Atsushi suspiró. Había llegado a la entrara de la PortMafia.
No tenía miedo de entrar. Si no a las consecuencias de que traería, camino con rumbo fijo, sin detenerse ni saludar a nadie.
No lo creía necesario.
Llego hasta la oficina de su jefe. Tocó y escucho un: Pase el cual entró y saludo. Noto la cara de sorprendido del jefe.
- ¿Atsushi-kun? - Preguntó asombrado para luego dar un suspiro. Se notaba más tranquilo. - Puedes sentarte, tienes mucho que explicar ¿No es así?
- Si - Comentá. Empezó a explicar cómo recibió el paquete hasta su captura, el traslado y el juicio. - Eso es todo - Obviamente omitiendo algunas cosas.
- Atsushi-kun, eres bueno en lo que haces. Incluso a mí, me sorprendió mucho de que te llevará poco tiempo. Sin embargo, a veces te pasas del límite. - Menciona más como consejo era un regaño. - Me alegras que ellas vueltos, temía perder a uno de mis mejores hombre. ¿Pensé que me decepcionarías otra vez?
- Si, yo también. Perdón. - Sonreí. - Entonces ¿Qué misiones tienes para mí? - Preguntó quería hacer algo, necesitaba sacar las energías que acumuló en ese tiempo.
El pelinegro se sorprendió y lo miro.
- Te acaban de liberar ¿Y pides trabajo? ¿Acaso eres adicto al trabajo?- No. Pero necesito hacer algo, he flojeando mucho tiempo ¿No crees? Quiero compensarlo boss - Menciona.
- mmm, Atsushi-kun. Recuerda que mucho trabajo es malo - Bromeo- Y además ten cuidado apenas acabas de salir de juicio, estarás en la vista de los policías... - Paso un momento y prosigue - Ten cuidado, no quiero más sorpresa para la mafia.- El albino asienten- estás bien, te la daré. Pero quiero que me contestes con la verdad.- El albino asintió. - ¿Por qué...
La puerta se abrió bruscamente. Para el pelinegro suspiró y se sorprendió que no halla llegado más temprano. Una mujer de belleza asombrosa apareció.
Era Yoko, tenía un aura escalofriante y temible como si quisiera matar a alguien. Atsushi sintió un escalofrío terrible recorrer en todo su cuerpo, de las partes de su plan jamás planeo la furia de la pelirroja, y no sabía cómo tratarla. Y eso que el no la mato ...
- Y-yoko... - Casi dijo el albino hasta que fue golpeado hacia la pared, la habilidad de la mafiosa lo apresaba y con la catana que poseia lo tenía en su cuello del albino. - Es bueno volverte a ver.
- ¡Cállate! - Menciona enojada por parte del pelinegro no hacía nada, solo observaba.
- Dime una cosa, Atsushi. ¿Asesinaste a Kyoka-chan? ¡Quiero la verdad! - Exigió la pelirroja. Y era capaz de matarlo o al menos dejarlo moribundo.
- No la mate. - Menciona seguro por qué si dudaba ella lo atacaría. - Alguien más la mato y me inculpo por ello. ¿Crees que yo quería que muriera? Ella era como una hermanita para mí. Pero ella se fue... Se fue. ¡Pero te juro algo Yoko, juro que mataré a la persona que le hizo esto! - Dijo con toda determinación hasta caer al suelo, la habilidad desapareció.
- Tu no la mataste. - Menciona. Para luego sacar atsushi fuera de la oficina para hablar con el jefe. Atsushi espero hasta que terminara.
- Ya puedes entrar. - Músita tranquila. - Si me entero que tuviste que ver algo para que la matarán, probaras el filo de mi catana. - Y se fue sin decir nada más.
Suspiró. En varios minutos después se fue de la oficina de su jefe, camino a dónde era/es su cubículo sin hablar con nadie. Se sentía nostálgico e incómodo a cierto punto. No sabía cómo los demás lo tratarían, si bien o mal, no es que le importe pero aún así.
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No Debieron Hacer Eso...!!
Fiksi Penggemar¿Que pasaría si....? Atsushi regresa en el tiempo, más preciso antes de que dazai lo traicione y que la misma agencia armada de dectetive lo abandoné a su suerte. Antes que eso suceda, atsushi toma cartas en el asunto _Antes de que ellos me traici...