QUEEN ~ La Emperatriz Divorciada

Beber agua y brotar

Lo que en sus mejores tiempos presumía ser una flor lentamente iba perdiendo su vitalidad en mis manos, arranqué uno por uno los hermosos pétalos que recubrían del color mas oscuro posible ese tallo marchito que ahora reposaba en mis dedos. 

Apoye la cabeza en el marco de la ventana junto al balcón, tire los restos de la rosa a mis pies, allí ya se encontraban los despojos de el ramo que había decorado mi habitación durante la mañana, mis manos arden por el contacto con las espinas que tome sin pensarlo por un segundo, estaba tan enojada que solo pensé en destruir aquel adorno, ahora mi cuerpo sufría las consecuencias de tomar decisiones con la cabeza caliente. 

Logre convencer a las damas de compañía y a los guardias de alejarse, dejarme sola por hoy, y aunque se mostraron reticentes a abandonar mis aposentos finalmente no tuvieron opción y se retiraron entre murmullos bastante preocupados, aún si la idea de que Terra podía estar merodeando por los alrededores siendo invisible para mi era una posibilidad, no me sentía con las fuerza suficiente para utilizar mi maná y localizarla, si en verdad está aquí hablare con ella después, aunque espero que por una vez respeten mi decisión de quedarme en soledad.

Las palabras de Sovieshu se repetían en mi mente sin descanso alguno, llevándome de la indignación al enojo, después al miedo y terminando por sumergirme en un sentimiento melancólico que no he terminado de descifrar, me molesta no entender con claridad las emociones que siento en este momento, ¿por qué no puedo olvidarlo y simplemente seguir adelante? Mi plan ha fracasado, lo que en un inicio debió servir para que todos se pusieran en contra de Rashta ahora se ha convertido en un rumor sobre una disputa entre el príncipe de occidente y el emperador de oriente están peleando por una joven, mis ideas se caen a pedazos y la estabilidad que me ofrecía el palacio esta desapareciendo sumiéndome en incertidumbre.

Desconozco si aquel ataque verbal por parte de mi hermano ha sido cuestión del enojo del momento o si lo ha pensado con anterioridad, pero eso no tiene importancia, lo único relevante es que fuese producto de un enojo fugaz o no, había dicho algo que me lastimo genuinamente, aunque he de admitir que la llegada de Rashta  ha mi vida a puesto todo de cabeza, pero esto es algo que nunca hubiera previsto.

Los recuerdos que llegaban a mi mente de forma tortuosa se organizaban de tal forma que solo recordará los peores momentos en la niñez, de aquellas fugaces memorias felices quedaba poco y nada dando paso a las escenas que tanto me había esforzado por borrar mientras crecía; Los gritos de la anterior emperatriz eran el pan de cada día muy a pesar de que ella no estaba obligada a verme solo lo hacía para recriminar mi existencia en privado pues frente a mi padre jamás se atrevió a insultarme, es increíble como una sola mujer pudo dañar tanto mi vida diariamente solo por que me odiaba casi tanto o incluso mas que a las otras amantes de mi padre, él por su parte siempre me protegió, cuidándome de los castigos infundados y maltratos de su esposa y así fue hasta que falleció, dejándome sola junto a Sovieshu y su madre. 

La en ese entones emperatriz se fue del palacio imperial y se recluyo en una mansión a las afueras del imperio, no volví a saber nada de ella hasta el anuncio de su muerte y la toma del trono por parte de mi hermano mayor, él que tanto juro protegerme, que tantas veces prometió mi seguridad a su lado, "siempre tendrás a tu hermano mayor para defenderte, y mi palacio siempre será tu hogar sin importar que..." Esas eran sus palabras, las creí sin dudar, pero ahora todo cambiaba, ahora yo no era nada mas que una mocosa insolente que no cumplía las ordenes del emperador y por eso ahora sentía que la única persona a la que podía llamar familia me estaba dando la espalda, y me dolía mas de lo que quería admitir.

Me lo merezco, por ser quién soy.

Me lo merezco, por haber nacido como el producto de las mentiras.