QUEEN ~ La Emperatriz Divorciada

Fue expulsada del cargo de Emperatriz

¿Acaso soy la única que mantiene esa leve sonrisa en sus labios en el momento en el que la ahora ex emperatriz habló? Tal vez fuera por el elaborado abanico que posa en mis manos y cubre parcialmente mi rostro, de cualquier forma tenía que estar segura. Dediqué una mirada rápida alrededor y pude confirmar que no, ella también estaba riendo. Aunque su alegría era fácilmente justificable esa mujer no sabía que su mayor oponente no era ni de lejos la imponente rubia que acaba de aceptar el divorcio, y era mejor así, si lo supiera solo traería mas problemas.

Mi hermano me miró con tristeza luego de observar a la emperatriz con cara arrepentida, ¿Se sentía culpable? Pero ¿De que? ¿De haber faltado a nuestra promesa o de estar cometiendo el peor error para nuestro imperio? Podría deberse su tristeza al hecho de alejarme de la que por tanto tiempo ha sido mi hermana y modelo a seguir, estoy furiosa con él, pero esta claro que no puedo demostrarlo.

Un ruidoso escándalo se formó durante unos segundos pero finalmente no llegó a nada, Navier me miró, con una mirada llena de gratitud antes de volverse hacía el sumo sacerdote.

-Emperatriz Navier. ¿Esta realmente de acuerdo con estos papeles de divorcio sin objeción? - A ojos de cualquiera en esa corte no se trataba mas de una negativa de la emperatriz a manchar la reputación de Soviechu y la suya propia, pero aunque los verdaderos motivos no eran de mi completo agrado no pude disimular mi felicidad al escuchar sus siguientes palabras.

-Acepto el divorció -Cuando respondió de manera contundente, el sumo sacerdote cerró los ojos con fuerza. Y los gritos de decepción brotaron por todo lado -Y pidó autorización para volver a casarme

Lo que agregó fue la gota que colmó el vaso, los animos cambiaron completamente y todo quedo en silencion, inseguros de lo que habían escuchado.

Me apresuré antes de que la futura reina me ganará el honor de desvelar la fascinante sorpresa, cerré el abanico con fuerza llamando la atención hacía mi, dí un paso al frente y pronuncié mi primera palabra desde que el tribunal había comenzado.

-Querido Heinrey, es momento de hacer tu maravillosa entrada -Señale eufórica hacía un lugar, el hombre que estaba parado detrás de las joyas tejidas con un velo translúcido se hecho a reír.

-Princesa Enio, sin duda tiene una forma singular de dar una señal.

El silencio desapareció y el murmulló se hizo mas fuerte. El hombre atravesó el perímetro y se paró al lado de Navier. Cuando se quitó el velo, Soviechu, que había estado observando la situación hasta ahora, salto.

-¡Navier!¡Ese hombre!

-La emperatriz se volvió a casar -añadí con voz melodiosa mientras dedicaba mi mejor sonrisa a las caras atónitas de mi hermano y su amante, era maravilloso, había esperado tanto por ese momento.

-Él es con quién quiero casarme -La mirada violeta de la joven princesa se posó en la pareja recién formada, la sonrisa en sus labios se ensancho aún mas, y por primera vez en tanto tiempo, pudo ver su corona y su trono muy cerca de ella.