FÍSICA Y QUÍMICA. (KOOKMIN)

11. - FRICCIÓN.

—Bien, chicos, ya tengo los resultados de sus pruebas. — dijo blandiendo los exámenes —. Para todos aquellos que hayan reprobado, y no estaban enterados, los días sábado deberán tomar asesorías para recuperar la materia.

—¿El profesor Lee dará las asesorías? — preguntó un chico al final del aula.

—No, en este caso, y para todos mis grupos y materias, lo haré personalmente. Obviamente el horario cambiará según la materia, pero al menos en ésta, serán los días sábado.

Comenzó a entregar los exámenes y todos tenían cara de pánico, que conforme avanzaba el tiempo sus gestos se iban suavizando, con excepción de uno, el de Jimin que fingió una sorpresa e indignación completa. Cuando estuvo a punto de reclamar, Jungkook dio inicio a la clase como si nada hubiese pasado.

Luego de una hora y media de fórmulas y ejercicios, procedió a llamar a cada estudiante para que le regresaran y firmaran el examen de que estuvieron de acuerdo en su calificación, aclarando también algunas dudas sobre el mismo. Conforme los fue llamando, los hacía firmar rápido, como medida de credibilidad, dejó a Jimin al final.

—Es hora de firmar, joven Park.

—¡¿Es en serio?! — dijo molesto azotando las hojas en la mesa —. ¡NO ME PUDE HACER ESTO!

—Yo no le hice nada. Usted mismo se lo hizo por no estudiar.

Jimin comenzó a gritar barbaridades como un loco, y los estudiantes iban saliendo de forma rápida para evitarlos. El último cerró la puerta en el proceso y al verse con el área despejada, bajaron la voz.

—¿Entonces...? — soltó en tono tímido.

—¿Entonces qué? — preguntó el docente guardando sus pertenencias.

El Idol se acercó de forma seductora e hizo un recorrido con los dedos sobre las solapas del traje hasta rodearlo por el cuello.

—¿Qué tan particulares serán esas clases?

Jeon rodeó la pequeña cintura de Jimin y fue acercándose de a poco hasta que sus labios se unieron en un dulce, pero hambriento beso.

—Espero que aprendas bien... — susurró luego de separarse.

—Eso espero, profesor Jeon. — pronunció para guiñarle el ojo y volver a besarse.

Luego de más besos, caminaron por los pasillos hasta la oficina de Jeon, donde astutamente Jimin cerró la puerta con pestillo.

Jungkook se sentó en su cómoda silla de piel y aflojó un poco su corbata, sacó unos cuantos papeles para explicarle al chico como iban a ser sus asesorías, empero el pequeño Park tenía otra idea en la cabeza.

Con picardía caminó hacia él y realizó suaves caricias por su cuerpo provocándole una erección al contrario. Quiso apartar la mirada, pero los movimientos del rubio eran demasiado hipnóticos para él. Con ayuda de su silla se aproximó y lo tomó por la cintura para que pudiera sentarse encima.

—¿Qué hace, profesor? — preguntó juguetón.

—Te daré unas cuantas lecciones.

—¿De qué tipo?

—Hoy aprenderás sobre la fricción.

Tomó las caderas de Park y comenzó a moverlas, el rubio lo ayudó un poco haciendo círculos. Jeon soltaba gemidos involuntarios, y eso resultaba música para los oídos de Jimin.

La excitación subía a medida que sus cuerpos buscaban más contacto y con una gran erección continuó el suave vaivén. Jungkook al notarlo, acarició su espalda, bajó hasta su gran trasero y le dio un apretón que lo hizo jadear. Aún con picardía siguió tocando el cuerpo ajeno hasta llegar a su pelvis. Sonrió con malicia y por encima de la ropa acarició su miembro.