(Hola soy una de las autoras. Quería comentar que la historia está acabada y el fic está escrito entero ya pero lo iré publicando poco a poco por si retocamos algunas cosas o lo que sea. Y que espero que os guste :3)
Jennie POV
Izquierda. Izquierda. Izquierda.
'Ugh'
Izquierda. Izquierda.
'Oh, no está mal.'
Derecha.
Ya hace dos meses que mi mejor amiga Rosé me recomendó que descargase Tinder, una aplicación para el móvil con la que conocer gente. Si alguien te gusta, sólo tienes que deslizar su foto hacia la derecha y, si tú también le has gustado, podréis entablar conversación. Sencillo y eficiente. Al parecer le daba mucha pena verme tanto tiempo sola y absorbida por el trabajo, y tiene razón. Llevo casi 5 años soltera y mi vida sentimental hasta aquel momento tampoco era para tirar cohetes.
Di mi primer beso con 16 años en la fiesta de fin de curso. Joy, la chica rebelde de la clase me robó ese primer beso. Hasta ese día no tenía claro que también me gustasen las chicas y ella me despejó todas las dudas. Los siguientes años tuve alguna aventura sin importancia hasta que en mi segundo año de Universidad tuve mi primera relación seria. En aquel momento deseaba que fuese la última, pero con el tiempo todo se fue enfriando y al final me di cuenta de que ya no era lo mismo. No he vuelto a tener ninguna relación estable.
Desde entonces han pasado 5 años y lo único que he hecho ha sido estudiar y trabajar. No es que a lo largo de este tiempo no haya estado con nadie porque sí que he tenido alguna aventura, pero nada serio. El tiempo ha pasado volando, ni siquiera me daba cuenta de que estaba perdiendo los mejores años de mi vida hasta que Rosé me abrió los ojos. ¿El problema? Que yo estoy bastante oxidada y no sé cómo ligar. Además, según Rosé, ahora las cosas han cambiado y la gente utiliza aplicaciones del móvil para conocerse y enamorarse. A mí todas estas historias me abruman y la verdad es que no se me dan demasiado bien. Yo solo quiero conocer a una chica, o un chico, gustarnos, divertirnos y que la cosa avance sola. Supongo que en realidad esto lo hace más sencillo. He de reconocer que era algo escéptica al principio, pero al final aquí estoy, deslizando de izquierda a derecha durante horas en busca de alguien que me llame la atención.
Desde que descargué Tinder he tenido dos citas desastrosas. La primera, una mujer que utilizaba fotos de cuando tenía 20 años menos. Cuando la conocí mi cara fue un poema, ella podría ser mi madre y no paraba de intentar seducirme de forma incómoda. Como era mi primera experiencia no quise ser desagradable y lo dejé estar, por supuesto que en cuanto salí del bar la bloqueé y no volví a saber de ella. La segunda era una chica que tampoco se parecía a la de sus fotos y además era muy rara. Tomé una cerveza con ella, me reí con sus chistes, me despedí con educación y me fui a mi casa.
Si hay algo que me molesta en especial, es la falta de sinceridad. Para mí es el pilar sobre el que se sustenta todo. Necesito que la gente sea sincera conmigo y yo siempre intento serlo. Empiezo a estar cansada de gente que utiliza fotos que no se corresponden con lo que te encuentras y también me estoy cansando de no decir nada y actuar con educación. Estoy decidida a seguir buscando porque no quiero estar sola y porque ahora creo que es un buen momento para conocer a alguien, pero sí tengo claro que como otra persona me intente engañar no pienso quedarme callada.
Lisa POV
LISA: ¡Jisoo! Ven a comer conmigo.
Acabo de terminar de cocinar mi plato estrella: macarrones con tomate. Con la precisión de un chef estrella Michelín los he cocido y después he vertido sobre ellos todo el bote de tomate. Para que luego mi madre diga que no sabe cómo sobrevivo sin ella. Mi mejor amiga (y compañera de piso y penurias) Jisoo está en su habitación terminando una partida de League of Legends, ultra mega friki. Pero no voy a criticarla porque llevo ya tres meses viviendo de eso.
Me explico, Jisoo, mi mejor amiga desde los 12 años, desde un día que la salvé de unas abusonas (pero eso es una historia de la que hoy no me apetece presumir), es una de las streamers más famosas de Seúl. Su trabajo consiste en jugar a videojuegos y comer pollo frito delante de miles de personas. Con el tema de los videojuegos puedo entenderlo, porque ella es muy buena y su stream es didáctico, explica muy bien cómo mejorar en el juego y da consejos que al parecer han ayudado a muchos chavales. ¿Pero lo de la comida? Se juntan miles y miles de personas delante de la pantalla para mirar cómo Jisoo come pollo, o mis macarrones, o noodles, o lo que sea, con el micro pegado a la boca. Algo muy horrible, de verdad. A veces le hacen donaciones de dinero o le piden que coma algo en particular, no sé, es inquietante y raro. Pero no me quejo porque como he dicho, vivo de ello desde hace tres meses que terminé el máster y estoy buscando trabajo.
Hablando de la reina de Roma, por ahí aparece Jisoo.
JISOO: ¿Macarrones? Wiii.
Puso una cara de emoción que me hizo reír. Da gusto cocinar para un público tan fácil.
LISA: Hoy comes conmigo y no con la cam, me siento afortunada.
JISOO: Idiota. Tengo un hambre voraz, déjame.
Le sirvo un plato y me siento con ella.
LISA: He estado haciéndole unos cambios al curriculum, yo creo que llamaría más la atención si pongo primero la experiencia y después los estudios, porque al final es lo que van a valorar.
JISOO: Yo creo que tus estudios son más espectaculares que tu experiencia de becaria...
'Ouch'.
LISA: ¿Tú crees?
JISOO: No te agobies, eres una crack, si no has encontrado trabajo todavía es porque la vida te está preparando para uno muy bueno.
LISA: Ya, ojalá...
JISOO: Cambiando de tema... tengo que contarte algo.
LISA: Dime.
JISOO: Me he vuelto a descargar Tinder...
Sé lo que eso significa y entro en pánico.
LISA: No. Por favor, dime que no estás utilizando mis fotos otra vez, por favor, que me da vergüenza, luego me miran raro las mujeres por la calle y no sé si es porque estás ligando con ellas o porque llevo el flequillo dando asco.
JISOO: Lisaaaa...
Intento ponerme seria. El problema es que no me toma en serio.
LISA: Sabes que no quiero que lo hagas, lo habíamos hablado.
JISOO: Es la última vez. Mira, lo tengo tres días, si en esos tres días no conozco al amor de mi vida, lo borro y se acabó. Asumiré que estoy hecha para morir sola y me tendrás que regalar un gato.
LISA: ¿Otro? Te recuerdo que tenemos cuatro.
JISOO: Pero son tuyos, yo quiero uno mío... Bueno no, yo quiero una novia, el gato es el premio de consolación. Tres días, va.
Me mira suplicante, con puchero y todo, y yo soy una blanda.
LISA: Está bien... tres días. Ni uno más.
Era la tercera vez que hacía esto. Se agobia porque no consigue que sus relaciones duren más de un fin de semana, se descarga Tinder para conocer al amor de su vida, pero tiene miedo de que la reconozcan sus fans de internet y utiliza fotos mías. Yo nunca he terminado de encontrarle el sentido, pero suele funcionarle. Se presenta a las citas aclarando el tema y alas chicas les hace gracia, algunas la reconocen del stream (estas son las que más miedo me dan), se lía con ellas, duran dos días porque su ritmo de vida es incompatible con tener una relación seria (bueno, esa es la excusa que pone ella, la realidad es que le tiene miedo al compromiso y se acojona al tercer día), y así en bucle.
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Tinder - Jenlisa
RomanceLisa y Jennie se conocen a través de una app para ligar y, tras una sucesión de enredos, se caen mal. Bastante mal. Aunque les encantaría no volver a verse nunca, algo inesperado las obliga a pasar tiempo juntas. Pero ninguna se lo va a poner fácil...