escritorio para que el peso de mi cuerpo no pudiera conmigo.

–¿Qué pasa?–Me preguntó.

–He tenido un sueño que me ha dejado bastante preocupada.

–¿Qué sueño?

–Taehyung hablaba con Jolene, parece que ella había estado jugando con sus sentimientos y también con los tuyos. Él le dijo que no se iba a salir con la suya y que la iba a matar por no haberos dejado ser felices con una tal Alice y con una tal Madison.

La expresión de sorpresa de la cara de Jungkook se hacía cada vez más grande con cada palabra que decía, no podía creerse lo que estaba escuchando.

–¿Qué más pasaba en el sueño, Amber?

–Jolene le rogaba que no la matara porque estaba embarazada... Taehyung dijo algo de alguien que se llamaba Minho y también de un hombre llamado Lay, dijo que seguramente él se suicidaría al verla muerta.

El criminal cayó de rodillas ante mis palabras y sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas. Su reacción me tomó por sorpresa y no podía comprender el por qué de su acto. Él me agarró ambas manos y me miró directamente a los ojos, con un destello que me pedía que fuera sincera con él.

–¿Cuál es tu nombre?–Preguntó dejando escapar las lágrimas.

–Mi nombre es Amber.–Respondí.

–¿Cuál es tu verdadero nombre?

–Ya te lo he dicho.

–Respóndeme, por favor.

–Lee Agata.

–Eres tú...–Añadió rompiendo en un buen llanto.–Eres su hija... Eres su puta hija, joder...

–¿Qué?

–Jolene es tu madre.

–Eso no es posible.

–Tuve que haberlo intuido desde el principio...

El hombre siguió soltando el inmenso llanto que llevaba minutos reteniendo en su interior y apretó con más fuerza mis manos. Estaba paralizada, ¿realmente ella era mi madre? Entendí ahí por qué me comparaban con ella, diciendo que nuestro físico era muy similar y que teníamos una personalidad muy parecida.

–Ahora entiendo por qué sentí esa comodidad contigo el día que te conocí.-Siguió hablando entre lágrimas.-Me había reencontrado con mi pequeña...

–¿Qué quieres decir?–Pregunté también al borde del llanto.

–Cuando tu madre murió y tu padre se suicidó, yo fui el que estuvo contigo hasta que cumpliste los cuatro años de edad.

GLASS {JJK & KTH}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora