Capítulo 19

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–¿¡Qué cojones haces!?–Gritó Sunwoo detrás de mí.

Seguí corriendo detrás del hombre, sin darme cuenta de que acababa de romper parte del vestido por haberme dejado llevar por mis emociones.

–¡Espera!–Grité.

–No me sigas, bonita.–Respondió el hombre sin darse la vuelta.–Volverás a verme, pero eso tendrá que esperar.

–¡Quiero saber al menos tu nombre!

No dijo nada más, solamente desapareció. Creí que le alcanzaría, pero al parecer le perdí de vista en un abrir y cerrar de ojos. De la nada, una mano agarró con fuerza mi cuello y lo apretó.

–¿¡Qué pretendes!?–Me susurró Jungkook enfadado.

–Lo siento...–Traté de disculparme con el poco aire que me quedaba.

–Sigue el plan.–Respondió soltando mi cuello.–Como te vuelvas a distraer, nos meterás en problemas.

El criminal volvió a la sala principal en la que todos los invitados disfrutaban de la fiesta felizmente, pero yo fui en busca de Yoongi sigilosamente, justo como ellos me habían dicho. Le encontré hablando con un chico bastante atractivo, pues sus labios eran gruesos, su mandíbula estaba muy marcada, sus ojos eran bastante finos y su pelo estaba muy bien colocado. Poco a poco y sin llamar mucho la atención traté de acercarme a ellos, por suerte, Yoongi estaba a espaldas mías y el único que podría verme sería el otro chico tan arreglado.

–Un desastre, Jimin.–Suspiró Yoongi.

–¿Y dónde está la chica?–Preguntó el otro chico, el cual parecía llamarse Jimin.

–Seguramente el imbécil ese se la haya llevado, pero tenemos que encontrarla.

–¿Cómo pretendes hacer eso? Lo más probable es que ella también esté muerta.

–Pero no lo sabemos a ciencia cierta, recuerda que Taehyung nos hizo jurar que la encontráramos ante cualquier situación.

–No lo sé, tío... ¿Por qué iría a dejarla viva? A no ser que la quiera como su putita, no entendería el motivo por el que la querría.

–Nunca se sabe.

Jimin me observó y empecé a ponerme tan nerviosa que fingí como que no le estaba mirando, lo cual era un poco estúpido, pues él era un buen criminal como todos los ahí presentes. Por mi mala suerte, vi por el rabillo del ojo cómo se acercaba a mí con dos copas de vino en la mano.

–Buenas noches, guapa.–Me dijo con una sonrisa.–¿Quieres vino?

–Sí, claro.–Respondí con una sonrisa mientras cogía la copa.

–¿Cuánto tiempo llevas siendo criminal?

–Oh, lo es mi marido. Hemos sido invitados a la fiesta, pero él tenía mucho trabajo hoy y no ha podido venir.

–¿En serio? ¿Quién es tu marido?

–Es...–Pensé rápido un nombre que me sonara y que pudiera usar para que no me descubriera, algún amigo o conocido de Taehyung...–Park Sunghoon.

–¿Park Sunghoon? No sabía que se había casado, pues no sé nada de él desde que se fue a Francia. ¿Cómo está?

–Está de maravilla, vivimos en Toulouse y nos encanta.

–¿Y no es un poco peligroso para la mujer de un criminal estar sola en una fiesta como esta?

–Para nada, estoy acostumbrada.

–¿Sabes una cosa?–Dijo con una sonrisa pícara.–A pesar de que haya sido bastante creíble, no cuela.

–¿De qué hablas?

–Sunghoon está en Italia, cielo.

–¡Mierda!

–¿Qué pasa aquí?–Preguntó Yoongi uniéndose a la conversación.

–Esta es la supuesta mujer francesa de Sunghoon.–Continuó Jimin.

–Alguien ha estado mintiendo.

–¡Puedo explicarlo!

–No hará falta.–Respondió el élégante hombre quitándome la máscara a la fuerza.

–¿Amber?–Preguntó Yoongi atónito.

–¿Qué? ¿Es ella?

–Estás viva.

De la nada, alguien me dio un fuerte empujón y caí al suelo, se trataba de Jungkook. Miré al frente para ver cómo el criminal empezaba a pelear contra los dos hombres y empecé a asustarme, pues el recuerdo de lo ocurrido con Yeonjun vino a mi mente. No quería que ninguno de ellos acabara de la misma manera, sobretodo Yoongi.

–¡Levántate! ¡Tenemos que irnos!–Exclamó Sunwoo tirando de mi brazo.

–¡Jungkook! ¡No les hagas daño!–Grité.

Sunwoo me ayudó a levantarme y me ayudó a salir de la mansión pasando por unos rincones en los que podríamos pasar desapercibidos.

–¿¡Por qué le has dicho eso!?–Preguntó mientras corría.

–¡Intenté disimular! ¿¡Qué querías que dijera!?

–¡Agáchate!

Nos agachamos a gran velocidad detrás de un sofá, esquivando una bala que alguien había disparado. Posiblemente ese era uno de los momentos en los más asustada estuve a lo largo de mi vida, pero he de decir que no fueron pocos. Escuchamos cómo unos pasos se acercaban lentamente hacia nosotros a medida que mis lágrimas empezaban a caer por mi cara.

–No llores, por favor.–Susurró Sunwoo acariciando mi mejilla.–Todo va a estar bien, juro que saldremos de aquí vivos.

–Yo no estaría aquí si me hubiera buscado un hotel desde un principio.–Murmuré en mitad de mis sollozos.

–Así ha tenido que ser... Tranquilízate, por favor.

–¿Vais a salir hoy de aquí, tortolitos?–Preguntó una voz.

–¡Jin! ¡Eras tú!

–Id por la derecha, Namjoon os está esperando fuera.

El chico volvió a tirar de mí para salir del lugar lo antes posible. Así fue que seguimos la indicación de ese tal Jin y, milagrosamente, pudimos salir del edificio.

–¡Venga! ¡Rápido!–Nos apresuró Namjoon abriendo la puerta del coche.

–¿¡Por qué se fue el plan a la mierda!?–Preguntó Lucas mientras nos abrochábamos el cinturón.

–Jimin ha descubierto a Amber, ahora todos saben que está viva.–Respondió Namjoon arrancando el coche.

–¿¡Qué le has dicho!?

–¡Le he dicho que era la mujer de Sunghoon y que estábamos muy felices en Francia!–Exclamé alterada.

–¡Vaya! ¡Eres realmente estúpida!

–¿Dónde está Jungkook?

–Él volverá más tarde, sabe lo que hace.–Respondió Namjoon.

–Por favor, que no le haga daño a esos dos chicos.

That's like the whole point.–Respondió Jay lanzándome una mala mirada.

–Amber, cálmate.–Dijo Sunwoo dejando caricias sobre mis manos.–Todos van a estar bien, Jungkook es una persona impulsiva, pero sabe lo que hace.

Suspiré y miré cómo nos alejábamos cada vez más del edifico a través de la ventana. Fuiste maravilloso, Taehyung, pero me has metido en un mundo en el que jamás me sentiré completa, quiero que mi felicidad vuelva.

GLASS {JJK & KTH}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora