Camine y casi que corrí por los pasillos del palacio, la furia en mi sistema era tal que no me moleste en responder a las miradas curiosas sobre mi, algún que otro sirviente intentaba sin éxito llamar mi atención, aunque eso no sirvió de nada, sabia que lo que estaba a punto de hacer era un error, bajo ningún concepto una princesa debería hacer lo que yo quería, pero ya no habia vuelta atrás, mi frustración y tristeza era aun mayor que todos los años de aprendizaje de modales que aprendí durante toda mi vida.
Ingrese a los aposentos del emperador haciendo un escandalo bullicioso cuando las puertas se cerraron con un portazos tras de mi llamando la atención de Soviechu quien estaba recostado en su balcón con un rostro cansado, me acerque a el mordiendo el interior de mi mejilla para evitar que mis lagrimas o quejidos hablaran por mi antes de tiempo, se supone que una princesa no debe llorar por orgullo, pero yo se como utilizarlas a mi favor.
-Hermana Enio, ¿Qué te pasa? -Se incorporo inmediatamente y se acerco a mi cuerpo preocupado, poso una de sus manos en mi hombro y con la otra analizo mi rostro para asegurarse si tenia algún tipo de herida- ¿Sucedió algo malo, Enio?
-¡Los rumores iniciaron antes de que supiera de la existencia de Rashta! ¿¡Por que yo seria la responsable de difundir o encubrir a quien los difundió!?- No grite, no me atrevía a hacerlo, pero mi voz salió mas alto de lo que resultaría aceptable en un miembro de la realeza, mi hermano se alejo de mi rápidamente, como si el tacto a mi piel le quemara y se alejo un par de pasos con el rostro contorsionado en una mueca de duda.
-Lo he pensado muchas veces, y no importa cuanto lo haga, no existe ninguna persona que se beneficiaria de los rumores sobre Rashta.
-¿De que forma la emperatriz se beneficiaria de esto? ¿En que sentido yo me beneficiaria de esto? ¿Qué te hace creer que en caso de ser real, yo apoyaría a Navier en algo así? ¿No se supone que tu amante y yo somos amigas?
-Rashta es la rival amorosa de Navier, ¿No es acaso la emperatriz tu "hermana mayor"? -Mordí mi labio inferior intentando regular mi respiración errática, me altere de sobremanera tras su pregunta, ya sabia a donde se dirigía- La fidelidad y lealtad de la princesa imperial no es algo que me atrevería a poner en duda, la hermana Enio nunca se opondría a la palabra de la emperatriz, aun si supiera que son rumores sin fundamento alguno.
-No entiendo a lo que el hermano Soviechu se refiere- Mentí dejando que el llanto comenzara a quebrar ligeramente mi voz- La princesa Enio nunca se opondría al emperador, ni siquiera con la emperatriz de por medio, mi lealtad esta por completo con mi hermano mayor y con la familia real.
La mirada superior de el emperador tembló al escucharme, pareció pensar sus siguientes palabras mas de lo que debería, estábamos desviando la conversación a un territorio que no resultaba cómodo para ninguno de los dos.
-¿Tu lealtad se encuentra conmigo? ¿Sin limite? ¿Cómo lo estaba con nuestra madre la anterior emperatriz? ¿O tu fidelidad es igual a la del antiguo padre del imperio?
Ya esta, el realmente lo hizo.
-Tu palabras son absurdas- Apretó la boca molesto al percatarse de mi cabeza baja y voz triste- Cuando éramos niños el hermano Soviechu odiaba que fuera amable con las concubinas- poco a poco las lagrimas comenzaron a bajar y dejar un rastro por mis mejillas sonrojadas, por inercia mi voz se rompió por un instante antes de continuar- Pero ahora que hago lo que tanto me pedía en nuestra infancia, también lo molesta... ¿Acaso no existe forma de que la princesa Enio pueda complacer al emperador Soviechu?
Las acusaciones de Soviechu eran unilaterales e insultantes, pero me las arregle para voltear la situación en desfavor del emperador, no hubo respuesta verbal, al contrario mi hermano se acerco a mi y me atrapo en un abrazo fuerte que por un instante me robo la respiración, una sonrisa se pinto en mis labios al sentir su tacto, lo sabia, el nunca podría resistirse a su pequeña hermana menor llorando.
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QUEEN ~ La Emperatriz Divorciada
FanfictionEnio Keila Vikt es tan sanguinaria como se esperaría de una princesa bendecida por una Diosa guerrera, y tan mentirosa como lo puede ser la descendendiente de un emperador. Su decisión de quedar fuera de la linea de sucesión se ha visto interrumpid...