12.- ASESORÍAS.

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El primer sábado de asesorías se hizo presente. Jeon citó a Jimin en su casa y cuando el rubio llegó, se abalanzó sobre él como un depredador atacando sus labios y apresándolo con sus piernas por la cintura. Jungkook lo cargó hacia dentro como si no pesara nada, lo recargó en la puerta para continuar con aquella sesión húmeda de besos y poder cerrar.

A trompicones llegaron al sofá donde Kook se dejó caer con el rubio encima suyo. Los labios de Park parecían no querer despegarse de los suyos y sonriendo, repartió caricias por toda la espalda contraria. Levantó ligeramente la camiseta y Jimin aprovechó para colar sus manos por la de Jeon sintiendo su duro abdomen. Sin dejar de tocarse, ambos se quitaron la molesta ropa superior. Sus pieles ardían en deseo y sus erecciones lo demostraban.

Totalmente sumidos en su placer, no notaron cuando cierto can bajó las escaleras y se acercó a ellos. El pequeño Bam ladeó la cabeza de un lado a otro y continuó su camino, al estar lo suficientemente cerca, y atraído por el dulce olor de Park, posó su naricita sobre la espalda del rubio sobresaltándolo en el proceso.

—¡¿Qué mierda?! — gritó aferrándose al cuello del profesor.

Ambos miraron hacia atrás y observaron como Bam movía la cola emocionado, volvió a acercarse y posar su fría y húmeda nariz en la espalda de rubio quien tembló por el cambio de temperatura.

—¡Bam! — dijo su dueño con voz elevada.

El perro agachó la cabeza dispuesto a irse, pero la tierna voz de Jimin llamándolo hizo que volviera. Sin levantarse, se giró chocando su espalda con el pecho del docente para acariciar con ternura la cabecita del can. 

—Que lindo eres. — dijo con voz infantil —. ¿Quién es lindo? ¿Quién es lindo? — el perro revoloteaba a su alrededor —. Tú, tú eres lindo, pequeño.

Distraído por el perro, no notó como Jungkook lo miraba con una sonrisa en el rostro, lo rodeó por la cintura y recargó su mentón en el hombro de Park.

—¿Por qué no me dijiste que esta bolita hermosa vivía contigo? — ladeó ligeramente la cabeza para mirarlo —. Tú eres hermoso, ¿verdad que sí, cariño?

—No sabía que te gustaban los perros.

—Me encantan los animales. 

—Puedo notarlo. — sonrió —¿Te cae bien, Jimin? — acarició la cabeza de Bam rozando sus manos con las de Park y el perro meneó la cola con emoción, lamiendo una de las manitas del rubio.

Se levantó del regazo del docente, colocó su camiseta y se dispuso a jugar con el perrito, quien lo tomó por el pantalón para guiarlo hacia un lugar, caminó para seguirlo, y Bam sacó uno de sus juguetes rodándolo con la nariz hacia el chico. Él entendió lo que quería y continuaron jugando.

Jungkook al sentirse ligeramente desplazado, imitó a su invitado colocándose la camiseta y se levantó hacia la cocina, sacó dos cervezas, abrió una y volvió al sofá para verlos jugar. Tanto el rubio como el perro miraron a Jungkook y luego se miraron entre ellos, Jimin hizo un asentimiento con la cabeza y ambos corrieron sobre el azabache. De un brinco Bam quedó a lado de Jeon, mientras que Park se colocó sobre sus piernas y ambos comenzaron a besar las mejillas del profesor.

—¡Esperen! ¡Basta! — pedía entre risas. 

Jungkook apartó a Bam con una mano, mientras con la otra, tomó la diminuta cintura de Jimin y le plantó un buen beso en los labios que lo dejó sumamente atontado. 


 

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FÍSICA Y QUÍMICA. (KOOKMIN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora