—¿Por qué diablos me pediste eso? — preguntó en forma de regaño abriendo la puerta.
—No sabía que hacer y hoy Kookie tiene que dar unas asesorías, no sabía a quien recurrir. — agachó la cabeza apenado —. Lo siento.
—Está bien, no hay problema, pero quiero saberlo todo. — amenazó con una sonrisa pícara en el rostro.
Una vez que se acomodó en la sala, Jin preparó un poco del café helado que a su amigo le encanta tomar para tranquilizarlo. Luego de un periodo relativamente corto de silencio, lo miró con la ceja levantada para incitarlo a hablar.
—Ya entendí. — se defendió cabizbajo —. Cuando salí de mi ensayo, choqué con un chico. — imaginó el rostro del pálido a detalle —. Dios que chico más atractivo, en fin, chocamos, caímos al suelo, nos ayudamos y quedé embobado con él, al poco tiempo resultó que tiene novio, incluso fue a llevarle el almuerzo y carajo, él también era hermoso, tiene unos rasgos muy...
—Cuida tus palabras, no hay nadie más hermoso que yo. — dijo divertido.
—Eso lo sé, Jin, pero la diferencia es que tú no me gustas como ellos dos.
—Bueno es que... — se quedó callado —. ¿Te gustaron los dos? — abrió exageradamente los ojos y su boca formó una perfecta "o"
—Algo así... — murmuró apenado rascándose la nuca.
—¡Carajo! — comenzó a reír con ganas —. Imagínate una cita triple. — continuó carcajeándose.
—¿Quieres callarte? No me estás ayudando.
Pasaron el resto de la tarde en la cama, aunque Jimin se negara a aceptarlo, se la pasó muy pegado al pelinegro, incluso hacía pucheros y fruncía el ceño cada que el chico se alejaba de él, así que la última vez que se levantó al baño y volvió, se aferró a él para no dejarlo escapar.
Jungkook creía fielmente que Park era un mimado y lo corroboró cuando no lo dejó levantarse por agua, así que para saciar su sed, lo cargó hasta la cocina. Al principio el rubio se negó, pero conforme bajaban las escaleras, iba riendo abrazado de su cuello. Lo recargó en la encimera de la cocina y él fue por dos vasos de agua, le tendió uno y se lo acabó en seguida, él lo imitó. Cuando se decidió a recoger los vasos y lavarlos, Jimin lo jaló hacia él con sus piernas aprisionándolo de nuevo.
—Solo iré a lavar los trastes sucios.
—No. — dijo con voz infantil y un puchero.
—Jimin...
—Ya dije que no. — se cruzó de brazos sin liberarlo de sus piernas.
—¿Qué necesito hacer para que me dejes? — preguntó muy cerca de su oreja soplándole un poco en el proceso.
Los bellos del rubio se erizaron en seguida, y su cuerpo lanzó pequeños temblores por toda su espalda. Se miraron a los ojos y relamió sus labios, para después morderse el inferior. Jeon sonrió por su actitud, lo abrazó por la cintura y le plantó un beso, se separó e imitó su propia acción un par de veces más.
—¿No tienes hambre? — preguntó entre besos.
—De ti. — respondió pícaro.
—¿Y de comida? — lo miró enarcando una ceja.
Iba a replicar que no, empero, unos ruidos nada decentes de su estómago lo delataron. Jungkook sonrió con ternura, le dio un beso más largo para distraerlo y discretamente separar las piernas del chico de su cintura. Una vez libre, rompió el contacto y con dos largas zancadas llegó al refrigerador.
—¡Hey! ¡Eso es trampa! — chilló sintiéndose traicionado. De un brinco se bajó de la encimera y lo abrazó por detrás dándole un beso el omóplato izquierdo —. Eres un traicionero.
—Minnie. — se giró para abrazarlo y darle besos en las regordetas mejillas —. Tienes hambre y yo también, déjame cocinarnos algo rápido y luego volvemos a la cama, ¿si?
—No. — puchereó —. Mejor pidamos algo, aunque acabas de desarrollar una fantasía en mi de verte cocinar, lo dejaremos para después.
A pasos veloces salió de la cocina, tomó su teléfono, y marcó a su restaurante favorito.
—¿Qué quieres, enano?
—Yoon - Yoon. — dijo con voz mimada —. ¿Estás en casa?
—No, estoy en el Genius Lab, ¿Qué necesitas?
—Ya nada, fantasma apestoso. — frunció los labios —. Nos vemos en casa. — colgó.
Buscó entre sus contactos y está vez si llamó a un restaurante. Jungkook algo confundido salió y lo abrazó por la espalda haciéndolo sonrojar. Repartió varios besos a lo largo de su cuello y mientras hablaba, soltaba risitas apenadas. Cuando colgó, tomó al azabache por la muñeca y se acurrucaron el sofá.
Esperaron cerca de 25 minutos cuando el timbre sonó. Sin poder despegarse y aún jugando, ambos se levantaron a recibir sus alimentos.
Los ojos de Jungkook se abrieron de par en par viendo la cantidad de comida que el rubio había pedido. Intentó pagar, pero el repartidor le informó que el señor Park — con esas palabras — ya lo había hecho. Lo miró y este se encogió en hombros.
La mesa del comedor quedó repleta de bolsas con contenedores. Hambriento, Jimin abrió todo a una velocidad impresionante.
—¿No crees qué es mucha comida? — murmuró aún incrédulo.
—¿Lo crees? — lo miró probando una brocheta de carne.
—¿Planeas alimentar a un pelotón? — preguntó divertido.
—Bueno... — se acercó para darle un beso en el pecho —. Planeo que recargue energías, Profesor...
—¿Ah si? — agachó la cabeza para probar sus labios —. ¿Y para qué?
—Tengo algunas dudas, aunque tal vez no salga del todo vivo para el lunes.
—¿Me secuestrará todo el fin de semana, señor Park?
—¿Puedo? — lo miró con ojos expectantes.
—Dame un beso y averígualo.
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FÍSICA Y QUÍMICA. (KOOKMIN)
FanfictionPara Jeon Jungkook, la física y la química siempre han sido su pasión, por ello se gradua con honores de la Universidad Nacional de Seúl. Luego del escuela, sus antiguos maestros dan sus mejores referencias al director para que imparta clases. Park...