14.- ¿ADOPCIÓN?

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—¡Jungkook no! ¡Esperaaaa! 

—¡Nada de espera! Te dije lo que podía pasar y aún así no te importo. 

—¡Espera! ¡Por favor! — alzó las manos intentando defenderse. 

—Lamento decirte que no te haré caso. — sonrió ladino.

Jimin se encontraba tumbado en la cama retorciéndose y pidiendo clemencia, mientras Jungkook estaba encima de él haciéndole cosquillas. Todo comenzó cuando el rubio le arrebató su tan preciada brocheta de carne y lo retó a quitársela, corrieron por toda la casa hasta que Park intentó encerrarse en el cuarto, empero, Jeon era rápido y fuerte, así que lo lanzó al colchón, le quitó la comida de las manos y empezaron su pequeña pelea.

—¡Jeon ya basta! — empezó a hacer pucheros.

—Esta bien, te daré una tregua. 

Lo ayudó a incorporarse para que pudiera recuperar el aliento. Se sentó en la cama y Jimin gateó hasta acomodarse entre sus piernas. El azabache sonrió con ternura y lo abrazó colocando sus manos sobre el estómago del rubio. Dejó un beso en la coronilla y se inclinó a su oído.

—Eres increíblemente mimado. — subió una mano hasta acariciar una de las regordetas mejillas y dejar un beso en la otra.

El rubio giró su torso levemente y ambos se miraron fijamente a los ojos. Sonrió ampliamente provocando que sus ojos se hicieran una sola línea y abultó los labios en dirección al chico. Él entendió rápidamente y lo besó con ternura cerrando los ojos en el proceso. 

—Tal vez si soy un mimado. — le dio un corto beso —.  Pero te está encantando consentirme.

 Volvieron a fundirse en más besos el resto de la tarde.





 Volvieron a fundirse en más besos el resto de la tarde

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—Amooooor. — volvió a llamarlo con pucheros.

—Cariño, ¿Cómo esperas que haga algo así?

—Min Yoongi. — utilizó su voz molesta.

—Tae. — lo jaló para sentarlo en su regazo —. ¿Cómo diablos voy a hacerlo? ¿Qué pensabas cuando sugeriste esa tontería?

—Pues si no lo haces tú, lo haré yo. — se cruzó de brazos.

—¿Y qué harás? — enarcó una ceja —. Dime qué piensas hacer, eh. Soy todo oídos.

—Pues yo... Yo haré lo necesario.

—No seas terco.

—Pero es que lo quiero. — dijo con voz infantil y un pronunciado puchero.

—Y sé que lo haces, amor, y todo lo que tú quieras yo también lo quiero, pero no vamos a seguir ese estúpido plan. 

—Oye no es estúpido. — soltó un poco ofendido.

—Me parece que secuestrarlo sí es un plan bastante estúpido, ¿Has pensado en las consecuencias? — se frotó la cara —. Haremos algo mejor, invitémoslo a comer, le planteamos la situación y después...

FÍSICA Y QUÍMICA. (KOOKMIN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora