QUEEN ~ La Emperatriz Divorciada

Previo a una cena desastrosa

Agitó un poco mi cabeza para permitir que mi largo cabello negro caiga de forma rebelde por mis hombros hasta terminar en mi espalda baja, desde mi asiento le dedico una mirada agradecida a Cressida quien es la que ha tomado el papel de peinarme, ella me devuelve el gesto a través del espejo, se aleja de mi cuerpo y con un gesto de mano me indica que me levante y de una vuelta sobre mi misma, así lo hago y giro sobre mis talones ante sus ojos.

-Te ves hermosa, Enio -Susurra ella con un tono de voz nostálgico, doy una pequeña reverencia en su dirección y la pelinegra ríe suavemente.

-Muchas gracias, siempre es maravilloso ser arreglada por ti -La mayor me mira con las cejas encarnadas, mi actitud tan ¿Radiante? parece ser demasiado extraña, no puedo culparla, pero en mi defensa, diré que tengo un buen presentimiento sobre este último baile- Deberías ir a cambiarte tu misma, no querrás llegar tarde a la cena.

Hasta ese momento al parecer mi doncella habia olvidado por completo que tanto ella como el resto de mi sequito tenían que hacer presencia en esa exclusiva cena, nos despedimos y ella se aleja hasta su propia habitación en el área de servicio. Gracias a la ayuda de Cressida mi cabello generalmente ondulado ahora se encuentra recogido en dos moños altos de forma lateral con una gran parte de mi cabello suelto y lacio cayendo por la espalda, me pongo el vestido que Aurora ha elegido para mi con velocidad, una pieza de corte princesa de color crema con una falda sencilla y hombros cubiertos por una tela translucida, terminando por estar adornado por un cinturón de color dorado solido, no es algo realmente muy llamativo, pero tampoco muy simple, es perfecto.

Unos segundos después de que termine de arreglar mi ropa frente al espejo la puerta es abierta sin aviso previo, inmediatamente después aparecieron Areul y Kayden, este último con una expresión difícil de descifrar en su rostro, me acerque a ellos y a una distancia prudente extendí mi mano y moví mi dedo de un lado a otro, esperando noticias positivas sobre el encargo que les habia pedido concretar.

-Ya esta todo hecho, princesa, el hombre asistirá al banquete especial, pero no lo hará en la cena de hoy- Informo Areul con simpleza encogiéndose de hombros y restándole importancia, me tendió un sobre sellado, y efectivamente allí se encontraba la positiva de aquel hombre a la exclusiva celebración de mañana- Comprendo... ¿Pasa algo malo contigo, Kayden? -El nombrado volvió a la realidad a la fuerza al escuchar mi voz, se enderezo de inmediato y negó con la cabeza aunque dado su lenguaje corporal era mas que obvio que se encontraba nervioso- No mientas, ¿Cuál es el problema? 

Él duda de su respuesta, se pasa las manos por el cabello rubio de forma inquieta, no sabe que decir, y eso es algo sumamente extraño en Kayden -No me corresponde decirlo a mi, princesa -Mientras habla sus ojos se desvían de forma discreta a la puerta, luego vuelve su atención a mi y vuelve a negar.

-¿A quién le corresponde decirme el por que de tu extraña actitud? -El rubio mayor no responde se limita a bajar la mirada y meter sus manos en los bolsillos de su pantalón, unos segundos mas tarde no vuelve a pronunciar palabra- Vete ahora, hablaremos de esto después de que termine la cena.

-Si, princesa, me retiro -Y sin dar una sola mirada atrás salió corriendo en la dirección opuesta a su habitación.

-Él se ha estado comportando muy raro desde hace unos días- Comenta Areul al aire mientras observa a su compañero alejarse- No suele ser de los que pierde la cabeza por nimiedades, ha de ser algo realmente grave lo que lo tiene de esa forma.

-¿Tendrá algo que ver la invitación? -Le cuestiono leyendo la carta una vez mas, es lo único que podría hacer sentido, aunque al mismo tiempo resulta imposible, fue él mismo quien me dio el dato de el vizconde Rotteshu, ¿Por que le afectaría tanto ahora?